Round de estudio en la UIC: Llaryora cruzó a Francos (careo con intendentes)
El gobernador y el jefe de Gabinete amenizaron la velada en el coloquio de la Unión Industrial. El cordobés le marcó que las provincias hicieron el mayor ajuste. El bonaerense buscó contragolpe en una reunión con intendentes que desinflaron los operadores del Centro Cívico.
Por Felipe Osman
Pasado el mediodía de ayer arrancó la ceremonia por el 17° coloquio de la Unión Industrial de Córdoba, donde Guillermo Francos y Martín Llaryora oficiarían de oradores centrales, unas horas más tarde. Mientras eso sucedía, los celulares del Centro Cívico estaban activos, trabajando a destajo para desinflar la reunión que LLA había organizado para sacarle algún provecho a la visita del jefe de Gabinete, en el arranque de una campaña que empieza a sentir el déficit de territorialidad de la lista.
Cerca de las 14, Francos subió al escenario que antes habían ocupado Luis Macario (UIC) y Martín Rappallini (UIA). El funcionario nacional, en tono de campaña, apuntó “Estamos en un momento bisagra en el que se contrastan modelos. Por un lado, aquel que sumió a la Argentina en la decadencia, y por el otro, aquel que nos abre un nuevo horizonte de prosperidad, con un paradigma sustentado en la libertad, la reducción del gasto público y la expansión de la economía”.
Francos destacó la baja de la inflación se atajó de los cuestionamientos que los anfitriones del evento habían esbozado sobre la falta de inversión en infraestructura, apuntando que el Gobierno recién está resolviendo los problemas más urgentes de la Argentina, como la estabilización de la macroeconomía, y no pueden reclamarle la realización de obras de infraestructura inmediatas. "A veces cuesta, uno no encuentra las palabras y le hierve un poco la sangre cuando escucha reclamos tan ilegítimos provenientes de quienes causaron el daño", deslizó.
“Quisimos hacer la reforma laboral, pero no tuvimos las mayorías parlamentarias”, señaló antes de acometer el tema más escabroso que enfrenta el Gobierno en estos momentos. Francos denunció “un intento de inestabilidad institucional en los momentos previos a elecciones provinciales y nacionales", y la intencionalidad de “afectar la limpieza de las elecciones y que los argentinos se expresen en función de los resultados de gobierno". Antes de bajar del escenario, apuntó que habían “recibido el mensaje” del sector industrial, y recordó que “(aunque) es cierto que hemos eliminado un solo impuesto (por el impuesto PAIS, respondiéndole a Macario), ha sido un impuesto nacional, sin afectar los ingresos de las provincias, y hemos disminuido las alícuotas de decenas de impuestos, entre otros, las retenciones a productos del sector agropecuario e industriales."
Llaryora, a su turno, y después de los saludos de rigor, destacó la “predisposición al diálogo de Francos”, al que más tarde cruzaría reprochándole directamente “Si hablamos de recorte de gastos, no solamente fueron los impuestos. Acordate (de) que al incentivo docente no lo mandan más. Lo tuvimos que cubrir nosotros, y por eso hay clases en Córdoba (…) Los subsidios al transporte tampoco los mandan más. Los medicamentos tampoco (…) Sin entrar a generar un debate, por eso es que el ajuste de las provincias fue más grande que el ajuste nacional. Y ya que te gusta nombrar el Iaraf, lo podés ver ahí”.
"Las demandas las tenemos que cumplir nosotros -siguió el gobernador- pero también entendemos el nivel de esfuerzos que hacen ustedes. Y que muchas cosas tuvieron que hacerlas porque si no estábamos al borde del precipicio. Y por eso hemos tenido políticas de sentido común", agregó para descomprimir.
Después, adelantó que enviará un proyecto de ley de Promoción Industrial para que las industrias que facturen hasta 3.200 millones de pesos anuales no paguen Ingresos Brutos, e invitó a los industriales a invertir en la provincia prometiendo “En Córdoba mejoramos cualquier oferta”, y resaltando que tiene “la Ley de Promoción Industrial más fuerte de la Argentina”.
Careo con intendentes
Después de salir de la UIC, Francos tomó parte en una reunión con un grupo de intendentes convocados por Laura Rodríguez Machado (PRO), Luis Picat (UCR) y Soledad Carrizo (UCR), más uno invitado por Luis Juez (Frente Cívico). En la previa, el Centro Cívico trabajó para socavar la foto.
No hay versiones coincidentes respecto de la convocatoria alcanzada. Desde LLA hablan de “cerca de 100”, mientras que asistentes a la reunión los ubican entre 70 y 40, y en el peronismo juran que no fueron más de 20.
Respecto del contenido, también hay campanas disonantes. Algunos de los asistentes aseguran que fue una reunión positiva, en la que Francos se comprometió a ayudar a los jefes comunales a resolver problemas administrativos con el Gobierno Nacional, que los intendentes arrastrarían de gestiones pasadas, de otro signo político. Rendiciones atrasadas por programas nacionales, o compromisos de ceder en comodato inmuebles nacionales en desuso, y la “identificación de proyectos prioritarios para la implementación de soluciones concretas”. También se habrían analizado mecanismos de acceso a créditos otorgados por organismos multilaterales como el BID, que debido al alto nivel inflacionario y a la complejidad económica argentina no estaban disponibles para el país.
Otros, en cambio, se fueron decepcionados, asegurando que sobraron buenos modales, pero faltaron soluciones.
El coloquio
Francos y Llaryora estuvieron precedidos, en el uso de la palabra, por Luis Macario, el anfitrión, y su par nacional, titular de la Unión Industrial Argentina, Martín Rappallini. El cordobés abrió el coloquio. Reconoció los avances del Gobierno Nacional en materia de inflación, equilibrio fiscal, normalización de la deuda comercial y normalización parcial del mercado cambiario, junto a avances en la legislación laboral. Pero criticó la falta de inversión en infraestructura apuntando “El sector privado por sí solo no puede cubrir estas necesidades estratégicas. Parar la obra pública por una emergencia puede ser razonable. Paralizarla sería un error estratégico”.
Después, hizo (casi) una defensa abierta de la gestión provincial. Puso en valor la inversión en infraestructura realizada por el Centro Cívico, destacó “la capacidad de trabajar de manera conjunta con el Gobierno” y hasta defendió a las agencias, un punto sensible dentro del organigrama provincial.
Rappallini, a su turno, ofreció un discurso más neutro, exigió que el Estado “asuma un rol en la definición de las políticas productivas” generando las condiciones adecuadas para la competitividad, y manifestó la preocupación del sector por la velocidad de la apertura económica sin resolver antes distorsiones estructurales. Antes de cerrar, propuso un “nuevo contrato productivo”. Una suerte de decálogo en el que la UIA ve los cimientos de una nueva política productiva: 1. Seguridad jurídica, 2. Orden macroeconómico, 3. Sistema impositivo que fomente la competitividad, 4. Modernización Laboral, 5. Federalismo productivo, 6. Educación en tecnología, 7. Infraestructura y logística, 8. Financiamiento Productivo, 9. Sustentabilidad ambiental, 10. Inserción internacional inteligente defendiendo las cadenas de valor.
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