Cultura Por: J.C. Maraddón04 de febrero de 2025

Cuando la bruja es la princesa

“Wicked” es una comedia musical (todavía en salas) de la productora Universal, que bajo la dirección de Jon M. Chu, se ha acreditado diez nominaciones a los premios Oscar, entre las que se incluyen las de sus dos protagonistas: Cynthia Erivo como Mejor Actriz y Ariana Grande como Mejor Actriz de Reparto.

J.C. Maraddón

En tiempos de grietas y posturas irreconciliables, pareciera no haber lugar para los grises, es decir, se está a favor en contra de algo y no se aceptan esos términos medios que en otra época solían ser mayoritarios y que ahora son fuertemente repudiados por su “tibieza”. Las polémicas al respecto toman en redes sociales una temperatura incendiaria y después se vuelcan a la vida real de un modo menos virulento, pero sin que quepa la posibilidad de que las partes enfrentadas arriben a un acuerdo para encauzar la discusión hacia un entendimiento que contribuya a pacificar los ánimos más exaltados.

En ese sentido, como en otros, se insinúa un retorno a ese pasado brutal y siniestro, en que las gentes eran condenadas a muerte por su forma de pensar y en que se desataban guerras que ponían frente a frente a defensores acérrimos de dogmas que exigían a sus seguidores una fe ciega. Si algo estaba mal, estaba mal sin atenuantes y debía ser combatido hasta su extinción, así como si algo estaba bien quedaba fuera de todo cuestionamiento de una vez y para siempre. La opción de un relativismo que ubicara las cosas en su contexto, ni siquiera era tenida en cuenta.

La agenda de la corrección política, con su prédica de una diversidad que incorporase a aquellos a los que hasta ese momento se marginaba, clamó por el fin de esa visión totalitaria y predicó la diversidad como la vía que mejor se adecuaba a lo que sucedía en el mundo moderno. Se intentó en ese procedimiento atenuar las divergencias y acentuar los elementos compartidos, para que cada vez menos personas se sintieran excluidas de los beneficios de una ciudadanía plena y para que en definitiva los derechos del otro fuesen los que pusieran un límite a los propios.

Con el arribo al poder de mandatarios que agitan banderas de división social como estrategia para imponerse en las urnas, asoma como muy lejano aquel propósito de construir consensos y de evitar los agravios contra quienes opinan diferente. Y frente a ese embate, los defensores de la convivencia civilizada se resisten a rendirse, abroquelados en el frente cultural como último refugio. En ese  escenario, una empresa como Disney se posiciona como lo viene haciendo desde finales del siglo veinte, cuando tras haber desempeñado un papel clave en la educación de los niños dentro de férreos preceptos morales, la compañía empezó a privilegiar personajes que no se situaban con nitidez dentro del plano de la bondad o la maldad, sino que se mostraban mucho más humanizados.

Dentro de esa misma línea se inscribe “Wicked”, una comedia musical (todavía en salas) de la productora Universal, que bajo la dirección de Jon M. Chu, se ha acreditado diez nominaciones a los premios Oscar, entre las que se incluyen las de Cynthia Erivo como Mejor Actriz y Ariana Grande como Mejor Actriz de Reparto. Al ser ambas cantantes profesionales, sus interpretaciones en el filme resultan impecables, al vocalizar canciones dentro del típico estilo dentro de este género en los Estados Unidos, donde además esta versión libre del clásico “El Mago de Oz” tuvo un exitoso paso por la cartelera de Broadway.

Pero una historia en la que el papel de la heroína es representado por la bruja, en tanto que la niña modosa es presentada como una adversaria insoportable, frívola y competitiva, ofrece características que en nada satisfacen el actual imperativo de todo o nada. ¿Es la maldecida Elphaba Thropp la encarnación de la maldad o de la bondad? ¿Se adecua la glamorosa Glinda Upland al prototipo de la princesa de los cuentos de hadas o es una presumida afecta al bullying? Quizás esta película, que promete una segunda parte, no se apegue a ninguna contestación tajante. Y en eso consiste su mayor fortaleza.

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