Provincial Por: Bettina Marengo17 de marzo de 2025

Vigo reunió tropa y marcó la cancha para el schiarettismo-viguismo

La senadora nacional organizó un evento por el mes de la mujer en el que reivindicó el modelo de gestión cordobesista y el rol de la mujer, pero no se nombró prácticamente a Llaryora. ¿Schiaretti presidente y Vigo senadora en 2027?

Por Bettina Marengo

Alejandra Vigo reunió a intendentas, legisladoras, funcionarias y militantes del PJ y aliados en un encuentro por el mes de la mujer que le sirvió para reforzar su posición dentro del esquema peronista provincial y resaltar la figura del exgobernador Juan Schiaretti, quien está en pleno armado de su partido Hacemos a nivel nacional pero no larga prenda sobre si será candidato a diputado en octubre. 

Quienes están cerca de la senadora aseguran que es de las que consideran que su marido, el ex mandatario, tiene que jugar en las elecciones de medio término para contener el capital de casi siete puntos nacionales que obtuvo en las presidenciales del 2023, lo que realimentaría su candidatura presidencial en el 2027,  y de la mano, la reelección de Vigo en el Senado. “Si Juan es candidato a presidente, va a poner la senadora cordobesa”, afirman los que miran a dos años. Sería una mala noticia para los aspirantes a ese codiciado sillón, como puede ser el actual intendente de la ciudad de Córdoba, Daniel Passerini, que no tiene reelección en la ciudad.

Todo está en el terreno de las especulaciones. A Schiaretti no le gusta que le marquen la cancha con los tiempos, y desde el entorno del gobernador Martín Llaryora presionan para que dé el sí, lo que descomprimiría el peso de un octubre dificil para el cordobesismo, aunque las alarmas que se encienden por la baja en las encuestas de Javier Milei atempera el escenario de riesgo. Hasta ahora, lo que sale del schiarettismo es que Pichi Campana es quien mejor mide de todo el lote de candidatos a diputados del peronismo cordobés y que una eventual postulación del exbasquetbolista en octubre lo dejaría en inmejorable condición para ser el próximo candidato a intendente de Córdoba. Un combo que es mala noticia para el llaryorismo.

En el encuentro con mujeres que organizó y convocó Vigo el viernes en una confitería del Centro de la ciudad, el eje dominante fue Schiaretti  y el modelo de gestión cordobesista con políticas públicas y articulación con lo privado. Obviamente, en un gesto de diferenciación con el gobierno de Milei, otro punto fuerte fue la reivindicación de la presencia de las mujeres en la vida pública y la gestión. Pero a Llaryora casi no se lo mencionó, como dejando en claro que hay larga vida para el schiarettismo-viguismo en el oficialismo provincial. Frente al perfil bajo que viene cuidando el exgobernador, Vigo despliega: logró ser elegida presidenta de la Comisión de Asuntos Constitucionales en el Senado y el jueves encabezó una reunión con el schiarettista que conduce la Secretaría de Transporte de la Nación, Franco Moggeta, a quien le “sacó”  la promesa  de que la Nación se hará cargo del mantenimiento de una porción de la ruta 158.

Antes que la senadora, en el evento del viernes hablaron varias dirigentas, frente a unas doscientas mujeres convocadas, algunas de ellas invitadas personalmente por la anfitriona y organizadora. Las que hablaron fueron la diputada nacional Alejandra Torres, esposa del exministro de Finanzas de Schiaretti, Osvaldo Giordano, y las intendentas Paola Nanini (Colonia Caroya), Carolina Basualdo (Despeñaderos), Claudia Godoy (San Marcos Sud) y Mabel Godoy (Quilino). Entre las legisladoras que estuvieron en la sala se vio a Cristina Pereyra, Karen Acuña y Silvina Jurich, todas cercanas a Vigo.

“No hay democracia real ni justicia social sin mujeres. No hay desarrollo sin nuestra voz, nuestras luchas y nuestra participación. Vivimos en un mundo en transformación, y el rol del Estado es clave. Las políticas públicas hacen la diferencia: garantizan oportunidades y sostienen derechos”, señaló la senadora nacional. 

Para los oídos más sensibles, sonó a reproche la reivindicación de las Salas Cuna que hizo Vigo en un momento de su exposición. Por ese programa, iniciativa de la misma senadora, hubo tensión con una de las ministras de Llaryora, Liliana Montero, que no fue invitada al encuentro.  Como se recuerda, el viguismo se negó en diciembre a votar una ley de minoridad impulsada por la ministra del gobernador. Dicen que aún hoy, con la ley ya aprobada, el horno no está para bollos. “No es lo mismo sin Salas Cuna, sin el programa ‘La Embarazada y su Bebé’, sin el cuarto mes de licencia por maternidad ni sin una lucha incansable contra la violencia de género, que no podemos naturalizar ni ignorar”, resaltó en su mensaje.

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