Retenciones, la herida autoinfligida que Milei no logra cerrar

Por Gabriel Marclé

La preocupación del Gobierno de Javier Milei en vísperas de las elecciones legislativas ya no se centra solo en la aceptación de la gestión libertaria entre los sectores populares golpeados por la motosierra, sino que también comienza a chocar con la dura realidad de perder respaldo en espacios que parecían aliados incondicionales. Es el caso del campo, donde crece la controversia por las fugaces retenciones cero, medida que el Gobierno retiró a las pocas horas de implementarla tras cumplir los objetivos financieros previstos. La tensión, lejos de disiparse, volvió a crecer con nuevas declaraciones del presidente.

Para los ruralistas, la falta de previsibilidad en la política económica se traduce en incertidumbre y en reclamos crecientes. Javier Rotondo, vicepresidente de CRA, fue una de las voces más críticas tras el abrupto corte de una política esperada y llegó a decir que “el gobierno aprendió muy bien del kirchnerismo”. Milei, sin embargo, calificó como “falsa” esa lectura del campo en una entrevista en A24, donde negó que los principales beneficiados fueran unas pocas compañías y acusó a los críticos de difundir “operaciones políticas”.

Las entidades ruralistas remarcaron la distancia entre la visión presidencial y el reclamo del sector, aunque aún no hablaron de ruptura. La Mesa de Enlace mantiene el diálogo con el Gobierno y conserva la expectativa de que la medida pueda reactivarse hasta el 31 de octubre, fecha que había sido anunciada inicialmente.

Pero la tensión excede los comunicados. Como nunca antes, los propios productores se manifiestan en reuniones y videos virales en redes sociales, donde expresan su decepción y enojo con las medidas oficiales. Ese malestar también empieza a trasladarse a los intendentes, primera puerta de entrada de los reclamos, como se vio en el viral del productor Pedro Marra increpando a autoridades municipales en 9 de Julio por el estado de los caminos rurales.

En Córdoba, la situación se interpreta en clave electoral. “A Milei le anularon el gol mientras lo estaba festejando”, grafican en el cordobesismo. Cuando se lanzó retenciones cero, en Provincias Unidas encendieron las alarmas por el rápido apoyo que el Gobierno consiguió entre los ruralistas. Como si fuera una bala de plata contra Schiaretti en plena campaña. Ahora, cada movimiento se mide con mayor prudencia, aunque la disputa se traslada al Congreso.

Tras el traspié, diputados cordobeses presentaron un proyecto de resolución para que el Ejecutivo informe sobre la aplicación de la Ley 21.453 y su modificatoria 26.351, conocidas como “Ley Martínez Raymonda”, que regulan las DJVE. El eje está en la ganancia de unas pocas empresas beneficiadas por las 72 horas sin retenciones. Los diputados Carlos Gutiérrez y Alejandra Torres cuestionan la transparencia de esas operaciones y suman combustible al incendio que Milei encendió entre su electorado ruralista.

El dilema para Milei es claro: o recompone la confianza de los productores con señales que aseguren estabilidad en el esquema de retenciones, o corre el riesgo de perder uno de los apoyos sociales que más sostuvieron su narrativa de “defensa de la libertad” frente al intervencionismo estatal. En vísperas de una elección legislativa donde cada voto cuenta, la herida abierta con el agro puede convertirse en una hemorragia difícil de contener.