Cultura Por: J.C. Maraddón22 de mayo de 2025

Que la inocencia siga valiendo

Algunas noticias de los últimos días han traído al presente al personaje del Topo Gigio, que ya lleva 67 años de vigencia, como lo ha hecho por ejemplo su aparición sorpresiva dentro de la ceremonia correspondiente a la edición 2025 del certamen musical Eurovisión, en carácter de vocero del jurado.

J.C. Maraddón

Aunque no con la premura y el empuje que caracterizaron el milagro alemán de la posguerra, también Italia atravesó una etapa de renacimiento al comenzar la segunda mitad del siglo pasado, siempre a partir del impulso del Plan Marshall que implementó Estados Unidos para ayudar económicamente a Europa occidental y así evitar que se esparcieran allí las ideas del comunismo. Tras el desarrollo de áreas como la industria automotriz, el turismo y la indumentaria, entre otras, la economía italiana experimentó un veloz crecimiento, que en menos de dos décadas transformó un país en ruinas en una potencia pujante, a tono con el apogeo del que gozaba el capitalismo por esos días.

Esta situación se iba a trasladar al ámbito cultural, donde los artistas de esa península brillaron tanto en la faceta comercial como en la que aprecian las elites más exigentes. Desde el Ferstival de San Remo, por ejemplo, empezaron a emerger voces melódicas que llenaron el mundo de canciones románticas, un fenómeno del que ni siquiera la Argentina permaneció ajena. Y con el movimiento llamado neorrealismo, también la cinematografía de ese origen copó la atención universal, gracias a una camada de directores y actores que pronto se transformaron en astros de la gran pantalla.

Y así como el pequeño Fiat 600 se volvió muy popular entre nosotros, al punto de ser uno de los automóviles de mayor circulación en nuestras calles, la producción audiovisual italiana iba a ser la responsable del lanzamiento de un personaje infantil que hacia finales de los años sesenta desembarcaría en Latinoamérica con un arrastre inimaginable. El Topo Gigio, que traducido al español vendría a ser “el ratón Luisito”, fue creado en 1958 por María Perego mediante un muñeco de gomaespuma y debutó en televisión al año siguiente en un programa de la RAI llamado “Alta fidelidad”.

Pasados algunos años, el éxito descomunal del Topo Gigio lo convirtió en un producto de exportación, que arribó a nuestra TV abierta en 1968, como parte de un ciclo de Canal 11 conducido por el animador uruguayo Juan Carlos Mareco “Pinocho”, quien era el encargado de entablar un diálogo con esta mascota de ternura inconmensurable. A posteriori, esa tarea iba a ser desempeñada por otras figuras televisivas, que van desde Héctor Larrea hasta Susana Giménez, aunque el Topo Gigio conservaba siempre su vocecita de entonación infantil que dejaba adivinar su origen itálico por la manera en que pronunciaba ciertas palabras.

Algunas noticias de actualidad han traído al presente a este ratoncito que ya lleva 67 años de vigencia, como lo ha hecho su aparición sorpresiva dentro de la ceremonia correspondiente a la edición 2025 del certamen musical Eurovisión. Si bien esta vez le tocó a una ciudad de Suiza ser la sede del concurso, cuando el jurado italiano tuvo que otorgar sus 12 puntos (la máxima calificación de esta compulsa) a un participante, fue el Topo Gigio el responsable de hacer el anuncio, por tratarse de alguien representativo de Italia que en todo el planeta es conocido como un ícono de ese país.

Casi en simultáneo con ese revival, en Buenos Aires Horacio Rodríguez Larreta celebraba su performance como candidato en las elecciones porteñas del domingo con el clásico gesto de tomarse las orejas, el mismo que alguna vez utilizó como jugador Juan Román Riquelme para festejar un gol y desafiar al por entonces presidente de Boca Juniors, Mauricio Macri. Han pasado muchas cosas desde que María Perego le dio vida a este simpático animalito, pero se ve que todavía hace falta citarlo en este momento en que la inocencia no abunda y, por el contrario, la crueldad parece ser la que despierta las mayores simpatías.

Te puede interesar

En la vitrina de las antigüedades

Si algo faltaba para evidenciar que los tiempos han cambiado, la difusión el jueves pasado de la grilla de programación de la próxima edición del festival Lollapalooza Argentina hizo estallar en mil pedazos el corazón de aquellos que pretenden que la llama de la pasión rocanrolera jamás se apague.

Caras y caretas cordobesas

El semanario de Buenos Aires pasa revista al entonces flamante Hospital Municipal de Infecciosos, en 1919, que ocupaba el actual predio de la Terminal de Córdoba, frente al FFCC Mitre.

Tan explícitos como irresistibles

A 25 años de aquel destape de la cumbia villera, hits de la primera época de Damas Gratis como “Se te ve la tanga” o “Alza las manos”, musicalizan los recuerdos de un tiempo más que álgido en la historia nacional, aunque un cuarto de siglo después las cosas parecieran no haber mejorado mucho.

Un viernes en la ciudad sonora

La jornada exhibe una vitalidad musical que visita con igual confianza la lírica y el jazz, la música electroacústica y el pop con vestimenta sinfónica, el tango bien ensayado y las posibilidades de un grupo vocal.

Una porción de la cordobesidad

Invitado el fin de semana al programa de Juana Viale, el Negro Álvarez confesó que ya no tiene la misma energía de antes y que está estudiando la posibilidad de reducir sus actuaciones para irse retirando de a poco. A los 79 años, el Mostro lleva bastante más de 40 contando sus historias desopilantes.

Todos los jueves son eternos

Bienvenidos estrenos, soberbio concierto de cámara, un museo y sus secretos, las identidades de las músicas y las danzas de estas tierras. La agenda no inventa nada.