Caras y caretas cordobesas
La necesidad de crear establecimientos educativos donde formar a profesionales para la gran producción agrícola y ganadera pampeana, tuvo provechosa repercusión en Córdoba.
Por Víctor Ramés
cordobers@gmail.com
La Escuela Práctica de Agricultura y Ganadería (Segunda parte)
Por decreto publicado el último año del siglo diecinueve en el Boletín Oficial de la Nación, se aceptaba “la cesión en calidad de préstamo del edificio conocido por «Chalet Crisol» y del parque anexo, compuesto de ocho hectáreas, y la entrega de diez mil pesos moneda nacional, para la terminación del mencionado edificio, ofrecida por el Gobierno de la Provincia de Córdoba”. El período del mencionado préstamo era de ocho años desde la publicación del decreto, y “a la expiración del plazo fijado de ocho años, el Chalet y el parque adyacente serán devueltos al Gobierno de Córdoba, con todas las mejoras que en ellos se hubiere introducido.”
En un documento de 1917 se podía leer el encuadre institucional y pedagógico de las Escuelas de Agricultura, en tanto parte de un proyecto nacional dependiente del Ministerio de Agricultura. Se indicaba que “Las escuelas especiales de agricultura son instituciones intermedias entre las escuelas prácticas de agricultura y la enseñanza superior agrícola a cargo de las facultades de agronomía de las universidades de Buenos Aires y La Plata. En ellas se realiza la enseñanza práctica y teórica de todos los conocimientos que atañen a una explotación combinada de la agricultura y la ganadería, de acuerdo con lo que debe ser una granja modelo, y se presta una atención especial a los estudios prácticos de laboratorio.” Se informaba que “La Escuela de Agricultura y Ganadería de Córdoba forma peritos en agricultura y zootecnia”, y se explicaba la orientación del sistema: “El objeto de estas escuelas es formar agricultores competentes y capaces de dirigir y explotar directamente establecimientos agrícolas y ganaderos, así como industriales.”
Un artículo publicado en la revista universitaria Alfilo de Agosto - Septiembre de 2007, dedica un relato al pasado de la actual Ciudad Universitaria, que sucedería desde 1956 a la Escuela Práctica de Agricultura en el mismo terreno. El predio universitario sumaría nuevos pabellones a los edificios en pie de la antigua Escuela de Agricultura. El repaso a algunas de las viejas construcciones de aquella institución ayuda a visualizar la fisonomía de ese centro de educación agraria. Hay que considerar que la actual Ciudad Universitaria se extiende en un predio de 1.115 hectáreas, y la Escuela Práctica de Agricultura ocupó la superficie de ciento ochenta hectáreas. Tomamos datos valiosos del texto de Alfilo:
“Tal como señala Carlos Luque Colombres, en La ciudad nueva, «el edificio principal, situado en lugar prominente, donde más tarde se levantaría lo que hoy es el Decanato de la Facultad de Filosofía y Humanidades, estaba rodeado de una gran terraza para la circulación de carruajes y tenía capacidad para sesenta alumnos internos». La zona, comenta Carlos Page –autor de la publicación La Ciudad Universitaria de Córdoba (2001)- tenía un importante parque, proyectado por el paisajista Caravaniez, quien también se desempeñaba como docente de la escuela.
Los registros de la época dan cuenta de que el actual pabellón Brujas fue acondicionado como vivienda del director de la institución. «El director moraba en la casa que todavía se conserva en las inmediaciones del Pabellón España. Y en el resto de ese predio de casi ciento ochenta hectáreas se hallaban instalados el galpón de máquinas, los talleres de herrería y carpintería, el gallinero modelo, el colmenar, la sección ganadería, etc.», afirma Luque Colombres.”
En la misma publicación y a base de testimonios de los profesores de las carreras que hicieron la punta en los orígenes de la Ciudad Universitaria, se aportaban más datos atinentes a la vieja Escuela de Agricultura que fuera reemplazada por facultades de la Universidad Nacional de Córdoba. Las referencias son provistas por el artista plástico y ex profesor Oscar Gubiani: “La Cabaña, el Brujas, el Gris, el Granero -que fue demolido- y el edificio que actualmente ocupa el Centro de Investigaciones Acústicas y Luminotécnicas (Cial), de la Facultad de Arquitectura, son las construcciones más antiguas que se conservan en la Ciudad Universitaria. También de esa época subsiste la laguna de los patos, que fue remodelada en diferentes oportunidades hasta adquirir su fisonomía actual.
Detrás del México, se encontraba un pabellón que originalmente se llamaba «Granero» que, hasta los años 70, fue utilizado principalmente por las cátedras de Teatro para ensayar sus obras. Según Gubiani, al lado, estaba «la posta», una construcción con forma de «rancho a dos aguas» que en la época de la Escuela de Agricultura se utilizaba como vivienda para los peones. Estas dos edificaciones fueron demolidas. El Granero era un edificio de aproximadamente ocho metros de alzada, similar al actual Pabellón Gris. «Era simple, con pocas ventanas, muy alto y tenía un corredor con barandas. Posiblemente haya funcionado como depósito de semillas», comenta el docente. Al igual que el Pabellón Brujas y la Cabaña, Gubiani destaca que este edificio «era de ladrillo a la vista de estilo inglés, con los remates de las esquinas revocados hacia afuera». La Cabaña, que algunos de manera equivocada denominan «Granero» y donde actualmente funciona el taller de Escultura, se utilizaba en los tiempos de la Escuela de Agricultura para la crianza de animales de raza y la enseñanza de actividades vinculadas con la ganadería.
«Desde que se creó la Escuela, uno de los paseos tradicionales de los pobladores de Córdoba, a principios del siglo veinte, era venir a estos predios a recoger flores en verano», resalta Gubiani.”
La Escuela de Agricultura de Córdoba dejó de funcionar en el predio de su asentamiento original en el año 1949, cuando fue trasladada definitivamente a la ciudad de Bell Ville.
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