Villa María en resistencia: feminismo combativo contra el ajuste de Milei

Por: Florencia Coria

Villa María se convirtió este 8 de marzo en territorio de resistencia popular. Desde Plaza Centenario hasta Tribunales, cientos de mujeres, diversidades y organizaciones sociales desafiaron el discurso oficial que pretende criminalizar la protesta y demonizar al feminismo.

Con consignas que denunciaron el brutal ajuste económico implementado por la administración de Javier Milei, la movilización villamariense puso en evidencia que, a pesar del embate neoliberal, la organización colectiva sigue siendo la herramienta más poderosa para defender derechos y conquistar nuevos.

La sangre derramada no será negociada

El reclamo por justicia para Fabiana Pacheco resonó con fuerza en las calles villamarienses.

Este caso emblemático para la comunidad local formó parte central de las consignas cuando la columna de manifestantes llegó hasta Tribunales, donde familiares de víctimas por violencia de género expresaron su descontento con la administración de justicia.

“Villa María no ha tenido solamente un femicidio, ha tenido más de 25, solo en lo que es el retorno a la democracia”, señaló Gimena Loza, integrante de la Asamblea Transfeminista de Villa María-Villanueva y docente de la Universidad Nacional de Villa María, poniendo en evidencia una problemática que trasciende gestiones y que requiere políticas de Estado.

El reciente caso de Cecilia Ermacora, asesinada el 29 de noviembre de 2024 en Villa María, también fue recordado durante la manifestación. Su ex pareja la mató con un arma de fuego y luego se suicidó, dejando a dos niños huérfanos, en una tragedia que expone las falencias del sistema de prevención y protección.

En un contexto político marcado por la estigmatización hacia el movimiento feminista, Loza fue contundente: “Uno lee lo que dicen de nosotros en las redes y a veces sería bueno que la gente conozca un poco más, porque somos laburantes, somos compañeras de trabajo, somos hijas, algunas vivimos las situaciones de violencia en nuestro hogar y salimos a la calle porque es lo que han hecho las mujeres desde tiempos inmemoriales”.

El sistema de salud en terapia intensiva

La motosierra libertaria no distingue entre “gastos superfluos” y derechos esenciales. El desfinanciamiento del sistema sanitario público ocupó un lugar central en las consignas de la movilización.

La eliminación de programas esenciales como RemediAr, la reducción presupuestaria en prevención de VIH, hepatitis y tuberculosis, y los despidos en áreas críticas fueron denunciados como un ataque directo a un derecho humano fundamental.

“Lo que está pasando con la cuestión de la salud es vergonzoso. Un país que fue ejemplar en su sistema de salud y que ahora estamos teniendo un brote de sarampión”, expresó Loza, señalando el retroceso en materia sanitaria.

En Villa María, la preocupación es palpable por el impacto concreto de estos recortes en la población local.

Denunciaron que el desmantelamiento de programas preventivos “provoca abandono de pacientes y destrucción de puestos de trabajo en nuestra ciudad”, afectando principalmente a los sectores más vulnerables.

Las políticas de ajuste en salud fueron caracterizadas como parte de un modelo que prioriza variables financieras por encima del bienestar de la población, en una lógica que contradice principios constitucionales básicos.

Jubilaciones indignas

La eliminación de la moratoria previsional que vence el 23 de marzo representa uno de los ataques más brutales contra las mujeres trabajadoras. Según datos irrefutables, nueve de cada diez mujeres no podrán jubilarse bajo este nuevo esquema, condenándolas a la indigencia tras una vida de trabajo, gran parte del cual fue invisibilizado y no remunerado.

Este despojo de derechos previsionales golpea con particular saña a las villamarienses dedicadas al trabajo doméstico, donde la informalidad supera el 76%. La reforma previsional impuesta por el gobierno de Milei, disfrazada de “sostenibilidad financiera”, representa en realidad un robo a las trabajadoras en beneficio del capital financiero, que celebra cada recorte mientras aumenta sus ganancias especulativas.

