EL MIR y la ejecución de la Operación Retorno (1979-1982)

Nacional13 de marzo de 2025 Daniel Alvarez Soza
EL-MIR-12-03-25

Por Daniel Alvarez Soza

Doctor en Ciencias Jurídicas y Sociales.

Doctor en Ciencia Política

En 1978, dirigentes del MIR radicados en el exterior, comenzaron a retornar a Chile, de modo clandestino, con el “Objetivo político de enfrentar a la dictadura militar y reinstalar la democracia”. Agregando que: existiría una “variación en las tácticas para alcanzar ese objetivo, llegando a la conclusión que el enfrentamiento directo con las FF.AA. les era desventajoso”. De ahí que concluyeron en llevar adelante una “retracción de las bases” .

La casi totalidad de los subversivos que ingresaban a Chile clandestinamente habían recibido instrucción en Berlín (Rep. Democrática Alemana), Praga (Checoslovaquia) y La Habana, logrando una especialización en sabotajes. “En Cuba, en campamentos como el “Punto Cero”, “Pinar del Río”, “Monte Pinares”, “Guanabo” y “Los Troncos” habían reforzado su capacitación... Luego habían integrado columnas guerrilleras en Nicaragua (90 de ellos habían integrado las “Fuerzas Sandinistas”), y en Angola (con estadía de un año). Por entonces los dirigía el sobrino del ex presidente Salvador Allende, Andrés Pascal Allende” (1).

En pocas palabras, La Operación Retorno, “es la captación de todos aquellos miristas que viven en el extranjero pero dispuestos a volver a Chile para combatir al gobierno militar. Ésta se implementa después que un grupo de miristas que habían permanecido en Cuba cumple su compromiso de volver. A partir de septiembre de 1977, además de Juan Miranda, vuelven Roberto Orta Jopia (“El Chino”) y Santiago Rubilar Salazar (“El Flaco Carlos” en  La Habana y “Jaime” en Chile)” (2).

Así, entre 1978 y 1980, en medio de enormes dificultades, el MIR fue reconstruyendo su fuerza en Chile. Poco a poco retornaron cuadros militares y dirigentes de la Comisión Política y del Comité Central; también retornó el secretario general, Andrés Pascal Allende.

En ese período uno de los objetivos del movimiento era desarrollar un trabajo compartimentado para la construcción de redes de apoyo en zonas escogidas del sur, para la “preparación de condiciones que hicieran posible la operación futura de fuerzas guerrilleras permanentes” (3).

 “El plan consistía en que en un futuro más o menos cercano se instalarían en esos lugares focos guerrilleros estables, los que deberían contar  con capacidad de combate y significativos apoyos entre la población de las áreas elegidas” (4).

Se comienzan a perpetrar acciones de “recuperación” del MIR, las que comenzaron en 1979. En abril de 1980 asaltaron tres bancos en calle Santa Elena con Rodrigo de Araya, 15 días después un comando mirista atacó el monumento a la “Llama de la Libertad” dando muerte al carabinero que a custodiaba.

A fines de 1979, la dirección del partido ordenó el asalto al supermercado AGAS. El dinero iba en una camioneta; se desató un tiroteo con carabineros y como consecuencia hubo bajas policiales. En este ataque no hubo muertes entre los guerrilleros, pero tampoco lograron llevarse el dinero, por lo que la operación resultó un fracaso.

Después del AGAS comienza la actividad de la Fuerza Central propiamente tal: consistente en asaltos, atentados a cuarteles policiales y a organismos de seguridad del gobierno militar (CNI: Central Nacional de Inteligencia). Con el tiempo la Dirección del movimiento dio su autorización para llevar a cabo un golpe de mayor envergadura, se trataba de asesinar a un alto oficial de inteligencia.

“Esta dirección impuso el criterio del “atentado selectivo”, cuya concreción más saliente fue el asesinato del director de la Escuela de la inteligencia del Ejército, Teniente Coronel Roger Vergara Campos el 15 de julio de 1980. También procuraron la instalación de focos de guerrilla rural, con el campamento Neltume, en la zona boscosa al oriente de la ciudad de Valdivia” (5).

 

La Guerrilla en Neltume (1980-1981)

 

Para concretar la Operación Retorno y atrincherarse en la cordillera de Neltume, “Paine” (Miguel Cabrera Fernández) recorrió diversos países para reclutar a los miristas que integrarían la expedición; principalmente buscaba a los que conocían la región por haber participado en los intentos anteriores y a los que habían nacido en el sur. Esto porque “habían transcurrido siete años desde el trágico final del “Comandante Pepe” (José Gregorio Liendo Vera) y sus guerrilleros en Neltume” (6).

