Un bache o una tendencia

Cada episodio adverso a un gobierno nos hace preguntarnos sobre cómo será el devenir del mismo

Nacional20 de febrero de 2025Javier BoherJavier Boher
mieli presidente
Por Javier Boher 
¿Existe alguna forma de saber si una figura política o un gobierno está en su pico?¿Cómo hacemos para saber si un revés es apenas un bache o si, por el contrario, empieza a marcar una tendencia hacia adelante?¿Qué más hace falta para que eso genere las condiciones para que otro ascienda? Por supuesto que no hay respuestas simples ni únicas para estas preguntas, sino apreciaciones y conjeturas personales que tratan de buscar una explicación posible.
Hasta la votación en diputados para la suspensión de las PASO el gobierno nacional venía en una clara tendencia favorable desde el inicio del mandato de Javier Milei. Sin mayorías legislativas había conseguido definir la agenda en el Congreso, con alianzas transitorias pero más o menos estables con otras fuerzas políticas. Pasó de unos primeros meses en los que varios partidos políticos apostaban por la desestabilización, las marchas y la psicopateada con causas nobles, a estar definiendo todo el tiempo la discusión política en el país, estableciendo el qué y el cómo de la misma.
En el medio se fortaleció la imagen de Milei, mientras que en la oposición pasó todo lo contrario: se profundizó la orfandad de muchos ciudadanos, al no emerger ninguna figura que pueda balancear o contraponerse a la del presidente. A lo largo del año fueron varios los que lo intentaron, pero de a uno fueron pasando a segundos planos, siempre por debajo de Milei.
El criptoescándalo no ha roto todo, pero sí ha mellado la credibilidad del presidente, lo que ha abierto algunas grietas que dejan a la vista la profunda debilidad institucional del gobierno libertario.
Esta semana ha sido particularmente dura para los que se consideraban infalibles y omnipotentes. Los desatinos que han ocupado el centro del debate público los últimos días expusieron ciertas debilidades que tratarán de ser explotadas por el resto de los actores políticos, los que estuvieron un año lamiendo las heridas en un rincón de la intrascendencia. El eventual fracaso de Milei podría ser capitalizado por alguien, aunque todavía no se pueda saber quién. 
Ayer fue noticia que en el Senado no estarían los votos para designar al juez Ariel Lijo en la Corte Suprema de Justicia, algo que el gobierno ha buscado desde hace un buen rato. La clave estaría en que Unión por la Patria no avalaría el pedido, que entonces no llegaría a buen puerto por la resistencia de la mayor parte del arco opositor. Los libertarios, así, no podrían quebrar al bloque kirchnerista, que siempre se mantiene sólidamente unido. La votación por las PASO en diputados habían sentado un precedente inmediato diferente, dejando abierta la posibilidad de que se estuviesen desgastando. Los vínculos de Lijo con el kirchnerismo eran un incentivo extra para pensar en ver esa fractura, pero tras el escándalo cripto todo el esfuerzo previo pareciera estar naufragando inevitablemente.
Según algunos medios, la candidatura de Lijo no conseguiría los avales necesarios, pero ya estaría dando vueltas el nombre de una posible candidata para acompañar a García Mansilla en la futura Corte. Siempre de acuerdo a estas versiones, los libertarios estarían dispuestos a acompañar a quien proponga el kirchnerismo. 
Las dudas que surgen son claras: ¿qué podrían estar negociando ambos espacios para llegar a una situación así?¿qué tan débil se percibe el gobierno para bajar los brazos después de un año? 
Hasta ahora el gobierno no parece haber cedido mucho en sus pretensiones, sino todo lo contrario. Sin embargo, por detrás de lo que se muestra hay todo un juego de negociaciones políticas para compensar o retribuir el generoso apoyo recibido. La flamante Universidad de Río Tercero es una muestra de ello. De confirmarse lo de la candidata a la Corte, Milei y los suyos estarían pagando un precio mucho más alto que un puñado de sueldos en el departamento Tercero Arriba: la designación de una figura de extracción ideológica diferente a la del gobierno dentro de la Corte Suprema podría condicionar muy fuertemente el rumbo de la gestión desde el plano institucional. ¿Cuántas decisiones del gobierno se han judicializado?¿Es lógico aceptar poner en ese lugar a alguien que puede proponer el rechazo de los lineamientos de gestión?
El gobierno no ha tenido un momento más débil que este, de allí que no sepa cómo salir del berenjenal. Los que suelen tener idea sobre cómo se hace son los muchachos de “la casta”, que entienden mucho más de los tiempos, vías y modos de la política que los neófitos libertarios. Incluso desperdigados y sin liderazgo claro, los políticos profesionales saben oler sangre. No sabemos qué tan profunda es esta crisis ni hasta dónde puede llegar, pero todo va a depender de cómo se relacionen oficialismo y oposición. El año pasado fue el de los éxitos y este arrancó con un gran fracaso. Si se siguen sumando quizás podamos ver una tendencia, aunque eso todavía no está claro si esto es un bache o el comienzo de otra cosa. 
Te puede interesar
2025-03-16-peron

Far west rionegrino

Javier Boher
Nacional17 de marzo de 2025

Un funcionario patagónico amenazó a una intendenta con un arma de fuego, en un hecho insólito pero que no sorprende.

Lo más visto

Suscríbete al newsletter para recibir periódicamente las novedades en tu email