Génesis insurreccional en la Argentina: La Correspondencia que Perón mantuvo con su delegado personal John William Cooke

Parte 7/7

Nacional05 de septiembre de 2024 DAS
Peron Cooke 5-9

Daniel Alvarez Soza 

    “Sin embargo, desde el 14 de noviembre de 1957 y hasta Febrero de 1959, la relación Perón-Cooke va teniendo un cambio notorio. Todo parecería indicar que la traslación ideológica de Cooke, Que se hace cada vez más definida, se va acrecentando en la misma proporción en que decrece la voluntad de apoyo incondicional de Perón hacia su delegado”.

   “Así pues, Cooke va a concretar su pensamiento de una manera que resulta a nuestros ojos reveladora e indiscutible. En carta fechada el 14 de noviembre de 1957, Cooke le sintetiza a Perón su pensamiento revolucionario diciéndole: “Una revolución requiere partido revolucionario, jefes revolucionarios y mito revolucionario, por un lado, y la ocasión, por el otro”.

   “Cuando falla alguno de estos elementos, el triunfo es poco menos que imposible. Marx y Engels tenían un pensamiento revolucionario, pero después de 1848 nunca tuvieron la posibilidad de estar en una barricada defendiendo sus ideas. Blanqui jamás pudo pasar de  intentonas destinadas al fracaso. Bakunin y Mazzini tampoco lograron cristalizar en realizaciones su capacidad revolucionaria. A todos les faltó contar con alguno de los requisitos que producen el hecho de la insurrección triunfal”.

     “Nosotros tenemos el Jefe revolucionario y el mito revolucionario: Perón. A través de la unificación y la labor organizativa estamos creando la fuerza revolucionaria. Después aprovecharemos la ocasión” (41).

      Y agrega más adelante: “Nosotros no estamos contra una política, sino contra un sistema. No aceptamos, entonces, combatir dentro de ese sistema. No hacemos “crítica opositora” sino “política revolucionaria”. Ese régimen, aunque todavía cuente con las Fuerzas Armadas, no es fuerte sino en la medida en que nosotros le temamos y veamos como utópica la empresa de terminar violentamente con él”.

   “Recuerdo un trabajo de Mao Tse Tung donde nos decía: Nos oponemos a las campañas prolongadas y a una estrategia de decisión rápida, y creemos en una estrategia de guerra prolongada y en campañas de decisión rápida”. “Estamos contra el dualismo en las direcciones estratégicas y por el golpe dado en una sola dirección”.

  “Esto es perfectamente aplicable a nuestra situación, porque fue escrito teniendo en vista el combate de tipo guerrillero con fuerzas superiores en potencia militar. Y creo que en idénticos principios se inspiró Hindenburg frente al ejército rojo”.

   “Temo que lo estoy abrumando con cosas que Ud. ya ha expresado con toda claridad, dándoles formas prácticas en las “Instrucciones para todos los peronistas”. Pero lo he hecho de intento porque creo que debe insistir en ellas a fin de que todos terminen de comprenderlas y aún los blandos dejen de jugar al azar, el golpe milagroso o a las astucias que les dictan sus discutibles ingenios” (42).

     “Pareciera, que frente a esta confesión o autodefinición ideológica por parte de Cooke, Perón se hubiera visto sobresaltado y en razón de ello, al menos en nuestra opinión, habría comenzado a poner distancia con su delegado. Entiéndase bien que al decir que está poniendo distancia con Cooke, no queremos sugerir que haya cedido en su propuesta violenta. Por el contrario, lo que le preocupa, es que esta desviación ideológica de su heredero, pueda suponerse compartida por el líder natural del movimiento, por ello, veremos como con el tiempo va a separar las afinidades metodológicas de las diferencias ideológicas”.