“El día después del pronunciamiento militar, José Gregorio Liendo, “Comandante Pepe”, apareció encabezando a unos 50 hombres y atacó un reten local de la policía. (…) Luego las guerrillas de Pepe fueron empujadas hacia los cerros, donde el mismo junto a su esposa y tres partidarios fueron capturados el 19 de septiembre de 1973, cuando se encaminaba hacia el paso Carririne en el límite con Argentina” (7)

El Libro “Guerrilla en Neltume”, del Comité Memoria Neltume, relata la visión de un guerrillero -que no se identifica-, sobre los inicios que darán lugar al proceso de instalación de un foco guerrillero en el sur chileno:

“A comienzos del ’78 me reencuentro con Paine en Holanda. Ambos habíamos llegado allí por distintos caminos, luego de los respectivos períodos de cárceles. A “Paine” lo conocía desde antes del golpe militar en el desarrollo natural de las actividades del partido en el sur, especialmente del MCR (Movimiento Campesino Revolucionario). Luego de interminables conversaciones me extenderá la, para mí, sugerente invitación de volver a luchar a Chile, sin nombre ni tiempo; esto fue tomando forma luego de que yo le respondiera positivamente. Transcurre el año ’78 y el MIR impulsaba activamente una línea de retorno a Chile. Prontamente paso a integrar una “unidad de traslado” junto a tres compañeros. Allí comenzamos a preparar la primera etapa del que consistía en hacer abandono “justificado” de las actividades y vida en el exilio, para luego trasladarnos al lugar donde participaríamos de una escuela de instrucción político-militar, previo ingreso a Chile.

“Es marzo del ’79 cuando llegó al lugar de la escuela. De a poco comienzan a llegar los 25 integrantes de lo que con el correr de la instrucción va transformándose en el “DGTL”, Destacamento Guerrillero Toqui Lautaro, cuya misión sería abrir un frente guerrillero a cargo del compañero “Paine” en la zona sur del país. La zona y lugar elegido para abrir el trabajo de frente solo lo supe aquel día cuando caminábamos el último tramo rumbo a la frontera (desde la Argentina), porque durante esta etapa solo se hablaba de un lugar en la cordillera. La escuela fue orientada a la preparación de guerrilleros rurales, tremendamente exigente en relación con la disciplina guerrillera (…) al más puro estilo del Che, nos remecía una mezcla de alegría y preocupación por lo que significaba la responsabilidad inmensa de ser la vanguardia  en el combate frontal  contra la dictadura de Pinochet” (8).

Se ha determinado, según Eugenio Méndez que los guerrilleros del MIR, habrían logrado llegar a la zona de Neltume, “apoyados por el ERP, cuyos militantes los ayudaron a transitar por Argentina” (9).

“La lucha contra la dictadura militar exigía más que en ningún otro momento la aplicación de la premisa de utilizar todos los espacios posibles.

La idea estratégica buscaba conformar un frente común antidictatorial, establecer acuerdos que permitieran desarrollar la lucha y las fuerzas de resistencia en las regiones del país. Agregando más adelante: “En lo ideológico el eje de la estrategia buscaba mantener viva la idea, el pensamiento y la cultura del campo popular, de la izquierda y de los revolucionarios” (10).

En 1978 el MIR proyecta un análisis que hace necesario un esfuerzo ideológico y orgánico mucho mayor y más decidido para remontar la situación de derrota y avanzar en la implementación de la estrategia de guerra popular que permitiera superar el momento de defensa estratégica. “En esa época se vivía un periodo de auge de las luchas revolucionarias y de guerras de liberación populares en Asia, África y América Latina, particularmente en Nicaragua, lo que ayudaba en la generación de condiciones objetivas para intentar un proceso similar en Chile” (11).

Todo este cuadro debía tener y tendría un desarrollo creciente e irreversible sobre la necesidad de intervenir con mayor fuerza, permitiendo establecer las bases necesarias para derrocar al régimen militar. En ese contexto es que surge la Política de Retorno, por lo que se elabora el Plan 78 y el Proyecto K. “El Plan 78 incluía una serie de planes específicos para la formación y acumulación de fuerza militar considerando una intervención operativa que abarcara todos los espacios posibles en que se desarrollaría el enfrentamiento contra la dictadura”. En suma la Operación Retorno consistía en la captación de todos aquellos cuadros que vivían en el extranjero pero que estaban dispuestos a volver a Chile a combatir al gobierno de facto.

