La Instalación Subversiva de la Política Armada

Por Daniel Alvarez Soza

    Tanto en la Argentina como en Chile, según hemos visto, se organizaron entre mediados y fines de los ‘60 diversos grupos subversivos, que respondían a tendencias ideológicas diversas. En este sentido debemos hacer presente que tales agrupaciones armadas perfectamente individualizadas, respondían a una denominación individual e identificación política determinada.

    Los lugares comunes en que se sustentaron la gran mayoría de las agrupaciones pertenecientes a ambos países estuvieron dadas por hechos políticos y sociales  que ciertamente permitieron su surgimiento, tal como fue el triunfo de la guerrilla en Cuba, así como el impulso que el propio Primer ministro Castro consagró en ellas a partir de la convocatoria que formuló , primero, a la Tricontinental de La Habana  y luego a OLAS, sin perjuicio de las influencias que en el plano interno gravitó o determinó sus existencias, y que en el caso chileno estuvo dada por la crítica que la extrema izquierda planteó  hacia sectores de la misma izquierda tradicional y que calificó de burócrata, mientras que en el caso de la Argentina  -al menos en sus inicios- estuvo determinada por el impulso doctrinario, que desde el punto de vista violentista, emprendió Juan Perón desde el exilio, produciéndose acá una identificación que al respecto de la guerrilla argentina la distingue de la chilena y que se trasunta en la idea de promover un socialismo nacional que luego derivó en concepciones de corte trotskista- marxista, marxista-leninista e incluso maoísta que permitieron en cada experiencia la aparición de diversas organizaciones, distinguiéndose entre ellas una multiplicidad de corrientes ideológicas.

   Así tenemos que en la Argentina  encontramos:

 El Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), reconocía una dirección político-ideológica trotskista-guevarista.

 Las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), de tendencia peronistas-marxistas.

 Guerrilla para el Ejército de Liberación (GEL), chinoístas-nacionalistas.

 Fuerzas Argentinas de Liberación (FAL), marxistas-leninistas.    

 Fuerzas Armadas Peronistas (FAP), que se integran con la extrema izquierda peronista.

 Montoneros y Descamisados, también de tendencia peronista cuyos integrantes, como ya hemos señalado respondían a distintos orígenes ideológicos (1).

      Según Díaz Araujo, “La Segunda época (Alianza- Unificados). En 1972 con Descamisados; en 1973 con la FAR; y en 1974 con la FAP. Castro-comunistas con emblema y fachada peronista”, agrega que “Correspondían a la denominada “Tendencia Revolucionaria del Peronismo”: la JP (Juventud Peronista), regionales MUP (Movimiento Universitario Peronista), JUP (Juventud Universitaria Peronista), JTP (Juventud Trabajadora Peronista), UES (Unión de Estudiantes Secundarios), ARP (Acción Revolucionaria Peronista), MVM (Movimiento Villero Marxista), AE (Agrupación Evita), MIP (Movimiento Inquilinos Peronistas)” (2).

    Organización Comunista Poder Obrero (OCPO), cuyo brazo armado fueron las Brigadas Rojas del Poder Obrero. Organización que aglutinó a sectores del Poder Obrero, Lucha Socialista, Movimiento Izquierda Revolucionaria y a la Organización Revolucionaria Poder Obrero. A mediados de 1975, se unió a ésta el grupo Lucha Socialista de La Plata. Su objetivo inicial fue la constitución del Partido Obrero Comunista. La tendencia ideológica de esta organización era marxista leninista con elementos trotskistas (3).

     Díaz Araujo, en su obra “La Guerrilla en sus libros”, Tomo I; en relación con las organizaciones subversivas nos dice que: “Los tres principales -Montoneros, OCPO y ERP-, fundados en distintas fechas del 1970, alcanzaron su cenit (cumbre)  un lustro después” (4).

