Chile: Congreso Pleno y la elección de Salvador Allende.

Asesinato del Comandante en Jefe del Ejército, Gral. René Schneider. Parte 1/3

Nacional05 de diciembre de 2024 Daniel Alvarez Soza
allende

Por Daniel Alvarez Soza
Doctor en Ciencias Jurídicas y Sociales.
Doctor en Ciencia Política. 

 Salvador Allende  participará por tercera vez, en las elecciones del 4 de septiembre de 1964, en donde compitieron las tres agrupaciones políticas de mayor representación de la época, resultando electo Presidente Eduardo Frei Montalva (Democracia Cristiana) con 1.409.012 votos (56.08 %) frente a las candidaturas de Salvador Allende (Frente de Acción Popular) que obtuvo 977.902 votos (38.92 %) y Julio Durán con 125.233 sufragios (4.98 %).

   “Como en el caso de Alessandri, los independientes y las mujeres influyeron decisivamente en el triunfo de Frei”.

 general  “La lucha electoral había sido tan enconada que muchos parlamentarios no concurrieron a la reunión congreso pleno que debía proclamar a Frei presidente de la república en razón de haber triunfado por mayoría absoluta. La primera sesión fracasó por falta de quórum (24 de octubre de 1964), lo que dio origen a bochornosos incidentes. Efectuada una segunda  sesión al día siguiente, el candidato victorioso fue proclamado presidente electo” (1).

    Volviendo a las elecciones de 1970, diremos que Regis Debray calificaba a la Democracia Cristiana, a pesar del apoyo a la UP, como “nieta ilegítima de la derecha”. A pesar de estas diferencias ideológicas entre esta colectividad con la izquierda marxista, igualmente reconocerá el mejor derecho de Allende a cambio de la aceptación por éste de la firma de un Estatuto de garantías constitucionales, que fue aprobado rápidamente en el Congreso con los votos demócrata cristianos y de la UP. La elección del candidato de la izquierda, que representaba a un tercio de los chilenos, quedaba así asegurada en la sesión del congreso pleno.

 

  Con respecto de estos hechos  Eduardo Labarca Goddard nos dice:

 

      “Finalmente llegó para Chile el viernes 4 de septiembre (1970).

    Alessandri había cerrado su campaña el domingo 30 de agosto con una concentración masiva frente a la Estación Mapocho. Hasta entonces en los mítines organizados por la derecha participaban casi exclusivamente las huestes alessandristas reclutadas entre sectores modestos y de capas medias y  algunos dirigentes políticos. Pero ese domingo la aristocracia bajó del barrio alto, de Vitacura, de las Condes, de Américo Vespucio, de Providencia…Los automóviles estacionados a lo largo de la Avenida Costanera ocupaban más de veinte cuadras, hasta las Torres de Tajamar. La oligarquía entendía que se libraba una batalla de vida o muerte. Las grandes mansiones se vaciaron y en los automóviles de lujo se agolpaban los padres, los hijos, los nietos los abuelos, y también, quisiéranlo o no, la empleada doméstica y el jardinero. Una clase social, compacta, sentía que aún podía salvarse yendo a gritar frente a Jorge Alessandri: “¡Victorioso…victorioso…victorioso…volverá…!”.

   “La manifestación alessandrista de mediodía fue impresionante y esa tarde en Providencia, Apoquindo y otras arterias que conducen al sector alto de Santiago estalló un verdadero festival.

   “Al día siguiente le tocó a la Unidad Popular. La concentración se efectuó por la tarde del lunes primero de septiembre en la Alameda Bernardo O’ Higgins, desde el Hospital San Borja hacia el poniente. Los altoparlantes se extendían sólo hasta la Plaza Bulnes, pero los asistentes llegaban ocho o diez cuadras más allá, hacia la Estación Central. No era una, sino que eran diez concentraciones simultáneas en torno a otros tantos escenarios. La mayoría de los asistentes no alcanzaron siquiera a divisar el tableado principal en que se hallaba Allende. Las columnas interminables llegaron de todos los rincones de la provincia, desde barrios y poblaciones populares. El ambiente fue de fiesta. Se trataba indiscutiblemente de la mayor concentración realizada jamás en Chile”.

     “La UP había librado la arremetida final de las últimas semanas enarbolando un lema optimista -“¡Venceremos!”- que asomaba en cada afiche, hoja volante, rayado mural y en las canciones de la campaña. “Había conseguido dar a su propaganda un tono de ofensiva, a lo cual contribuyeron poderosamente las Brigadas Ramona Parra (las BRP, tomaban su nombre del de una dirigente juvenil comunista asesinada en la masacre de la Plaza Bulnes de 1946) organizadas por las juventudes Comunistas, pertenecían a estas brigadas, jóvenes obreros, estudiantes y campesinos que burlaban la persecución policial, cumpliendo su cometido de noche o a pleno día, según las circunstancias. Protegidos por cascos plásticos y overoles, trazaban con singular destreza las consignas de la candidatura de Allende, en grandes dimensiones, en los sitios estratégicos de ciudades y caminos”.