        “A tal punto vemos esta diferencia en la trayectoria epistolar que los ha unido, que en carta de fecha 22 de noviembre de 1957, ocho días después que Cooke hiciera aquella confesión, Perón desliza un párrafo que no podemos dejar de tener presente a la hora de evaluar la postura insurreccional que venimos destacando”.

    “En esa misiva, no obstante reconocer que prefiere seguir “en la más absoluta violencia”, esta vez la condiciona y allí le dice Cooke: “…La violencia que nadie se haga matar por los tanques ni las ametralladoras porque diluida en el tiempo no lleva a esos extremos, se trata en cambio de seguir en la resistencia pasiva, la intransigencia y la lucha política en todos los terrenos en espera de condiciones convenientes para actuar decisivamente…” (43).

   “Pero insistimos, este distanciamiento o enfrentamiento al que nos hemos referido, no implica el abandono por parte de Perón de su estrategia originaria, sino que pretende o al menos esto es lo que interpretamos del texto de sus cartas, morigerar transitoriamente sus efectos, ya que diez meses después para el 30 de septiembre de 1958, va a volver sobre el particular diciéndole: “Yo creo que cada día la situación se va poniendo más peligrosa tanto para los enemigos, como para nosotros y especialmente para el país. La proscripción del peronismo se ha consolidado por la aprobación legal de los decretos leyes de la dictadura gorila, de manera que poco a poco debemos irnos convenciendo que, cerrados los caminos legales, sólo nos va quedando la violencia para resolver nuestros problemas, con lo que se cumple lo previsto en las directivas que se consideraron prematuras y se confirman mis predicciones hechas en todas las cartas que desde la del 7 de junio le vengo enviando…” (44).

    “Al parecer ese retorno a sus planes de violencia, habría resurgido a partir de Junio de 1958, oportunidad en la que redacta nuevas Directivas Generales para todos los Peronistas (Julio de 1958) y en esta carta que comentamos, le manifiesta a Cooke se alegría al ver que se ha iniciado la efectiva ejecución de aquellas. Pero a la vez, aprovecha la ocasión para desvincular  -como dijimos en párrafos precedentes- las ideologías de las metodologías y en tal sentido, le dice: “He recibido sus telegramas y me alegra que las gestiones de la organización vayan progresando, como asimismo que se haya decidido poner en ejecución las “Directivas  Generales Para Todos los Peronistas Nº 2” porque creo que en el sentido indicado ya nada tenemos que esperar y que además se haya comenzado con la agitación sobre los temas indicados en las Directivas del 1º de julio porque sino los comunistas y socialistas amarillos nos van a copar las banderas del peronismo y, aunque comenzamos un poco tarde, si se hacen bien las cosas podemos ganar el tiempo perdido” (45).

    “Sin perjuicio de esto, ya el grado de violencia al que originariamente recurría Perón, muestra sus debilidades, a tal punto que en carta fechada el 20 de diciembre de 1958, ubiquémonos en el momento político que vivía el país con un presidente  -Frondizi- que se sentía en mejores condiciones para enfrentar al peronismo y asumía en consecuencia una postura amenazante para con la fuerza opositora proscrita, Perón le dice a su delegado, refiriéndose precisamente a ese gobierno y su nueva imagen: “…lo importante es descargar cuanto antes una acción organizada contra el Gobierno que, liberado ahora de la amenaza gorila, se lanzará todo contra nosotros. Para enfrentarlo necesitamos desarrollar una intensa agitación para todos los medios, comenzar la resistencia pasiva y la desobediencia civil, en la misma forma que lo hicimos contra la dictadura. No digo que vamos ahora a empezar a tirar bombas pero sí que debemos organizar en forma la campaña de panfletos, murmuraciones, protestas, desobediencias, paros, huelgas, desórdenes, provocaciones, sabotajes menores, etc.” (46).

    Si bien Perón, muestra una suerte de retractación de la virulencia utilizada en su origen, referida a la recuperación del poder, vemos que esta actitud resulta tardía y extemporánea, ya que los ánimos están desatados frente a un Cooke que ha tomado las banderas de la lucha propuesta, posición que no lo hará desistir en su proceder.

