Por Gabriel Silva

La gobernabilidad del presidente electo Javier Milei es la principal discusión de la política nacional por estos días. Y en todas sus escalas. En el ámbito legislativo, con los roces entre el PRO que impulsa a Cristian Ritondo y choca con el PJ por Florencio Randazzo (ver aparte) en Diputados; y en el Senado, con las intenciones de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner de colar a alguien del peronismo en la línea sucesoria por debajo de la libertaria Victoria Villarruel.

Discusión que promete más fricciones que las que se dan por estas horas en la Cámara baja, y que fueron parte de los comentarios que se produjeron ayer en el Senado mientras se desarrollaba la reunión de ‘vices’ como una de las tantas fases de la transición.

Cristina pretende entrar en la línea sucesoria de Milei y tiene dos nombres: la actual senadora, la mendocina Anabel Fernández Sagasti; y el que ingresa en diciembre y ya conoce su futuro despacho, Eduardo ‘Wado’ de Pedro. Ni Milei, como así tampoco el expresidente Mauricio Macri, van a dejar que pase alguno de los dos nombres.

“La pelea está a full en Diputados y el PRO quiere meter a Ritondo ahí. Si están haciendo todo el lío, no es para dejar que Cristina meta a la tercera autoridad nacional”, dijo a Alfil un integrante de Juntos por el Cambio.

Los halcones negocian con la mesa chica de Milei y están en la etapa de destrabar el Ejecutivo y reparticiones en algunas provincias. Como contó ayer este diario. Después se acelerará con el Congreso; probablemente con mayores definiciones la semana que viene.

Si bien es cierto que ninguna de las bancadas tiene quórum propio, el PJ kirchnerista cuenta con mayor cantidad de escaños y es la primera minoría. Juntos perdió bancas, pero es una incógnita qué va a pasar con el bloque y cómo se va a acoplar el ala dura a los libertarios que tendrán por primera vez representación con siete senadores que entran ahora.

En caso de ensamble para engordar los números y acercarse a la cantidad del PJ, los halcones del PRO tienen en sus filas al cordobés Luis Juez que, atento a los movimientos, sondea los números para ver si entra o no en la discusión. Juez, que en las últimas semanas habló más que en los últimos meses con Macri, tuvo una larga conversación con el expresidente el sábado y conversaron de Milei. Cuando todavía no había ganado el balotaje.

El espacio amarillo tiene más larretistas que macristas, pero Juez mantiene el diálogo abierto con ambos, según reconocen en el Frente Cívico. Macristas y juecistas coincidieron que las prioridades pasan por la conformación del Ejecutivo, pero colocar a los mileístas de Juntos en las líneas sucesorias del Congreso, es un dato relevante.

En la Cámara alta, Juez tiene buena relación, entre otros, con el expresidente del PRO, el misionero Humberto Schiavoni; y con la santafesina Carolina Losada. Quien también está en la carrera por la presidencia provisional del Senado.

De todas maneras, al margen del poroteo que hace el juecismo, los dos grandes rechazos vendrán por el lado del peronismo. Ni el kirchnerismo duro, como así tampoco el PJ federal, representado en el Senado por Alejandra Vigo, levantarán la mano para que Juez llegue el tercer escalón nacional. “No pasa ni por asomo”, dijo una alta fuente del peronismo provincial. Mientras, negocia de manera directa la gobernabilidad con Milei y los libertarios.