17-O: El PJ celebró con Llaryora y sin Schiaretti (hubo división de roles)

Por Felipe Osman

El PJ eligió cuidadosamente el auditorio en el que celebró el Día de la Lealtad. Fue el Club San Vicente, en la seccional 5ta. Una de las dos en las que mayor tracción demostró en los test electorales del año pasado. La otra era la 12da. Quizá el hecho de que el legislador Leonardo Limia –junto al secretario del Gobierno Municipal, Rodrigo Fernández- estuviera a cargo de la organización tuvo algo que ver. El legislador mantiene una interna sotto voce con el máximo referente de la 12da, Pablo Ovejeros.

Más allá de estas minucias, la organización de acto cumplió con el propósito planteado de antemano por la conducción del partido. Reunir a la militancia peronista para bajar un mensaje de contención o, cuanto menos, para no dejar pasar sin más la fecha más simbólica de la liturgia justicialista.

Sobre las 18.30 empezaron a llegar algunas de las figuras más representativas del partido. Y una hora más tarde llegó el gobernador. 

En la tribuna hubo una presencia dominante de la CGT Regional. La CGT Córdoba -la otra CGT- ni siquiera pisó el Club San Vicente. Celebro la fecha con un conversatorio en su casa histórica. Las 62 Organizaciones Peronistas, en tanto, ya había hecho su propia conmemoración el jueves en La Calera, pero igual se hicieron presentas con una delegación de 30 secretarios generales liderados por Ricardo Moreno, el secretario político de la organización.

En la primera fila se podía distinguir, además de la senadora nacional Alejandra Vigo y el intendente Daniel Passerini, a Miguel Siciliano, Mariano Lorenzo (Movimiento Evita), Pablo Chacón (Agec), Ricardo López (Sanidad), Gustavo Pedrocca (Suvico), Héctor Campana, Sandra Trigo, Martín Simonian y Marcos Vázquez, entre otros.

Antes de que tomara la palabra el primer orador, sonó la marcha peronista. Luego, López, de Atsa, y triunviro de la CGT Regional, fue el encargado de romper el hielo con unas breves palabras. Además de los saludos de rigor, habló de “volver a gobernar”, en referencia al Gobierno Nacional. Una alusión llamativa, si se tiene en cuenta que el PJ Córdoba congeló hace tiempo su relación con el PJ Nacional. Flotó la duda de a qué se pudo haber referido con “volver”.

Después de López habló Vigo. La senadora agradeció a los asistentes y a los organizadores del evento, adelantó que el año que viene, cuando se cumplan 80 años del Día de la Lealtad, la fiesta iba a ser mucho más grande –aunque cuesta imaginar a un PJ Cordobés celebrando el 17 de octubre a días de competir en las Legislativas-, y envió un mensaje fuerte de apoyo a Passerini: “Demostremos nuestra lealtad defendiendo al gobierno de nuestra ciudad”.

Hubo, luego, elementos nacionales. Vigo habló de la necesidad de garantizar mejores ingresos para los jubilados nacionales y la defensa de la educación pública, dando pistas sobre la plataforma electoral que Juan Schiaretti prepara para su incursión nacional del año próximo.

Tras Vigo, tomó la palabra Daniel Passerini. El intendente fue el que arrojó los cuestionamientos más duros contra el Gobierno Nacional, y el que más apeló al recuerdo de Perón. Abrió su discurso diciendo “En estos momentos tan tristes de la historia de nuestro país, el mensaje de Perón tiene una vigencia extraordinaria”.

Passerini destacó las políticas de integración y ascenso social desplegadas por el primer peronismo, en especial, la gratuidad de la enseñanza universitaria, y llamó a actuar en su defensa. De igual modo, recordó el rol de José Manuel de la Sota como el arquitecto de la fuerza que llevó al peronismo a gobernar Córdoba, y resaltó a su padrino político y a Schiaretti como “los mejores intérpretes de Perón que tuvo la Argentina”.

Para cerrar habló Llaryora. El gobernador habló de construir “un modelo económico con la gente adentro” y “con respeto a la institucionalidad y la libertad de prensa”, retomando las diferencias que suele marcar con el Gobierno Nacional. 

También habló del conflicto universitario, y pidió a Milei una convocatoria abierta a todos los sectores para llegar a una solución pacífica, sin tomas ni desfinanciamiento.

Después tuvo un giro. Reclamó diálogo, habló de la importancia de “construir puentes en lugar de cavar trincheras”, parafraseando a De la Sota, y para sorpresa de muchos habló del Partido Cordobés en plena celebración justicialista. Hacia el final de sus palabras, manifestó una vez más su apoyo a la proyección nacional de Schiaretti.

Cuando Llaryora terminó su discurso, volvió a sonar la marcha peronista.

El oficialismo dejó ver un juego de equipo. Llaryora, junto a Vigo y Passerini, participaron de un acto que era importante para sus militantes, y libraron a Schiaretti de tener que hacerlo, en un momento en que el ex gobernador está embarcado en la construcción de un espacio de centro o centro derecha para jugar en el tablero nacional. Seguramente, lo más oportuno era no mostrar paralelismos con el PJ Nacional.

Pero en esa tríada, Passerini-Vigo-Llaryora, también se vieron distintos roles. La senadora, jefa del PJ capitalino manifestó su apoyo al intendente y abordó algunos de los que probablemente sean los ejes de la campaña nacional de Schiaretti. Passerini envió el mensaje de mayor ADN PJ, probablemente para contener al militante apegado a las banderas justicialistas. Y Llaryora dio volumen al acto, sin dejar de lado el objetivo político de avanzar en la construcción del Partido Cordobés que tanto escozor causa en la base del peronismo territorial.