Quinteros participará de la cumbre Bullrich-Monteoliva

Por Carolina Biedermann

La todavía ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, citó para este martes a todos sus pares provinciales con el objetivo de presentar oficialmente a su sucesora, Alejandra Monteoliva. El cordobés Juan Pablo Quinteros viajará a primera hora a Buenos Aires para participar del encuentro, aunque no necesita presentación: el vínculo con la futura ministra, coterránea, ya es fluido. La reunión está confirmada para hoy a las 13, en el histórico y emblemático edificio de Gelly y Obes, en Recoleta.

Aunque aún no hay fecha confirmada para la asunción de las nuevas autoridades del Ejecutivo (Ministerio de Seguridad Nacional y Ministerio de Defensa), las invitaciones ya fueron cursadas. En Córdoba dan por hecho que los ministros locales de las carteras involucradas participarán de los actos oficiales, en Buenos Aires, que estiman serán antes del 10 de diciembre.
La llegada de Monteoliva al ahora denominado Ministerio de Seguridad Nacional generó expectativas positivas en Córdoba. Según admiten en los pasillos del Panal, Quinteros mantiene buena sintonía tanto con Bullrich como con Monteoliva, quien ya integraba la mesa chica de la ex candidata presidencial, y quien viaja constantemente a Córdoba y mantiene reuniones vinculadas a seguridad.

En el entorno provincial interpretan este gesto como un doble mensaje: por una parte, la continuidad en la línea de trabajo de Córdoba con la Nación y, además, la ratificación de la continuidad del propio Quinteros a cargo de la seguridad Provincial, porque, en los últimos días había trascendido el rumor de que el Ministro cordobés podía llegar a dejar la función. Esto fue enfáticamente desmentido, y el movimiento de Milei en su gabinete, doblega las chances de la continuidad de Quinteros. Así mismo, los ruidos sobre posibles movimientos en el equipo de Llaryora, siguen en pie, dibujando nuevos esquemas.

En el mapa de la articulación intergubernamental, desde el inicio de ambas gestiones, Quinteros y Bullrich encontraron rápido entendimiento. Las diferencias políticas entre Milei y Llaryora no interfirieron en el trabajo conjunto: Nación y Provincia siguieron avanzando en convenios para la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado.

El paso de Monteoliva por el Ministerio de Seguridad de Córdoba, durante la gestión de José Manuel de la Sota, quedó marcado por el motín policial de 2013, episodio que derivó en su renuncia tras una gestión breve. Desde entonces, trabajó como asesora en materia de seguridad, dentro y fuera del país, aunque regresando a la función pública en 2015, de la mano de Bullrich. Su perfil siempre fue bajo, correspondiente a un cuadro técnico, y se espera que continúe así en este nuevo rol.

En el plano nacional, desde la administración de Javier Milei aseguran que Bullrich continuará influyendo “desde atrás”, por lo que su desembarco en la Cámara Alta no la apartará de la agenda de seguridad. Monteoliva, sostienen, es alguien de su riñón. El complemento entre el brazo político de Bullrich, y el tecnicismo de Monteoliva, forjó un equipo que parece tener continuidad.

El resultado de las legislativas de octubre reconfiguró el tablero cordobés y el posicionamiento del gobernador frente a la Nación. En ese esquema, los vínculos ya aceitados de los funcionarios locales con el mileísmo alivianan la carga y le allanan el camino al gobierno provincial.