   “El 31 de diciembre de ese año, el gobierno de Frondizi anunció un plan de estabilización y desarrollo, que no conformó a la mayoría de la dirigencia política nacional, Ésta dedujo de los términos de aquel plan, lo que en principio se juzgaba como deliberado sometimiento a la autoridad y voluntad de los organismos internacionales.

     El 1º de enero de 1959, el presidente de Cuba Fulgencio Batista es derrocado por Fidel Castro, quien asumirá el 8 del mismo mes, en tanto que el presidente depuesto emprenderá la huida a la República Dominicana.

   Por esos días en la Argentina se había dispuesto la privatización del Frigorífico municipal Lisandro de la Torre, lo que provocó una notable movilización obrera, Galasso sintetizando los hechos acaecidos en aquellos días, elaborando un relato ilustrativo de los episodios que se vivieron, comentándonos: “…En la madrugada del 17 de enero de 1959, nueve mil obreros ocupan la planta oponiéndose a la privatización. Inmediatamente, “las 62 Organizaciones” llaman a la huelga general por tiempo indeterminado; Inclusive Vandor, con quien discrepé siempre  -recuerda Sebastian Borro, secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Carne- coincidió en llamar a Huelga General. La decisión de “las 62”arrastra inicialmente a “los 19” (comunistas) e incluso, a “los 32” gremios democráticos. El conflicto se generaliza y adquiere contornos insurreccionales. El 19 de enero, toda la industria se encuentra paralizada y los trabajadores ganan la calle. Grupos obreros son interceptados cuando intentan cruzar el Riachuelo a la altura de Avellaneda. La defensa de las fuentes de trabajo resulta, ahora, defensa del patrimonio nacional y cuestionamiento al plan económico acordado con el Fondo Monetario Internacional. La lucha gremial adquiere así contenido político. Cooke no organizó la huelga  -sostiene Borro- pero se solidarizó inmediatamente con la lucha de los trabajadores. La tradición oral del peronismo pone en boca de Cooke está consigna: “Aguantar unos días y vuelve Perón” (47).

     Cooke, a juicio de Vázquez Viera (visión que compartimos), vio en este movimiento de fuerza la estrategia sostenida por Perón en las dos etapas teorizadas en el camino insurreccional. Las que fueron puntualizadas al comentar la carta del 8 de Mayo de 1957, donde la primera etapa consistía en paralizar el país para luego ingresar a la segunda, esto es, poner en ejecución la acción guerrillera.

   “Cooke visualiza la posibilidad de concretar aquella primera etapa, solidarizándose con esta huelga de nueve mil hombres, que puede ser la base de la paralización total del país”.

   “Galasso continúa comentando aquellos episodios y nos dice: “La lucha está lanzada y en medio de ella, Cooke emite una proclama revolucionaria: Esta huelga es política en el sentido de que obedece a móviles más amplios y trascendentes que un aumento de salarios o una fijación de jornada laboral… El pueblo ha respondido en su conjunto a este planteo, encabezado por “las 62 Organizaciones”, expresando su solidaridad y demostrando su voluntad de lucha contra la ignominiosa entrega al extranjero que se está consumando a través de una minoría sumisa. Si los medios de lucha que se han usado no son del agrado de las personas que detentan posiciones oficiales, les recordamos que los ciudadanos no tienen la posibilidad de expresarse democráticamente y deben alternar entre persecuciones policiales y elecciones fraudulentas. No es posible proscribir al pueblo…No sabemos si este movimiento es “subversivo”, eso es una cuestión de terminología y en los países coloniales son las oligarquías las que manejan el diccionario. Pero sí decir que el único culpable de lo que pasa es el gobierno, heredero en esta materia de la oligarquía setembrina. Por ello, el pueblo está en su derecho de apelar a todos los recursos y a toda clase de lucha para impedir que siga adelante el siniestro plan entreguista. Esa y no otra es la meta que procura el Justicialismo encabezado por su jefe el General Perón” (48).

