Intendentes muestran los dientes y le gruñen a Milei: “No somos los malos”
Mientras el gobernador Llaryora salió a bancar a los jefes municipales por la situación económica actual, sus exponentes en el interior apuntaron los cañones hacia Casa Rosada. Intendentes salen a jugársela mientras se calienta la previa electoral.
Por Gabriel Marclé
El plan cordobesista hacia octubre ya está en marcha, y los intendentes juegan un rol clave en la estrategia de Martín Llaryora. Al mismo tiempo que el gobernador firmaba el nuevo Acuerdo Federal con jefes municipales y comunales de toda la provincia —justo antes de que los reclamos llegaran con más fuerza al Panal— comenzaron a resonar con más intensidad las voces de dirigentes que, desde sus territorios, exponen el vacío dejado por el Gobierno Nacional.
En otras palabras, los intendentes están saliendo a marcarle la cancha a Javier Milei, mientras le evitan a Llaryora el costo político de asumir un rol de opositor frontal al presidente libertario. Razones no les faltan: cada municipio del interior siente con crudeza la presión económica de tener que sostener servicios esenciales y cubrir ausencias de la Nación, todo con una coparticipación en caída. Se trata de una avanzada intendentista, una primera línea hoplítica que responde también a un Llaryora totalmente abocado a la campaña.
Días atrás, en el acto por el 150° aniversario de Sampacho (departamento Río Cuarto), el intendente peronista Franco Suárez no pudo evitar referirse a la delicada situación económica, pese al clima festivo. En este contexto adverso, Suárez subrayó el esfuerzo de los jefes municipales y apuntó directamente contra Milei.
“No somos los villanos de la película, por más que quieran -desde el Gobierno Nacional- hacerlo creer así. Son ellos quienes nos quitan recursos y nos cargan con más responsabilidades”, expresó Suárez, también presidente de la Comunidad Regional de Río Cuarto.
Las críticas a la Nación colocan a los intendentes en una posición incómoda, ya que la imagen presidencial sigue fuerte en muchos pueblos del interior —incluso más que en algunas grandes ciudades, según analistas—. Ese es el riesgo que Llaryora prefiere evitar, razón por la cual algunos intendentes, como Suárez, se animan a alzar la voz, aún a costa de una posible pérdida de apoyo popular.
“El Gobierno Nacional no eliminó un solo impuesto, pero sigue ajustando. No hay fondos para rutas, pero sí para pagar intereses de la deuda externa”, agregó Suárez, al denunciar un “estado de abandono” que atribuye al superávit fiscal de Nación.
Además, el intendente señaló que los municipios están absorbiendo costos crecientes en salud, traslados y medicamentos. “La gente recurre cada vez más al sistema público por la crisis, y los gastos los asumimos nosotros. Es preocupante ver discusiones políticas tan alejadas de las necesidades urgentes de la población”, lamentó.
Uno de los temas que también encendió el malestar es el cobro de tasas. En ciudades como Río Cuarto, la disputa escaló con un reclamo judicial que enfrenta a la Municipalidad con el Banco Nación, acusado de no pagar el impuesto de Comercio e Industria, dejando sin ingresos clave al municipio.
“La Justicia debe determinar si es más importante la rentabilidad del sector financiero o la continuidad de los servicios sociales municipales”, declaró Guillermo De Rivas, intendente de la capital alterna, quien evitó mencionar directamente a Milei o al ministro Luis Caputo como responsables de esta batalla.
Por su parte, Edgar Bruno, intendente de Canals y figura destacada entre los llaryoristas del interior, también criticó con dureza al Ejecutivo nacional: “Venden un éxito económico construido a costa del ajuste a las familias, a la provincia y a los municipios. Nunca se desfinanció tanto a Córdoba como ahora. Desde enero cae la coparticipación y no devuelven nada de lo que se llevan por retenciones”.
Según estimaciones, en mayo se profundizará la baja en la coparticipación y eso hace escalar la tensión. “Los municipios debemos sostener las obras con recursos propios, mientras Nación se queda con el 76% de lo recaudado por las provincias y apenas les devuelve poco más del 20%”, detalló Bruno en declaraciones a Alfil.
El camino hacia octubre explica la irrupción de intendentes del interior que se animan a cuestionar al Gobierno Nacional, motivados no solo por la estrategia provincial, sino también por aspiraciones personales. “Siempre vamos a querer participar, preguntale a quien sea y te va a decir lo mismo”, deslizó Suárez desde Sampacho, como uno de los muchos jefes comunales que buscan un lugar en la lista cordobesista para las elecciones.
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