Por Carolina Biedermann
De cara a la interna del PRO que se avecina, Mauricio Macri inició el proceso de reordenamiento del partido amarillo en el distrito Córdoba. Esta semana empieza en la provincia una auditoría ordenada por el presidente y fundador del partido.
Aunque Agost Carreño no descarta acudir a la Justicia para defender su lugar.
Macri designó a Darío “Daro” Nieto para iniciar el proceso de auditoría para elevar un informe a la junta del PRO. Nieto es legislador porteño, secretario histórico del ex Presidente y persona de su círculo de confianza.
Este tipo de auditorías implican la designación de un responsable político, figura presente en la carta orgánica del PRO, para que revise la situación partidaria territorial. Referentes nacionales indicaron que Nieto tendrá el plazo de 180 días pare recopilar el material y presentar el informe solicitado por Macri. Asimismo, remarcaron que su figura no implica asentarse en Córdoba y lo hará en determinadas circunstancias. Nieto, además, fue designado en tareas similares en otras provincias.
La crisis que atraviesa el PRO en Córdoba, es producto de la interna nacional del 2023, en el marco de las elecciones presidenciales, que dejaron heridas abiertas y problemas a resolver en el corto plazo para intentar la unidad. El condimento que sumó lo suyo para terminar de desmembrar lo que había, fue la salida de miembros del espacio al partido cordobés, quienes terminaron ocupando lugares clave en la política local. Desde la vice intendencia que dejó vacante la presidencia del partido, hasta la designación de Ministros y lugares de importancia en la gestión de Martín Llaryora.
El desorden interno, tal como relatan los referentes del partido amarillo, se profundizó en la gestión local del nuevo presidente, quien decidió no formar parte del bloque del PRO en la Cámara Baja, y quien no habría generado en la política local, las actividades partidarias para reorganizar el espacio.
El PRO atraviesa un momento clave. A principios del año siguiente deberá reelegir autoridades, y para atravesar una interna debería en este plazo concretar los procedimientos partidarios previos a una elección. Entre esos pasos se encuentra la necesidad de avanzar en afiliaciones, más allá de si se vota o no. Dirigentes de distintas líneas coinciden en que no pueden avanzar en el proceso de afiliación ante la desconfianza que atraviesan por las dos funciones que cumple Agost Carreño: presidir el partido y ser apoderado del mismo. “Las afiliaciones nuestras terminan cayendo en un bolsillo sin fondo”, enunció un dirigente.
Por otra parte, llama la atención la decisión de Mauricio Macri de haber tomado la decisión intermedia de solicitar reportes y de no avanzar directamente con la intervención. Ante esto, las dobles lecturas salen a la luz. Desde el sector más afín al diputado de Encuentro Federal se refugian en que interpretan la jugada como un guiño de levantar a Agost.
Con más peso que la carta orgánica partidaria, la ética se pesa en la balanza. “No puede presidir el partido en la provincia, cumplir un rol de ejemplo y formar parte de otro bloque que además vota distinto”, destacan. La vara de la ética del espacio, valor difícil de medir entre tantas miradas, será la que marque el norte para el PRO que vendrá.
“La intervención es política, no es una destitución”, aclaran desde Córdoba. Pero insisten en que a Agost Carreño se le pidió de muchas maneras que deje el cargo. El diputado nacional que termina su mandato en el Congreso de la Nación resiste y no hay dudas por parte de ningún referente en que se escudará en la justicia para no renunciar.
La respuesta de Agost Carreño
“Estoy en el mismo lugar que siempre estuvo el PRO, defendiendo las mismas banderas que son: la educación pública, la calidad institucional y las jubilaciones dignas”, dijo Agost Carreño a este diario y agregó: “El bloque en el que estoy, está el vicepresidente elegido por Mauricio Macri como su compañero de fórmula”, enunció, haciendo referencia a Miguel Ángel Pichetto.
Finalmente, consultado por la decisión respondió: “La medida que se tomó es sin precedentes en el PRO y no implica una intervención”.
Por su parte, un referente del partido a nivel nacional confirmó que en reiteradas ocasiones se le pidió al presidente del partido en Córdoba que debía dar un paso al costado. “Esto no es algo personal con Oscar, es política y éticamente no está bien lo que está haciendo”, recalcó.
Rememoran cómo Macri expuso en público al referente del PRO local, en el almuerzo en la Bolsa de Comercio de Córdoba y en la reacción positiva que tuvo el empresariado cordobés frente a la enunciación del ex Presidente, y afirman que esperaban el apartamiento de Agost Carreño ante esa acción. Por el contrario, este no se vio aludido ante el mensaje público y negó haber recibido el pedido de renuncia a su cargo.
Entre los nombres que suenan como posibles reemplazantes al actual presidente del PRO circulan los de Soher El Sukaría y el del joven intendente el sur cordobés, Facundo Manzzoni. Otro sector posiciona a Adela Arning aunque desde Capital Federal ven con muy buenos ojos la gestión del intendente de Villa Allende, Pablo Cornet. Por supuesto, es prematuro pensar en reemplazos cuando el camino que se transita es uno de los más difíciles a resolver. Por otra parte, los referentes mencionados no se atribuyen la voluntad de estar en esos espacios y algunos de ellos escapan de esa voluntad, pero los nombres resuenan.
El Zoom de la militancia
El revuelo que causaron las elecciones provinciales del año pasado en Córdoba, dejaron un capítulo abierto en la provincial. Agost Carreño está en el centro de la escena, pero el informe solicitado buscará profundizar en otras figuras locales. Tal es el caso de la militancia que cruzó el charco a la gestión del peronismo local, y que compitió en contra del PRO.
En esas heridas abiertas del PRO, que acusan de haber sido encajonadas por el partido local y no haber dado una resolución que sancione esas acciones, rescatan el accionar y la figura del ministro de industria de la provincia de Córdoba, Pedro Dellarossa. Destacan que el actual ministro no jugó en contra de su partido y además, fruto de su esfuerzo, logró ganar la intendencia en Marcos Juárez, llevando a Sara Majorel a ese lugar.
“Si vamos a dar la pelea en el territorio, debemos ordenar esta situación” coincidieron dirigentes locales.