    El presidente Frondizi convoca a la Casa de Gobierno a los Dirigentes gremiales  -continúa relatando Galasso- “Borro concurre acompañado por hombres de “las 62” (Avelino Fernández, Jorge di Pascuale, entre otros), pero en la reunión no hay acuerdo.

    Según Galasso, éste habría sido el dialogo en aquella oportunidad:

“- Borro  - Mientras usted siga yendo a los Estados Unidos a entregar nuestro patrimonio, nosotros le vamos a parar el país.

-Frondizi  - Mire, mocito, yo no voy a aceptar sus intimaciones…”.

  “Inmediatamente, se acentúa la represión. El gobierno declara que no permitirá que con pretextos gremiales se produzcan actividades insurreccionales. Asimismo, declara zona militar a Beriso, Ensenada y La Plata y anuncia la movilización militar de varios gremios y la aplicación del Plan Conintes”

   “La resistencia, que había amainado desde la convocatoria electoral, rebrota ahora, con tal ímpetu que amenaza tumbar al gobierno. La policía resulta impotente para recuperar el frigorífico que permanece en manos de los trabajadores. El gobierno recurre al Ejército y a la Gendarmería, al tiempo que los 32 gremios democráticos y el grupo de sindicatos que adhieren al Partido Comunista (los 19), levantan el paro considerando que se ha politizado el conflicto. El Frigorífico Municipal es rodeado por las fuerzas gubernamentales y los tanques embisten contra los portones, derribándolos, para dar paso a piquetes de soldados que ingresan arrojando gases y balas, Los muchachos se aferraban a las puertas que los tanques volteaban…-recuerda Borro- Hubo heridos y varios muertos. A un muchacho del barrio le reventaron el estómago con una granada de gas lacrimógeno. El Hospital estaba lleno de heridos y a policía disparaba gases en las salas donde se curaba a los obreros. La indignación producida por la represión brutal conmueve a todo el barrio Mataderos, especialmente a Los Perales, grupo monoblocks construidos en la época peronista. Al día siguiente  -dice Borro- se produce la revolución de Mataderos. Sale el pueblo a la calle: cierran los negocios, dan vuelta camiones, levantan barricadas. Por cuarenta y ocho horas, Mataderos se convirtió en zona de resistencia popular y no pudo ser contenida…Pinchaban gomas, daban vueltas tranvías y autos… Era impresionante. Llorábamos al ver a la gente apoyándonos y luchando”.   

    “Pero el frigorífico es desalojado, gran cantidad de trabadores son detenidos y la huelga empieza a decaer. Vandor cae preso. Framini intenta infundir ánimo a su gremio para mantener la lucha. Amado Olmos renuncia a su cargo en el sindicato cuando un plenario de trabajadores de Sanidad levanta el paro. A mi me detuvieron en una casa de la calle Asunción  -afirma Borro- donde se habían reunido varios dirigentes…Después debieron intervenir el frigorífico porque no se faenaba y mucha gente seguía la lucha y no se reintegraba al trabajo. Las nuevas autoridades despidieron a cinco mil trabajadores. Recién el 22 de enero, las fuerzas del “orden” logran dominar la zona”.

    “Derrotada la ocupación y aislada la huelga que languidece, culmina este primer gran intento de los trabajadores contra el gobierno proimperialista. Cooke logra eludir la persecución policial, trasladándose, poco después, de nuevo a Montevideo: Durante 1959 y parte del ’60 fui el único exiliado político del país. Frondizi no me levantó orden de captura durante todo su gobierno. Con esta derrota, la estrella de John William Cooke comienza su declinación en el escenario de la política argentina”.