“El Proyecto K apuntaba específicamente a la creación de frentes guerrilleros mediante la conformación de fuerzas de guerrilla permanente en dos zonas específicas del sur de Chile que reunían las condiciones políticas, sociales, históricas y militares –geográficas y topográficas- …” (12).

Luego del análisis discutido, se aprobó implantar este punto piloto de guerrilla urbana en la boscosa zona de Neltume, al oriente de la ciudad de Valdivia.

Los quince militantes necesarios para cumplir esta misión fueron elegidos entre miristas que se encontraban fuera de Chile y que poseían acabado conocimiento de la zona, los que fueron ingresados al país en forma subrepticia.

“El grupo se estableció en la zona a fines del verano o tal vez a comienzos del otoño de 1980. Allí debían realizar los trabajos indispensables para que en el futuro cercano el MIR instalara la guerrilla permanente, con fuerte apoyo de lugareños. Comenzaron las labores de exploración, de levantamientos de refugios subterráneos o tatoos, de adaptación a las frías y lluviosas condiciones de la selva de la región. También intentaron conectarse con los campesinos de la zona, pero, aunque algunos tenían familiares y habían vivido en la región, no pudieron avanzar mucho, por lo que no les fue posible mimetizarse entre los lugareños y no consiguieron una adecuada cobertura para disfrazar la verdadera naturaleza de su estadía en la zona”

Una vez en Neltume  -aproximadamente en abril de 1981- estos terroristas construyeron “doce escondrijos subterráneos, en un área de difícil acceso, en un terreno montañoso y cubierto de bosques que impidan cualquier observación aérea. Estos depósitos, conocidos en la jerga terrorista como “tatú”, quedaron diseminados en una área de 8 km2 y bajo un perfecto mimetismo” (13).

Sin embargo, la Dirección Nacional del Movimiento de la Izquierda Revolucionario, desestimó  -una vez más- el rechazo que la ciudadanía siempre demostró hacia la acción subversiva en la zona, surgiendo así denuncias de los campesinos del sector sobre “extraños movimientos de desconocidos en la montaña”.

Finalmente, en octubre de 1981, efectivos altamente especializados pertenecientes a fuerzas especiales pertenecientes al Ejército, se desplegaron hacia Neltume, logrando ubicar a los terroristas, con los que sostuvieron numerosos combates, desarticulando definitivamente a la estructura rural del MIR, incautando material bélico y de apoyo logístico encontrados en los barretines construidos por estos. De esta forma el MIR sufrió el primer gran revés tras el comienzo de la Operación Retorno, abandonando el proyecto de instaurar la guerrilla rural en Chile.

“Así, en la mañana del sábado 27 de junio de 1981, una escuadra de “boinas negras” detectó el campamento principal. Los comandos abrieron fuego y el grupo huyó hacia las zonas más altas. En el tatoo quedaron alimentos, medicinas, fotografías e importantes planos del desarrollo

posterior del destacamento. Un número de guerrilleros logró romper el cerco inmediato; sin embargo, al poco tiempo, sin alimentos, ropa ni apoyos del MIR, se vieron obligados a mandar a dos hombres a la ciudad para obtener víveres y entablar contactos con el partido. Al parecer, éstos fueron capturados y entregaron los puntos de encuentro y el santo y seña. Es posible que aprovechando esos datos, el 13 de septiembre los agentes del Estado pudieron abatir a Raúl Obregón Torres; el 17 de septiembre a Pedro Yáñez Palacios, a quien sus compañeros le habían amputado un pie gangrenado. El grupo se separó y tres se refugiaron en casa del pariente de uno de ellos en Remeco Alto. Los mismos familiares alertaron al Ejército y el 20 de septiembre, mientras dormían, fueron ultimados Patricio Calfuquir Henríquez y Próspero Guzmán Soto; José Mosalve Sandoval fue abatido fuera de la casa. El 21 fueron asesinados dos miembros del grupo que habían sido detenidos al comienzo de las operaciones y que estaban en Santiago. El 28 de noviembre en Quebrada Honda fue ejecutado Juan Ojeda Aguayo. Poco más de un mes antes, en Choshuenco carabineros descubrieron el paradero de Miguel Cabrera Fernández “Paine”, jefe militar del grupo” (14). “Al ser intimado a entregarse respondió con disparos, se  produjo entonces un nutrido intercambio de balazos en el que fue abatido el comandante “Paine” (15).

