Transición: Milei ajusta el beneficio de inventario

Por Felipe Osman

Alberto Fernández y Javier Milei compartieron un desayuno en la Quinta de Olivos para dar comienzo a la transición.

Durante la conversación, que duró alrededor de dos horas, el presidente saliente aseguró una transición ordenada y el cumplimiento del protocolo: él mismo entregará el bastón de mando al libertario.

Milei asistió al encuentro acompañado de quien será su Jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el interés principal del presidente electo a lo largo de la charla estuvo puesto en la Economía. Centralmente en el estado de las reservas del Banco Central, el nivel de endeudamiento de la institución con la banca privada (instrumentado vía Leliqs – Letras de Liquidez del Banco Central) y el nivel de endeudamiento en general, con el resto de los acreedores, más allá de empréstito con el Fondo Monetario Internacional.

La intención del futuro mandatario es, razonablemente, ofrecer un ajustado diagnóstico de la Administración Publica y, especialmente, de las variables económicas que recibe, antes de tomar control de la botonera del ministerio de Economía.

Se trata, en rigor, de algo que el libertario ya avisó desde el discurso que ofreció al momento de conocerse el resultado de las elecciones, en la noche del último domingo. 

“Al Gobierno queremos pedirle que sea responsable. Que entienda que ha llegado una nueva Argentina, y que actúe en consecuencia. Que se hagan cargo de su responsabilidad hasta el fin del mandato, el 10 de diciembre”, apuntó.

Las palabras de Milei estaban dirigidas hacia los rumores, que ya corrían en la noche del domingo, de que Sergio Massa pediría licencia al frente del ministerio de Economía hasta el final del mandato, algo que no terminó sucediendo y que fue leído, luego, como un movimiento del tigrense para que Alberto Fernández recobre centralidad durante la transición.

Pero, además, el presidente electo sabe que toda su propuesta de dolarización, en especial, y todo el capítulo económico de su plataforma electoral, en general, presionará sobre el tipo de cambio, y espera que el actual Gobierno pague los costos políticos de una devaluación previa a su llegada al poder, para asumir con un dólar lo más alto posible que haga viable la sustitución de la moneda nacional por la divisa estadounidense.

Para avanzar en la transición, Milei y Fernández convinieron designar a diferentes responsables por área, aunque no trascendieron los nombres de quienes serán los encargados de abordar la tarea.

La principal incógnita es quién quedará al frente del ministerio de Economía después del 10 de diciembre. 

Milei estira la indefinición y sólo adelantó que su ministro será “más ortodoxo” que él mismo. 

La justificación desde el lado libertario es que anticipar el nombre de quién estará a cargo de la cartera económica expondría al funcionario a un desgaste innecesario, incluso antes de asumir el control del ministerio que, por la situación del país y por las reformas que plantea La Libertad Avanza, se convertirá en el epicentro de la gestión.

Mientras tanto corren distintas versiones que apuntan que Federico Sturzenegger, el predilecto de Milei para el puesto, no desembarcaría en Economía, y que ahora el libertario intenta convencer a Luis Caputo, sucesor de Sturzenegger en el Banco Central durante la gestión Macri.