“Sabemos que en el país hay prácticamente un tercio de trabajadores informales, buena parte de los cuales son mujeres”, señaló Loza, evidenciando la desconexión entre las políticas gubernamentales y la realidad del mercado laboral.

Una realidad que el relato oficial pretende tapar con discursos sobre “meritocracia” y “esfuerzo individual”, ignorando deliberadamente las condiciones estructurales de desigualdad.

Universidad pública bajo fuego

La Universidad Nacional de Villa María, pilar del desarrollo regional y símbolo de la movilidad social ascendente, enfrenta el ataque más salvaje de su historia.

El desfinanciamiento brutal impuesto por la administración nacional busca transformar la educación superior en un privilegio para élites, desmantelando uno de los pocos instrumentos de democratización del conocimiento que sobreviven en el país.

Los trabajadores universitarios villamarienses denunciaron la precarización laboral y salarial que enfrentan como consecuencia del desfinanciamiento. “Las trabajadoras de la docencia, con salarios que son vergonzosos para ser quienes se encargan nada más y nada menos de la educación de los niños y las niñas, futuros concejales, futuros legisladores, futuros presidentes”, señaló Loza.

El impacto del desfinanciamiento universitario se siente con particular fuerza en ciudades del interior como Villa María, donde la universidad pública no solo es un espacio educativo sino también un importante foco de generación de empleo, investigación y extensión comunitaria.

El Polo de la Mujer

La situación del Polo de la Mujer en Villa María fue otro de los puntos críticos señalados durante la movilización. Esta institución provincial, fundamental para la atención de situaciones de violencia, enfrenta serias limitaciones presupuestarias y de personal.

“El polo de la mujer viene de un desfinanciamiento importante y es uno de los espacios por excelencia que tenemos en la ciudad para el acompañamiento de las mujeres en situaciones de violencia de género. Lo venimos reclamando hace muchísimos años y la situación no tiene ninguna modificación”, explicó Loza, señalando que esta problemática trasciende la actual gestión nacional.

Las deficiencias en el funcionamiento de este espacio fueron vinculadas a la falta de políticas integrales de prevención y atención de la violencia, evidenciando que los discursos oficiales no se traducen en acciones concretas ni presupuestos acordes a la magnitud del problema.

Cuando el hambre se combate con solidaridad popular

Mientras desde el gobierno nacional se implementan políticas de ajuste que impactan en los sectores más vulnerables, las organizaciones sociales villamarienses demostraron su compromiso con respuestas concretas. Durante la manifestación se realizó una colecta de alimentos destinada a merenderos y comedores locales.

“Los merenderos y los comedores siguen sin recibir los alimentos que la ministra Pettovello debe enviar. La situación es muy crítica, muy crítica en los barrios”, señaló la docente universitaria, evidenciando el impacto directo de las políticas nacionales en la realidad cotidiana de los villamarienses.

Esta acción solidaria expuso el contraste entre un discurso oficial centrado en variables macroeconómicas y la realidad concreta de comunidades que enfrentan necesidades básicas insatisfechas.

“No nos van a domesticar”

La jornada del 8M en Villa María dejó un mensaje claro: frente a políticas que vulneran derechos adquiridos, la ciudadanía no permanecerá pasiva. La participación masiva en la movilización, que excedió a las organizaciones convocantes y reunió a diversos sectores sociales, evidenció que el descontento trasciende identidades políticas específicas.

"Frente al oscurantismo y la crueldad a los que nos someten desde diciembre del 2023, venimos a gritar y denunciar una vez más en las calles todos los derechos adquiridos, constitucionales, reconocidos internacionalmente, que han sido violentados por el gobierno nacional", expresaron los manifestantes.

La movilización de Villa María se sumó así a las expresiones de descontento que se registraron en todo el país, demostrando que, más allá de las diferencias partidarias o ideológicas, existe un consenso social sobre la defensa de derechos básicos como salud, educación, trabajo digno y protección social.