La dirección del MIR afirma que la razón principal del fracaso del experimento de Neltume fue no haber conseguido desarrollar una base de apoyo campesino en la zona. “Otro factor pudieron ser las indiscreciones entre los miembros de las bases exteriores del partido, cuando comentaban sin ninguna precaución sobre quiénes eran los cuadros que habían retornado clandestinamente a Chile. Pensamos que otras razones del fracaso fueron: la mala calidad de los pertrechos trasladados a la región; que el entrenamiento para sobrevivir en esas inhóspitas condiciones climáticas no era el adecuado, porque los ensayos que hicieron en Cuba  fueron en condiciones de clima tropical, muy distinto al clima lluvioso y frío; y tal vez la probabilidad de que en el Departamento América, de Cuba, la organización encargada de la revolución en Latinoamérica, alguien filtrara los datos sobre la guerrilla” (16).

Pablo Pozzi, en referencia a la experiencia guerrillera del MIR en Neltume, establece una comparación entre esta organización y el fracaso del ERP en el monte tucumano, que calificó como una derrota humana, militar, política pero, por sobre todas las cosas, ideológica, concluyendo que a la guerrilla erpiana simplemente la derrotaron por la concurrencia de una serie de hechos que el autor expone así:

“Una guerrilla que era numerosa y en crecimiento, aguerrida, y con una relativa inserción de masas había sido aniquilada en el plazo de un año y medio de represión. Indudablemente la represión había sido salvaje, e indudablemente la guerrilla había cometido errores. Sin embargo, esto no alcanzaba, puesto que en lugares como Colombia, Nicaragua, El Salvador o Guatemala las organizaciones armadas revolucionarias habían sobrevivido a momentos de derrota tan profundas como en el de Argentina. Más aún, la experiencia chilena del MIR con la guerrilla en Neltume o la del Partido Comunista con el Frente Patriótico Manuel Rodríguez demostraba que se podía sobrevivir y desarrollar actividad armada en medio de las peores dictaduras” (17).

 

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1.- HEINECKE SCOTT, Luis: “Chile: Crónica de un asedio. Contraofensiva revolucionaria”. Tomo IV. Pág. 32.

2.- HEINECKE SCOTT, Luis: Chile: “Crónica de un asedio. Contraofensiva revolucionaria”. Tomo IV. Pág. 32.

3.- PÉREZ. Cristián: “Historia del MIR”. Ob.cit. . Pág. 24.   

4.- MIR, Resoluciones: Pleno Extraordinario del Comité Central, Enero 1984. Pág. 30.

5.- PÉREZ. Cristián: “Historia del MIR”. Ob.cit. . Pág. 24.  

6.- HEINECKE SCOTT, Luis: Chile: “Crónica de un asedio. Contraofensiva revolucionaria”. Tomo IV. Pág. 32.

7.- PÉREZ. Cristián: “Historia del MIR”. Ob.cit. . Pág. 31.

8.-MOSS, Robert: “El experimento marxista chileno”. Editora Nac. Gabriela Mistral Ltda. 1974. Santiago, Chile. Pág. 141.  

9.-Comité Memoria Neltume: “Guerrilla de Neltume: Una historia de lucha y resistencia en el sur chileno” (texto impreso). 1ª ed. Santiago: LOM Ediciones, 2003. Colección Septiembre. Págs. 7-8.

10.-MENDEZ, Eugenio. “Santucho: entre la inteligencia y las armas”. Ob.cit. Págs. 218.

11.-Comité Memoria Neltume: “Guerrilla de Neltume: Una historia de lucha y resistencia en el sur chileno” (texto impreso). 1ª ed. Santiago: LOM Ediciones, 2003. Colección Septiembre. Págs. 85-86.

12.-Comité Memoria Neltume: “Guerrilla de Neltume: Una historia de lucha y resistencia en el sur chileno”. Ob.cit. Pág.91

13.-Comité Memoria Neltume: “Guerrilla de Neltume: Una historia de lucha y resistencia en el sur chileno”. Ob.cit. Págs. 92-93.

14.- VARAS LONFANT, Pedro: “Chile: el objetivo del terrorismo”. Ob.cit. Pág. 30. 

15.- PEREZ, Cristián: “Historia del MIR”. Ob.cit. Pág. 32-33.

16.-  CAVALLO, Ascanio; SALAZAR, Manuel; SEPÚLVEDA, Oscar: “La historia oculta del régimen militar”.Ob.cit.  Págs. 301-302.

17.- POZZI, Pablo: “El PRT-ERP, la guerrilla marxista. Por las sendas argentinas”. Ob.cit. Pág. 392.

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