   “Finalmente, cerró Tomic,

    Su comando decidió efectuar el mitin final en el mismo sitio elegido por la Unidad Popular, para lo cual la izquierda le cedió su propio escenario. La Democracia Cristiana intentaba demostrar al electorado que la definición sería entre Allende y Tomic. El mitin tuvo una gran envergadura, aunque resultó notoriamente inferior al de la Unidad Popular. Decenas de miles de estandartes, banderas y lienzos contribuían a abultar las dimensiones de la concentración, a la cual además llegaban manifestantes en trenes especiales desde Valparaíso y desde el sur del país”.

   “La amplia y hábil publicidad tomicista logró dar la imagen de un mitin gigantesco. La Unidad Popular afirmaba haber reunido 800 mil personas. El Partido Demócrata Cristiano se atribuía un millón. Con ello, el efecto de la exitosa concentración de Jorge Alessandri se veía desvirtuada y surgía nuevamente la duda de muchos electores: ¿Por quién votar para atajar a Allende?

   “En Santiago, el día 4 de septiembre amaneció nuboso, pero al correr de las horas el cielo se fue despejando. En Arica, Iquique, Antofagasta y otras localidades del Norte Grande, el sol imponía desde temprano un clima caluroso. Llovía, por el contrario, tenuemente en las provincias de Malleco y Cautín. En Chiloé el aguacero era torrencial. En las bases de la Antártica no habían precipitaciones, y en el enclave polinésico de la Isla de Pascua, los isleños y continentales residentes concurrían a votar bajo un sol radiante”. 

  “Ese día los tres candidatos permanecieron en Santiago, donde Alessandri y Tomic votaron en las mesas de la primera comuna ubicadas en la Estación Mapocho. A primera hora Allende se presentó a la 14ª Comisaría de Carabineros, correspondiente a su domicilio, para dejar constancia de su imposibilidad de viajar a Punta Arenas, en la provincia austral de Magallanes, donde se hallaba inscrito. Luego acompañó a su mujer, Hortensia Bussi, a votar el local del Liceo Nº 7 de Niñas”.

  “El día transcurrió normalmente y desde las cinco de la tarde, al iniciarse los cómputos, el país comenzó a vivir la más tensa y angustiosa espera de su historia”.

   “Junto a los receptores de radio y televisión, los chilenos iban conociendo las cifras extraoficiales en las que Allende y Alessandri aparecerían disputando palmo a palmo el primer lugar”.

  “En la sede del Partido Socialista, de calle San Martín, se hallaban acuartelados los jefes de las colectividades de la Unidad Popular. El Senador Rafael Tarud, presidente del Comando Nacional de la UP, proclamó allí a las 8: 30 de la noche la victoria de Allende. El comando anunciaba una concentración de celebración para las 10 horas en la Plaza Vicuña Mackenna, junto al cerro Santa Lucía. Pero las palabras de los jefes de la izquierda eran cautelosas”.

   “A esa misma hora el comando alessandrista se atribuía también la victoria”

   “A las nueve de la noche, un tercer comunicado oficial del Ministerio del Interior daba ganador a Allende, pero los dirigentes alessandristas reiteraban ante la radio y televisión, que la estrecha diferencia les favorecía.

   “Faltando pocos minutos para las 10 de la noche, Radomiro Tomic admitía su tercer puesto, hablando desde la sede del Partido Demócrata Cristiano. Desde allí, grupos de jóvenes democratacristianos marcharon hacia la sede de la UP de calle San Martín, voceando consignas unitarias: “¡Tomic está presente, Allende Presidente!”. Los jóvenes allendistas y tomicistas se abrazaban con lágrimas en los ojos, “Somos de izquierda –declaraba un dirigente de la Juventud DC- y derrotado nuestro candidato, ahora estamos con Allende. Lucharemos a muerte contra cualquier intento de la derecha por atajar al pueblo”.

  “…El General Camilo Valenzuela, jefe de plaza de la Provincia de Santiago, comunicó personalmente a Salvador Allende, en nombre del Ministerio del Interior y de las Fuerzas Armadas, que los cómputos oficiales totales le daban la primera mayoría. El mitin de celebración quedaba autorizado para las 12 y media de la noche”.

  “Centenares y centenares de miles de chilenos que esperaban esa confirmación en sus casas, en las sedes gremiales y estudiantiles y en los locales de la UP, se lanzaron a las calles.

