Cumbre Mestre-Ferrer, señal tardía para reanimar a la UCR en el sprint final
El candidato a diputado de la UCR fue recibido por el intendente de Río Tercero y presidente de la UCR cordobesa, en un intento por reanimar la épica partidaria frente a la hazaña de pelear una banca en un escenario dividido entre libertarios y peronistas. Asoman recelos por el timing, pero se destacó el valor del gesto. ¿Y De Loredo?
Por Gabriel Marclé
A once días de las urnas, el radicalismo cordobés volvió a mirarse a los ojos. Ayer, en el edificio municipal de Río Tercero, el intendente y presidente del partido, Marcos Ferrer, recibió al candidato a diputado nacional de la Unión Cívica Radical, Ramón Mestre, en un encuentro que, aunque tardío, dejó una señal que muchos correligionarios esperaban: el mensaje de unidad en medio de la dispersión.
La reunión se dio en el marco de una recorrida de Mestre por el departamento Tercero Arriba y sirvió para mostrar a un radicalismo que intenta recuperar el pulso militante. También fue, según su entorno, un intento por reanimar la épica partidaria frente al desafío de conseguir una banca en un escenario cada vez más polarizado entre libertarios y peronistas.
Desde allí, Mestre dejó una frase que resumió el espíritu del gesto: “Coincidimos en que los cordobeses necesitan un radicalismo unido, con fuerza, consciente de la importancia histórica que vive la Argentina. La UCR suma la coherencia que hace falta para reconstruir la política desde los valores, las ideas y las valentías”. Oxígeno necesario para el sprint final.
Del encuentro participaron Franco Jular, candidato del espacio; Leopoldo Grumstrup, jefe de campaña de Mestre; Gabriela Brouwer de Koning y el presidente del Comité Departamental, Rafael Prado. “La política es diálogo, es construir consensos. Sin diálogo, es imposible avanzar”, dijo Mestre a FM Sol sobre su eventual futuro en el Congreso. Tras la reunión con Ferrer, esas palabras parecen aplicar también a su partido.
El valor del gesto, pese al retraso
El encuentro fue leído como un gesto simbólico, pero también como una jugada política de alto valor para Mestre, que venía reclamando señales claras de respaldo del aparato partidario. En Río Tercero —donde Ferrer gobierna y conduce la estructura provincial del radicalismo—, la postal del saludo y el diálogo buscó despejar tensiones internas y demostrar que el partido aún conserva capacidad de articulación.
Sin embargo, el timing generó recelos. Hay quienes creen que la foto llegó tarde, sobre todo después de semanas de “trabajo a reglamento” en los comités del interior y de señales ambiguas hacia la militancia. La expectativa de Mestre es que el gesto sirva para reencender el motor de la fiscalización y la movilización, dos frentes que necesitan fortalecerse de cara al 26 de octubre.
A pesar de la importancia política del encuentro, Ferrer optó por la discreción: no hubo publicaciones en redes ni foto oficial en el Instagram del intendente. En su entorno aseguran que no se trató de una muestra de distancia, sino de una “decisión estratégica”. Sin embargo, los propios radicales reconocen que la reunión fue más significativa para Mestre que para Ferrer.
Heridas internas
El presidente del radicalismo provincial no atraviesa su mejor momento dentro del partido. Quedó expuesto tras los rumores de un acercamiento con La Libertad Avanza, lo que le valió cuestionamientos internos, especialmente del mestrismo. Además, las críticas a su conducción por el armado de listas y el control del Comité lo dejaron en una posición incómoda frente a sus pares. Tanto así que Mestre, figura también cuestionada, terminó fortalecido.
Por eso, la foto de ayer también puede leerse como un intento de recomponer autoridad. Aunque persisten los resquemores, el encuentro sirvió para contener a las bases que se sintieron huérfanas de conducción política en el tramo final de la campaña.
De Loredo, el gran ausente
El nombre que sobrevoló la cumbre fue el de Rodrigo de Loredo. Su distanciamiento con el partido provincial es cada vez más evidente. “Es un caso perdido”, admiten en uno de los comités fuertes de la UCR, donde también recuerdan lo publicado por Alfil: si el diputado radical acepta algún lugar en el Gobierno de Javier Milei —como se rumoreó en los últimos días—, Ferrer le soltará la mano.
En ese contexto, la reunión con Mestre puede leerse como una señal de quiebre con De Loredo, con Ferrer pensando en el “día después” del 26 de octubre. Si Mestre logra una buena performance electoral, su figura podría ser clave para reconstruir el equilibrio interno del partido. Pero si el resultado de la UCR es adverso y los intendentes boina blanca continúan emigrando hacia Provincias Unidas, el presidente partidario deberá tomar decisiones fuertes.
Por ahora, el gesto con Mestre dejó una foto que, más allá de su tardanza, vuelve a entusiasmar al radical puro: ese militante que todavía cree que la UCR puede volver a levantar la bandera de la coherencia en medio del desconcierto general.
Te puede interesar
Torres defendió el nuevo aporte a la Caja y arremetió contra gremios estatales
El legislador provincial de Juntos por el Cambio reavivó el debate sobre la sostenibilidad de la Caja de Jubilaciones de Córdoba al respaldar un proyecto que permitiría elevar hasta 4% las alícuotas de aportes personales, en medio del rechazo de gremios estatales que advierten impacto salarial y vulneración de derechos previsionales.
Confiado por los votos, Hacemos no evalúa cambios en Presupuesto
Tras una primera lectura atravesada por tensiones internas en la oposición y un clima legislativo fragmentado, el llaryorismo debe resolver si abre el proyecto a revisiones o si llega a la segunda vuelta con la misma hoja de ruta fiscal que defendió con firmeza en el recinto. Todo apunta a una ratificación del rumbo en la segunda lectura.
El cordobesismo atiende la rosca de Provincias Unidas en Senado
Más rezagado que en Diputados, donde ya quedó conformado al menos momentáneamente el bloque, Provincias Unidas busca ampliarse en cámara baja a partir del trío conformado por Vigo, Camau y Terenzi. La reunión de gobernadores que delató la rosca.
Entre el pan dulce y el brindis: la UCR entra en clima de interna
El mandato de Ferrer es hasta septiembre del 2026, pero el mestrismo quiere el calendario antes de fin de año.