Del abandono federal al rescate local: Villa María revive el Procrear muerto y acelera la colectora que el campo esperaba

Por: Florencia Coria

 La torre trunca del Procrear junto a la Terminal de Ómnibus cuenta una historia de promesas rotas. Iniciada con bombos y platillos en 2023 como parte de un paquete de 400 viviendas para Villa María, la construcción que prometía 82 departamentos de 60 metros cuadrados quedó congelada cuando el gobierno nacional decidió discontinuar el programa mediante el Decreto 1018/2024. Hoy, con apenas cuatro pisos levantados donde debían alzarse diez, el esqueleto de hormigón armado pasó de ser símbolo del acceso a la vivienda digna a monumento del abandono federal.

Eduardo Accastello decidió cambiar ese destino. El intendente confirmó que el municipio desembolsará 876 millones de pesos para quedarse con lo construido y reactivar un proyecto que empleaba 90 puestos directos y más de 200 indirectos cuando la empresa AMG Obras Civiles trabajaba a pleno ritmo. “Nación solicita ahora un resarcimiento económico por las obras ejecutadas”, había adelantado el mandatario semanas atrás, mientras negociaba el traspaso junto a otros proyectos paralizados como dos jardines maternales y 600 lotes del mismo programa.

El rompecabezas inmobiliario que Accastello intenta armar

El proyecto original contemplaba viviendas que “garantizarían el acceso al suelo con servicios y al crédito de construcción” en un predio con ingreso por bulevar Alvear y salida por calle Periodistas Argentinos. Ese plan quedó en el limbo cuando el gobierno de Javier Milei desmanteló el Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat, dejando a miles de familias inscriptas sin respuestas.

Ahora, el municipio evalúa dos caminos: cerrar un acuerdo con desarrolladores privados interesados en completar la torre o asumir directamente la finalización con apoyo provincial. “Hay gente interesada en avanzar y terminar ese edificio, otra que quiere que ahí hagamos departamentos”, reveló Accastello, quien aseguró que cualquier esquema deberá pasar por el tamiz del Concejo Deliberante.

La jugada incluye un segundo movimiento: recuperar los 600 lotes que formaban parte del megaproyecto Procrear en Villa María. Esos terrenos, que iban a ser sorteados cuando las obras estuvieran avanzadas, quedaron en un limbo jurídico tras la disolución del programa nacional.

“El privado ya está hablando con nosotros y está de acuerdo en que esos lotes vuelvan al Municipio para ponerlos a disposición de aquellas familias que necesitan comprar un lote”, adelantó el intendente, quien insiste en que no se tratará de un esquema asistencial: “La gente quiere pagarla, no es que el Municipio se va a hacer cargo de esta vivienda”.

La colectora que Nación cajoneó y la provincia rescata

Mientras negocia el salvataje del Procrear, Accastello concretó otro rescate largamente esperado: la colectora de 9 kilómetros que unirá las rutas 2 y 158, corriendo paralela a la autopista Ruta 9. La obra, que el intendente intentó impulsar “en su momento” pero quedó paralizada “por la inacción de Nación”, finalmente verá la luz con financiamiento del Fondo de Desarrollo Agropecuario provincial.

“Realizamos numerosas gestiones y viajes a Buenos Aires para obtener la autorización de Vialidad Nacional, algo que nos llevó tiempo y esfuerzo”, recordó Accastello sobre el calvario burocrático que implicó destrabar el proyecto. El ministro Sergio Busso fue más directo en su diagnóstico: “Los cordobeses apostamos al trabajo y la producción, y seguimos generando infraestructura para crecer, aun en tiempos difíciles”.

La obra tendrá características técnicas diferenciadas: los primeros 4,1 kilómetros entre Ruta 2 y calle Buenos Aires se ejecutarán en hormigón para soportar el tránsito pesado, mientras que el tramo restante hasta Ruta 158 será de asfalto convencional. Los frentistas beneficiados pagarán la inversión en cuotas durante cinco años mediante el sistema de contribución por mejoras.

Para ACA Bio, el gigante del bioetanol que opera en la zona, esta colectora representa el eslabón faltante de su operación logística. “Solo nos faltaba una buena salida para los camiones”, admitió Víctor Accastello, director de la empresa, quien destacó que Villa María reunía todas las condiciones ideales -abundancia de maíz, cuenca lechera importante y gobiernos “pro-empresa”- excepto la conectividad vial adecuada.

La ciudad que se reinventa sin esperar auxilio

Estos dos proyectos emblemáticos se suman a un inventario de 32 obras activas que el municipio sostiene con recursos propios y provinciales. El contraste con épocas de bonanza federal resulta demoledor: “En las otras tres intendencias hice tres mil cuadras de pavimento, pero hoy Nación nos da cero pesos para todo, remedios, obras”, graficó Accastello.

El programa de reconversión lumínica ya instaló tecnología LED en 32 barrios, desde el tradicional Ameghino hasta el exclusivo Valle Escondido. El plan de 400 cuadras de pavimento avanza en sectores como Las Playas (12 cuadras), Los Olmos (9 cuadras) y Nicolás Avellaneda (7 cuadras). La lista incluye desde una Playa Universal con acceso al río para personas con discapacidad hasta la duplicación de calzadas en los accesos principales.

“Villa María crece porque tiene, hace 158 años, instituciones con mucha fuerza”, reflexionó el intendente, quien proyecta para los próximos dos años “otra ciudad” potenciada por el Forum, el campus de la Universidad Siglo 21 en el Parque Industrial y la pavimentación de un tercio de las calles de tierra.

La recuperación del edificio Procrear y la materialización de la colectora condensan el espíritu de una gestión que se niega a esperar soluciones desde arriba. Donde el Estado nacional abandonó, el municipio y la provincia intentan recoger los pedazos y rearmar el rompecabezas del desarrollo local. La ecuación no es sencilla -876 millones por un edificio a medio hacer no es poca plata-, pero Accastello apuesta a que la inversión se justifica ante la demanda habitacional insatisfecha y la necesidad de no dejar que los sueños de progreso se oxiden junto al hormigón abandonado.

El respaldo que marca la diferencia

El pasado martes, la demostración de fuerza en el Club Ameghino dejó un mensaje claro sobre el modelo que Villa María eligió seguir. “Gracias Martín Llaryora, trabajando juntos estamos haciendo realidad el sueño de muchos vecinos y que la ciudad progrese”, había expresado Accastello al recibir al gobernador para el inicio de la Autovía de la Ruta 158, otra obra que se concreta mientras Nación paraliza las suyas.

Para el intendente, la ecuación es simple: mientras el gobierno nacional desarticula programas como el Procrear y cajonea obras esenciales, Córdoba responde con hechos concretos. “Hay un solo hombre que representa al interior de la Argentina, a Córdoba y a los cordobeses, ese hombre es Juan Schiaretti”, remarcó Accastello, recordando que fue bajo ese modelo de gestión que Villa María pudo pavimentar tres mil cuadras en gobiernos anteriores.

Llaryora, continuador de ese legado, lo sintetizó ante los villamarienses: “Necesitamos estabilidad, pero con un modelo productivo que genere trabajo”. Una fórmula que en Villa María ya tiene resultados concretos: el rescate del edificio Procrear, la colectora destrabada con fondos provinciales y 32 obras activas que no esperan el auxilio de Buenos Aires. Como señaló Verónica Navarro Alegre en aquel encuentro, “mientras el Estado Nacional no hace nada, Córdoba mantiene un ritmo de obra pública sostenido”. Villa María es la prueba viviente de que ese modelo funciona.