Schiaretti sale con empujón local mientras Massa instruye no atacarlo

Por Bettina Marengo

El gobernador Juan Schiaretti volvió a la escena nacional con el espaldarazo del amplio triunfo del PJ-Hacemos Unidos por Córdoba en la Capital de Córdoba y tras el envión que le dio el gobernador electo, Martín Llaryora, quien el domingo a la noche, en un discurso que tuvo alta repercusión en los medios porteños, apuntó a los “pituquitos de Recoleta” y revalidó los liderazgos del interior. Con el mérito de haber sostenido en pie al PJ provincial y capitalino en medio de las derrotas de los peronismos distritales, el sanfrancisqueño es ahora un puntal para la precandidatura del gobernador, al que le cuesta marcar fuera de Córdoba. 

En CABA, el mandatario visitó la Exposición Rural de Palermo donde se van a mostrar, con excepción de la izquierda, todos los presidenciables. Allí dio un mensaje para la tribuna de productores que lo escuchó. Dijo que deben eliminarse las retenciones a las exportaciones agropecuarias y prometió que si es elegido presidente iniciará un proceso gradual para terminar con ese impuesto y reemplazarlo por impuesto a las Ganancias.

El mismo mensaje anti retenciones había dado Llaryora el domingo a la noche en el Quórum, dejando en claro que la fobia cordobesista tiene diferentes relieves según el caso. Pitucos y subsidiados para los de Juntos, retencionistas para los K y Massa, que mandaba cordialidad desde el estudio de Duro de Domar. “Hoy somos más cordobeses que nunca”, lanzó con un sonriente Schiaretti a su lado y con la diputada Natalia de la Sota a dos pasos.

Tras su paso por la Rural, Schiaretti recorrió canales porteños. Al PJ provincial le quedó claro que el senador Luis Juez hizo su agosto en el interior de Córdoba para las elecciones del 25 de julio con su insistente presencia ante las cámaras “nacionales”. Sin embargo, su campaña tendrá su núcleo duro en la provincia de Córdoba. El precandidato presidencial de Hacemos por el País empezará este miércoles en Villa María sus recorridos por el interior de la provincia, que continuarán por las principales ciudades de la provincia, en búsqueda de captar el voto propio y el moderado que comparte con el sector larretista de Juntos por el Cambio, con el que tiene expectativas de alianza después de la primera vuelta. 

Las visitas al interior son parte de lo anunciado por la cúpula provincial al grupo de intendentes y legisladores que el jefe del Panal convocó poco después de las elecciones provinciales, a fin de instarlos a trabajar por la nacionalización del peronismo cordobés de la mano de su candidatura. Una nacionalización que muchos intendentes peronistas frentetodistas y con origen en el delasotismo, no ven como tal porque entienden que el juego de Schiaretti no es nacional, sino que acaba en la lista de diputados nacionales. Sí encuentran ese incentivo en Sergio Massa, que con sigilo y sin irritar a los “dueños de casa” viene armando en la provincia, más con miras a las primera vuelta y al balotaje que a las PASO, pero desde ahora. Se supone que la bajada será más desembozada ahora que pasaron los comicios y el PJ retuvo el gobierno capitalino.

La semana pasada estuvieron en Córdoba dos armadores del tigrense, los renovadores Juan José Alvarez y el diputado nacional Carlos Selva. Se reunieron con intendentes del PJ, entre ellos el villamariense Martin Gill y leonense Fabian Francioni, y con distintos espacios y referentes del cada vez más atomizado mundo cristinista/kirchnerista provincial, entre ellos la diputada nacional y candidata a repetir la banca Gabriela Estevez. También se vincularon con gremios. Tras esos encuentros, ayer se hizo una reunión de referentes en Monte Maíz.

Los enviados de Massa escucharon a todos y bajaron una línea: la idea del precandidato de Unión por la Patria es no desgastar ni pegarle a Schiaretti sino convivir sin buscar desgastarlo, con la idea de que le reste votos a Horacio Rodríguez Larreta. Es más fácil transferir a Massa en segunda vuelta desde el Gringo, especulan, en un análisis que deja de lado el poderoso factor Llaryora y su rol en este juego, donde él quiere ser la cabeza del “movimiento cordobés”. 

Además de encuadrar la campaña, los visitantes se fueron con una idea de lo dificultoso que será armar en Córdoba una mesa unificada Massa presidente. Hay intendentes peronistas, como el delasotista Edgar Bruno, de Canals, que anunció que trabajará para la lista presidencial de Unión por la Patria y para los diputados nacionales del PJ cordobés, lista que encabezan el schiarettista Carlos Gutierrez y la viguista Alejandra Torres. Es un llamado directo a cortar la lista de Estévez y Martín Fresneda que choca con las necesidades del cristinismo nacional de conformar un bloque de diputados propio.