  “El bullicio ensordecedor de la marea humana, los gritos y bocinazos, los cohetes, tambores y trompetas, tarros y guitarras, se convertían en la voz de la ciudad”.

   “Mientras en la sede del comando se recibía la llamada de Celia Sánchez, ministro de la Presidencia de Cuba, que desde La Habana felicitaba a Allende en nombre de Fidel Castro y su Revolución”.

   El candidato electo iniciaba a las 1: 25 de la madrugada un discurso emocionado desde los balcones cargados de la Federación de Estudiantes de Chile:

   “Soy tan sólo un hombre con todas las flaquezas y debilidades de todo hombre, y si supe soportar las derrotas de ayer, acepto hoy sin reservas y sin espíritu de venganza este triunfo que nada tiene de personal. Se lo debo a radicales, socialistas, comunistas, socialdemócratas, miembros del API y del MAPU, y a los miles de independientes, y al pueblo que entrará conmigo el 4 de noviembre a La Moneda.

     Respetaré los derechos de todos los chilenos, pero también declaro que cumpliremos el compromiso histórico que hemos contraído y que se contiene en nuestro programa.

    Si no tenemos propósitos pequeños de venganza, de ninguna manera vamos a comerciar con el Programa de la UP.

     Si era difícil la victoria, más difícil será consolidar el triunfo y construir la nueva sociedad.

   Mi único anhelo es ser para ustedes el “Compañero Presidente”

   Chile abre un camino que otros pueblos de América y del mundo podrán seguir, cada país de acuerdo a su propia historia y realidad.

   Queremos las mejores relaciones con todos los países del mundo. Sólo queremos que respeten -y tendrán que respetar- el derecho del pueblo chileno que hoy se ha dado su propio gobierno.

   Cuando un pueblo ha sido capaz de esta victoria, será capaz de comprender que sólo trabajando y produciendo podremos  cumplir lo que hemos prometido a la mujer, al niño, al trabajador, al chileno que hoy nos ha dado su respaldo.

     La revolución no implica destruir, sino construir.

   No implica demoler, sino edificar, y el pueblo está preparado para esta tarea.

   El hecho que estemos contentos no significa que vayamos a descuidar la vigilancia. Ustedes se van a retirar a sus casas sin que haya asomo de provocación y sin dejarse provocar.

   Trabajadores de la patria: Ustedes y sólo ustedes son los vencedores.

    Este triunfo lo dedicamos a los que cayeron en la lucha y regaron con su sangre la fértil revolución que vamos a realizar.

     A la lealtad de ustedes responderé con la lealtad de vuestro compañero Presidente” (2).  

    Desde el 4 de septiembre de 1970 en adelante, se inició en Chile los 60 días más largos que recuerda la población.

    La Unidad Popular había obtenido una victoria electoral. Pero de ahí a que se reconociera su derecho a asumir el gobierno faltaba tiempo y el cumplimiento de ciertas negociaciones a las que debía acceder, en la que se incluía, por cierto, la del Congreso Pleno.

   “Pues no se trataba de un resultado electoral cualquiera. Había triunfado una amplia coalición revolucionaria de la que formaban parte colectividades marxistas, y cuyos  miembros se hallaban comprometidos a modificar radicalmente el ordenamiento económico y social del país”

    “La victoria de Allende cambiaba el mapa latinoamericano” (3).

    Los sectores cercanos a Alessandri, incluso desarrollaban maniobras tendientes a lograr el voto democratacristiano en el Congreso Pleno, convertirlo a éste en Presidente, para luego renunciar de inmediato. Ello daría lugar a una nueva elección, a la que Eduardo Frei se presentaría como candidato único con apoyo de la derecha y de la Democracia Cristiana, evitando así la llegada de Allende al poder.

     Ante este escenario los comités de la UP, los sindicatos, las juntas de vecinos, las federaciones de estudiantes, la Central Única de Trabajadores, organizaron innumerables reuniones en las que se adoptaban  resoluciones de apoyo a la victoria de Allende. “En todas las provincias se efectuaban concentraciones masivas”. El domingo 13 de septiembre los santiaguinos se congregaban en la Alameda y en su discurso el electo presidente notificaba:

     “El pueblo sabe ahora defender su victoria. El pueblo debe tener confianza en los dirigentes políticos de la Unidad Popular y en los dirigentes de la Central Única de Trabajadores, y debe tener, el pueblo, confianza en el que les habla. Si llega el momento, será nuestra palabra y nuestra voz, será el mensaje que daremos a través de las radios, o a través de los Comités de la Unidad Popular, será el mensaje que tendrá que escucharse desde Arica a Magallanes y de la cordillera a mar. Si pretenden, en una actitud de insana, provocar una situación que nosotros rechazamos, que sepan que el país se va a parar, que no habrá empresa, industria, talleres, escuela, hospital o campo que trabaje, como primera demostración de nuestra fuerza. Que sepan que los obreros ocuparán las tierras. Que sepan que los empleados estarán en las oficinas públicas esperando la voz y el mandato de la Unidad Popular. Que sepan perfectamente bien, que tenemos el sentido de la responsabilidad, pero que sabemos también la fuerza que representa el pueblo disciplinado y organizado” (4).

