Llaryora quiere una liga territorial al estilo partido cordobés

Por Yanina Soria

Como hombre surgido del intendentismo, el gobernador Martín Llaryora tiene especial consideración por la figura de los jefes comunales. A lo largo de toda su campaña provincial ponderó la fuerza política de los intendentes y se jactó de ser el primer gobernador que ya gestionó en el interior lo que, se supone, le permitiría poder garantizarles a todos los alcaldes una mirada bien federal de su administración. 

Empezó por sumar a muchos dirigentes que, como él, pasaron por el poder Ejecutivo municipal y hoy son parte del equipo de gobierno, entre ellos, hay ministros y secretarios ex intendentes, tanto del peronismo como de otras fuerzas políticas. A tono con el estilo del partido cordobés que todavía sigue adosando figuritas no PJ, Llaryora cree en la construcción de una liga territorial con intendentes propios y otros afines. 

Por eso, se propone hacer del vínculo con los 427 municipios una marca de su gestión. Y para ello le encomendó a su flamante ministro de Gobierno, Manuel Calvo, activar todos los resortes institucionales y políticos para articular con los alcaldes de los 26 departamentos. 

En lo que va de la gestión provincial, la cartera del ex vicegobernador ya entró en contacto con los jefes locales de todas las regiones de la provincia, en la mayoría de los casos, se realizaron reuniones presenciales en el Panal. 

Bien vale apuntar que los resultados de las últimas elecciones en Córdoba dibujaron un nuevo mapa político en el interior con una retracción importante del peronismo en ciudades importantes y, por el contrario, una avanzada de Juntos por el Cambio. Ese elemento sumado a la imposibilidad de la re reelección que afectó a muchísimos jefes municipales, hizo que poco más de la mitad de los intendentes sea nuevo en esa función. 

Entonces el llaryorismo debuta en el poder central junto a toda una nueva camada de intendentes que también estrenan título. Por ahora, el ida y vuelta en general con el Panal es correcto en términos institucionales y hay predisposición al trabajo conjunto. Un ejemplo claro de ello es la adhesión de municipios no PJ a la nueva Ley de Seguridad. 

En ese marco se inscribe la ronda de “escucha activa” que inició Calvo y su equipo, con el que Hacemos busca trazar un diagnóstico de la situación de cada región mientras ofrece una labor conjunta con la Provincia. “Un gobierno de mucha cercanía, de diálogo, de apertura y de acompañamiento al desarrollo de las políticas públicas locales, para que los intendentes las puedan llevar adelante en beneficio de todos los cordobeses”, resumió el ministro. 

Pues, por un lado, se releva la realidad que se vive en los distintos puntos de la provincia, mientras que, por el otro, Calvo informa frente a las autoridades municipales y comunales las líneas definidas por el gobernador para el mandato que acaba de arrancar.

Eso desde el punto de vista institucional. Pero también subyacen objetivos mucho más políticos vinculados al planteo del gobernador Llaryora de seguir ampliando todo lo que se pueda la base de Hacemos Unidos. 

El modo “Pac Man” del peronismo sigue activado y la cantera del intendentismo, resulta un lugar apetecible para el oficialismo. De hecho, uno de los secretarios que integra el equipo de Calvo es el radical Orlando Arduh, un dirigente de vasta experiencia política y con llegada a los intendentes de su partido que pasó al gabinete provincial. Allí su rol político pasa por articular y acercar justamente dirigentes boina blanca al espacio oficialista. 

El ministerio de Gobierno, la cartera más política del gabinete integrada, además, por dirigentes del interior profundo como Augusto Pastore (Freyre), y Natalio Graglia (Villa Nueva), se propone insistir frente a los intendentes en el federalismo, la labor en los territorios y el concepto de “gobierno abierto”, como principios en los que pretende basar la gestión Llaryora. También en las llamadas “reformas de segunda generación”, en especial las aplicadas a las áreas de educación, seguridad y salud.

Para los primeros días de febrero está previsto el debut de la Mesa Provincia Municipio de este nuevo gobierno. Ese lugar de diálogo formal entre las comunas y las autoridades provinciales también se reconfigurará, pues la oposición irá fragmentará en distintos bloques.