   Sin embargo, “quien hace la mejor semblanza de alguna de ellas, las más importantes por su protagonismo, el número de adherentes y misiones terroristas que cumplieron” es Juan Gasparini, que en su obra “Montoneros Final de Cuentas”, relata como se “integraron estos grupos, quienes fueron sus principales dirigentes y cuáles sus acciones más relevantes o aquellas por las cuales cobraron notoriedad dentro del tejido social” (5).

    “En el caso de las FAR, menciona como su fundador a Carlos Enrique Olmedo y uno de los operativos de mayor relevancia que éstas organizaron y ejecutaron, habría sido la toma de la localidad de Garín el 30 de julio de 1970”.

      El operativo se denominó “Gabriela”, “duró cuarenta y cinco minutos aproximadamente, e intervinieron unos cincuenta hombres conducidos por Carlos Enrique Olmedo (...). “Este grupo armado, conocido como Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), lo componían jóvenes que anteriormente  habían actuado bajo la jefatura del “Che” Guevara, conjuntamente con disidentes del Partido Comunista, del trotskismo y de otros sectores de izquierda. Luego se fueron sumando desprendimientos de otras organizaciones, como en el caso del FAL” (6).

     “Se cree que iniciaron sus actividades en las postrimerías del gobierno del Dr. Arturo Illia y sin haberse consagrado definitivamente a una identidad ideológica, que luego definirán como peronista, y tomando la estrategia del “foco urbano”. Frente a la cuestión ideológica, se sostuvieron extensas polémicas que Carlos Olmedo en nombre de las FAR, mantuvo con los de la FAP, ERP, etc. Olmedo partía de las siguientes bases:

“El marxismo, el leninismo, son interpretaciones de la realidad de un enorme rigor científico. En este sentido, para nosotros es un instrumento teórico. Además, Marx, Lenin, Mao, Guevara han pensado en la sociedad nueva. (…) En ese sentido, el marxismo leninismo puede entenderse globalmente como una concepción del hombre, como tal la sentimos nuestra” (7).

      Guerrero citando a Gasparini, nos dice en cuanto a las “FAP, si bien no menciona a nadie en particular como fundador exclusivo, “relata que dentro de su organización se confundieron militantes de la derecha-nacionalista como la de la izquierda “todos impactados por las revoluciones de Argelia y Cuba” y menciona, sólo por citar algunos, a Diego Ruy Frondizi, José Luis Nell, Carlos Alberto Caride y Miguel Zavala Rodríguez. Estos últimos dirigían la fracción que más tarde se unió con Montoneros” (8).

   Frente a esto Díaz Araujo agrega: “Las Fuerzas Armadas Peronistas al igual que los Uturuncos, fueron influenciadas por la Revolución cubana por lo que adoptaron la modalidad de aplicar la guerrilla rural. Instalaron al “Destacamento 17 de Octubre” cerca de la pequeña población tucumana llamada Taco Ralo.

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1.-  VAZQUEZ VIERA, Emilio: Ob. cit. 233.

2.- DIAZ ARAUJO, Enrique: “La Guerrilla en sus Libros”. Tomo II. El Testigo Ediciones. 1era. Ed., 2009. Mendoza. Argentina. Págs. 47 y 79.

3.-GONZALEZ BREARD, Eusebio: “La guerrilla en Tucumán. Una historia no escrita”. Bs. As., Circulo Militar. 1999 Pág. 145.

4.- DIAZ ARAUJO, Enrique: “La guerrilla en sus libros”. Ob. cit. Pág. 93

5. GASPARINI, Juan. Citado por VAZQUEZ VIERA, Emilio:. Ob. cit. 234.

6.- ZAPATA, Edgar Antonio: “Guerrilla y Montoneros”. Ob. cit. Pág. 63.

7.- DIAZ ARAUJO, Enrique: “La guerrilla en sus libros”. Ob. cit. Pág. 94

8.- GUERRERO, Alejandro: “El Peronismo Armado”. Ob Cit. Pág. 172.