   “Once días después de la declaración de huelga general, el Consejo Superior y Coordinador del Peronismo emite un comunicado donde sostiene que lo sucedido en el Frigorífico “Lisandro de la Torre” respondió a una alianza de un sector del peronismo con el comunismo”.

   “Después de varias reflexiones sumamente prudentes respecto de la lucha de los trabajadores en Mataderos, el Consejo protesta por las molestias que han sufrido algunos de sus integrantes cuyos domicilios fueron allanados y toma debida distancia de los hechos, declarando incluso que John W. Cooke carece de autoridad dentro del movimiento. Evidentemente sus amigos  -“la línea blanda” que predomina en el Consejo- han encontrado la oportunidad para desprestigiar a Cooke a quien se le ha hecho fama de “loquito” y “terrorista”.

     “El 5 de febrero de 1959, Cooke le escribe a Perón dándole a conocer su “indignación por lo que considero un verdadero atentado contra los que estamos luchando contra la oligarquía: me refiero al último comunicado del Consejo Coordinador y Supervisor y al párrafo que se refiere a mí… El grupo Frigerio intenta presentar el paro general de los días 17 a 21 de enero como una maniobra de “un sector del peronismo, aliado al comunismo”. Eso indigna a nuestro movimiento que reivindica el honor de haber promovido y mantenido la rebelión popular. Pues bien, aparece el Consejo Coordinador y Supervisor y da el comunicado, cuyo análisis demuestra que nuestro organismo máximo en el país está en un todo con la tesis frigeriana… Hasta le da la razón en sus ataques contra mí, haciendo la aclaración de que carezco de autoridad dentro del Movimiento…Esa aclaración tiene un doble objeto: hacerme daño y congraciarse con la línea integracionista. Esa agresión es torpe y para colmo, llevada a cabo en momentos en que debo actuar perseguido como una bestia feroz…No solamente mi libertad está en peligro, sino, posiblemente, mi vida pues a mi no me defiende ningún sector del gobierno y todos concuerdan en que hay que cazarme. Esa persecución, los peligros inherentes a mi actividad, las medidas que diariamente se toman contra mi familia y mis amigos, todo eso son riesgos que siempre he corrido con plena conciencia y forman parte de lo que debe soportarse cuando se lucha por una causa como la nuestra. Pero las puñaladas por la espalda, dadas desde el propio movimiento, al amparo de posiciones otorgadas por usted, eso ya es otra cosa y no puedo silenciar mi enérgica protesta…” (49).

   A partir de esta última misiva, se interrumpe la correspondencia con Perón hasta el mes de julio de 1960.

   Cooke ya vuela solo.  

_____________________________

41.- “Correspondencia Perón – Cooke” tomo  II, Ob. cit., Pág. 9/ 10 .Citado por VAZQUEZ VIERA, E. Ob. cit. 171.

42.- “Correspondencia Perón – Cooke” tomo II, Ob. cit., Págs. 11/12 .Citado por VAZQUEZ VIERA, E. Ob. cit. 172.

43.- “Correspondencia Perón – Cooke” tomo II, Ob. cit., Pág. 51 .Citado por VAZQUEZ VIERA, E. Ob. cit. 173.

44.- “Correspondencia Perón – Cooke” tomo II, Ob. cit., Pág. 105 .Citado por VAZQUEZ VIERA, E. Ob. cit. 173.

45.- “Correspondencia Perón – Cooke” tomo II, Ob. cit., Pág. 108 .Citado por VAZQUEZ VIERA, E. Ob. cit. 174.

46.- “Correspondencia Perón – Cooke” tomo II, Ob. cit., Pág. 127 .Citado por VAZQUEZ VIERA, E. Ob. cit. 174.

47.- GALASSO, Norberto. Ob. cit., Págs. 110-111.

48.- GALASSO, Norberto. Ob. cit., Pág. 111. (Revista Confluencia, enero de 1974).

  1. - GALASSO, Norberto. Ob. cit., Pág. 113. (Revista Confluencia, enero de 1974).

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