Escritorio pequeño, música grande
En julio de este año, Nathy Peluso tuvo su chance de participar en un “Tiny Desk” que la mostró en una faceta más jazzera y cool, en tanto que Ca7riel y Paco Amoroso hicieron lo propio el mes pasado, con una performance descomunal que ha obtenido reproducciones al infinito.
J.C. Maraddón
Por estos días se están cumpliendo 30 años desde la aparición del álbum “MTV Unplugged in New York”, del trío Nirvana, que había sido grabado un año antes y que fue, en definitiva, lo último registrado por Kurt Cobain, quien falleció el 5 de abril de 1994. El disco fue también lo primero que se conoció de Nirvana tras el deceso del guitarrista y cantante, lo que convirtió a ese lanzamiento en un fenómeno de ventas. Pero, además, consolidó la tendencia de los “unplugged” que había impulsado la cadena de televisión y que en aquellos años representó una moda a la que muchos se plegaron.
A fines de los ochenta, en pleno resurgimiento del metal y con el batifondo del rap y la electrónica en ebullición, la idea de volver a los conciertos acústicos resultaba revolucionaria. Y MTV decidió propiciar el proyecto presentado por los productores Robert Small y Jim Burns, que desde su misma denominación aludía a “desenchufar” los instrumentos y atreverse a desvestir las canciones de los artificios técnicos que las rodeaban, para ofrecerlas de una manera prístina que posibilitaba escucharlas tal como habían sido concebidas a la hora de componerlas. Los televidentes saludaron con euforia esta iniciativa.
En un principio fueron bandas y solistas no tan populares los que se prendieron con este formato, pero a comienzos de los noventa algunos nombres de fuste aceptaron el desafío y fue así como los MTV Unplugged cobraron mayor fama y empezaron a despertar el interés masivo. Quizás la mayor repercusión haya provenido del programa que protagonizó Eric Clapton en 1992, cuyo video y álbum recorrieron el mundo dejando a todos admirados del prodigio que conseguía el eximio guitarrista sin la necesidad de contar con la parafernalia que envolvía habitualmente a los shows que él brindaba con su banda en grandes estadios.
No fue escaso el aporte que los MTV Unplugged le hicieron a la industria discográfica, justo en ese momento en que el CD aceleraba su carrera triunfante luego de haber desplazado por completo a los viejos discos de vinilo. Y no era raro entonces que, cuando ese soporte digital comenzó su caída bajo las garras de la piratería de los archivos de audio y los escarceos iniciales del streaming, surgiera una nueva propuesta al estilo de aquellos recitales acústicos, que devolviera a sus raíces a esos músicos tan familiarizados en el nuevo milenio con fastuosas puestas en escena y recursos tecnológicos deslumbrantes.
Hace 16 años debutaron en un programa del servicio de radiodifusión pública de Estados Unidos los “Tiny Desk”, presentaciones en vivo que, con reminiscencias a los “unplugged”, se realizan en una oficina de la emisora, junto al pequeño escritorio (tiny desk) que supo pertenecer a Bob Boilen, quien era el conductor del ciclo. Con el paso del tiempo, decenas de artistas desfilaron por estas breves intervenciones que a veces se mudaron de escenario pero que conservaron su cuota de intimidad y simpleza, inclusive cuando grandes estrellas de la música pop como Taylor Swift o Dua Lipa, se sumaron a la corriente sin temor a defeccionar.
En julio de este año, Nathy Peluso tuvo su chance de participar en el juego con un “Tiny Desk” que la mostró en una faceta más jazzera y cool, en tanto que Ca7riel y Paco Amoroso hicieron lo propio el mes pasado, con una performance descomunal que ha obtenido reproducciones al infinito. Aunque las plataformas de streaming sigan siendo la vía por la cual la gente accede a su música favorita, es indudable que la misma dinámica del negocio discográfico impulsa cambios que afectan a los intérpretes y que los incitan a probar nuevos modos de difundir su obra.