UEPC: rechazo y paro (salvo mejor oferta)

Por Felipe Osman

La Asamblea Provincial Docente reflejó, finalmente, el rechazo que había prevalecido ampliamente en las asambleas departamentales. Hasta ahí, lo cantado. Sin embargo, la principal incógnita era otra: las medidas de fuerza que acompañarían el rechazo para presionar por una mejor oferta.

Los departamentos más grandes de la provincia, donde predominan las posiciones más combativas del gremio, habían mocionado, junto al rechazo, un paro de 48 horas. Otros, 24. Y, finalmente, en varios departamentos no habían acompañado una medida de fuerza a su negativa al acuerdo. Con lo cual la Asamblea Provincial se convertía en la pizarra que despejaría esa incógnita.

A modo de introducción, cabe resaltar que este órgano es controlado por la lista Celeste, agrupación que está al frente del sindicato a nivel provincial, pero que con el correr del tiempo ve cada vez más jaqueada su antigua hegemonía por el crecimiento de la oposición, que no termina de articularse en todo el mapa provincial, pero que ya le disputa el control del sindicato, al punto de que controla las dos principales delegaciones de la provincia: Capital y Río Cuarto. Dos departamentos que concentran, aproximadamente, la mitad de los docentes de Córdoba.

En un clima siempre tenso, oficialismo y oposición del sindicato debatieron a lo largo de seis horas el “plan de lucha” que acompañaría el rechazo antes de firmar las tablas.

Los “celestes”, color que identifica al oficialismo, suelen sostener posturas más flexibles, apuestan al diálogo permanente con la Provincia y rehúyen a medidas de fuerza extensas. Especialmente cuando se dirigen en contra del Centro Cívico.

La oposición, dominada por agrupaciones de izquierda, pero integrada también por armados independientes y delegados autónomos, motoriza las medidas de fuerza más duras y busca una negociación confrontativa con la Provincia.

El primer eje del debate fue la aceptación o el rechazo de la propuesta. Sólo 3 de los 26 departamentos trajeron mandato de aceptación. Con lo cual el rechazo estaba cantado.

El segundo asunto a resolver fue la medida de fuerza que acompañaría el rechazo, que se llevó con distancia la mayor parte del debate. Se llevaron a consideración dos mociones: paro de 48 horas, y paro de 24 horas. Y el oficialismo, que tiene un control holgado de la asamblea en virtud de la distorsión que el estatuto de UEPC genera al ponderar el peso relativo de cada departamento (y la cantidad de delegados que cada uno aporta) se impuso, consagrando un paro de 24 horas.

Inmediatamente después, el oficialismo llevó a consideración una tercera moción: que la Asamblea Provincial entrara “en cuarto intermedio” a la espera de una oferta superadora.

En los hechos, esto significa que lo resuelto por la asamblea -a saber, el paro- no quedaría consolidado, sino que estaría supeditado a la llegada de una mejor oferta por parte del Panal. Por tercera vez consecutiva, ganó la moción del oficialismo, y el paro quedó condicionado a que los emisarios del Centro Cívico no retoquen la propuesta. 

El riesgo que esto entraña, para la oposición gremial, es que genera las condiciones necesarias para que la Provincia juegue a desgastar a los docentes, haciendo cambios cosméticos en la oferta y dejando pasar el tiempo para asfixiar el reclamo.

De hecho, las agrupaciones que configuran la oposición descontaban que esto podía pasar. Por eso, aunque la delegación capital no lo incluyó en su moción de rechazo, adelantó que convocaría a una asamblea de delegados departamentales si la conducción provincial condicionaba el paro.

En concreto, esto significa que, si la Provincia termina cursando una oferta que no satisfaga el reclamo de avanzar hacia una recomposición salarial que compense la pérdida de poder adquisitivo sufrida entre noviembre de 2023 y diciembre de 2024, la delegación capital abandonará el cauce que marca la conducción provincial y podría convocar a mantener el paro del jueves de la semana próxima.

La Provincia tiene una visión muy diferente. Para altos funcionarios del Centro Cívico, Córdoba ya ha hecho un gran esfuerzo sosteniendo el FONID que el Gobierno Nacional dejó de pagar y extendiendo a los docentes el Boleto Educativo Gratuito, que en los hechos computa como un “salario indirecto” del 5 por ciento, conceptos que otras provincias no pagan.

La tónica del Panal será dilatar. Endurecerse en la negociación, sostener a rajatabla los descuentos por día de paro y apelar, de ser necesario, a la conciliación obligatoria. 

La propuesta

La oferta girada por el Centro Cívico comprendía reajustes mensuales iguales a la inflación, teniendo siempre como base a los salarios percibidos el mes inmediato anterior, más un bono de $100.000 a cobrar en marzo, igual al que fue otorgado en enero al resto de los sindicatos públicos. El gremio la rechazó, ya que, de aceptarla, estaría atando los sueldos a la inflación en 2025 después de haber perdido en contra de ella 23 puntos porcentuales del salario entre noviembre de 2023 y diciembre de 2024.