    El sábado 3 de octubre, una Junta Extraordinaria del Partido Demócrata Cristiano resolvía  por 271 votos contra 191, proseguir las gestiones con la UP tendientes a dar los votos democratacristianos a Allende en el Congreso Pleno. “Radomiro Tomic, Benjamín Prado, el ex canciller Gabriel Valdés, el senador Renán Fuentealba, los diputados Bernardo Leighton, Luis Maira y el presidente de la Juventud Democratacristiana, Luis Badilla, se jugaron por la posición triunfante”.

     “El grupo freista derrotado, había propuesto por intermedio de los Senadores Patricio Aylwin y Juan de Dios Carmona romper las negociaciones con la UP y presentar al Parlamento sin más trámite el proyecto de “Estatuto de garantías constitucionales” (4). La cual, el 15 de octubre, fue votada favorablemente en todos sus artículos por la Cámara de Diputados.

    Convencido del fracaso de las maniobras de sus colaboradores, el 19 octubre Jorge Alessandri emitía una declaración pidiendo a sus partidarios no votar por él en el Congreso Pleno, mientras que la Democracia Cristiana ordenaba a sus 75 parlamentarios votar por Allende.

    El día 21 de octubre Allende visitaba a Jorge Alessandri en su domicilio para agradecer el gesto. Superados todos los obstáculos políticos y jurídicos en el camino de Salvador Allende hacia la presidencia de Chile.

   Al día siguiente, el día 22 de octubre, el país se despertaba con una noticia alarmante: El Comandante en Jefe del Ejército,  General René Schneider Cherau era víctima de un atentado terrorista.

 

___________________________

 

1.- FRIAS VALENZUELA. Francisco. “Historia de Chile” Tomo IV. La Republica  hasta 1973. Págs. 425.

2.- LABARCA GODDARD. Eduardo: “Chile al rojo”. Ob. cit. Págs. 372, 373, 374,375, 376, 377, 378,379, 380, 381 y 382.

24

3.- BALTRA. Alberto: “La gestión económica del Gobierno de la Unidad Popular”. Editorial Orbe. Santiago de Chile. Págs. 144 y Sgts.

4.- LABARCA GODDARD. Eduardo: “Chile al rojo”. Ob. cit. Págs.  387 - 388.

 

Te puede interesar
2025-01-13-lijo-juez-alvarez-vigo-TAPA

Votos cordobeses dudosos para el pliego de Lijo en el Senado

Bettina Marengo
Nacional14 de enero de 2025

Juez confirmó que no apoyará al camarista. Alvarez Rivero dijo que no dará quórum en la sesión y que “Lijo es el límite”. La senadora se propuso para suceder al líder del Frente Cívico si se confirma que deja la presidencia del bloque PRO en la cámara alta, aunque el lugar sería para Alfredo De Angelis. Vigo, en silencio, con el proyecto de equidad de género en la Corte.

2025-01-13-franchella

Poné al que quieras

Javier Boher
Nacional14 de enero de 2025

Las críticas a Guillermo Francella se expresan como si se tratara de humor, pero hablan de política.

de-loredo-macri

Incertidumbre local ante el guiño de Macri a Milei (¿suma De Loredo?)

Gabriel Silva
Nacional10 de enero de 2025

El líder del espacio amarillo se entregó a un acuerdo con los libertarios y hubo desaire desde Casa Rosada. En Córdoba, la duda es si esto lo puede calzar al radical en un entendimiento. “Tenemos la responsabilidad histórica de evitar que vuelvan los K”, avisan cerca del jefe del bloque UCR.

Lo más visto
2025-01-09-boher

El árbol en la ruta

Javier Boher
Provincial10 de enero de 2025

Los vecinos de Villa Allende dan una pequeña clase sobre por qué las cosas funcionan como lo hacen.

jesus-maria-villarruel-y-prunotto

Las esquirlas del paso de Villarruel por Jesús María y Villa Allende

Carolina Biedermann
Provincial13 de enero de 2025

La Vicepresidenta de la Nación pasó el viernes por el festival de Jesús María. Recibió ovación por parte del público, vacío político local y críticas de Guillermo Francos por sus vacaciones en Córdoba. En paralelo, la diputada Lemoine salió a atacar a uno de los intendentes que estuvo presente.

Suscríbete al newsletter para recibir periódicamente las novedades en tu email