Tras “narcoamenazas”, Quinteros mete mano y la oposición pide un muro inteligente

Calor, humedad extrema y brote de dengue. Si algo faltaba en marzo para el este cordobés era una intimidación que pusiera la preocupación, temor y -en algunos casos- incredulidad en primera línea. Pero no solo eso generaron las llamadas anónimas presuntamente vinculadas al clan narco “Los Monos”, que advertía que iban a “matar a todos los policías” de San Francisco.

Ayer el ministro de Seguridad, Juan Pablo Quinteros, se hizo presente en el territorio apuntado junto al jefe de la Policía de la Provincia, Héctor Gutiérrez, y “metieron mano”: apartaron al jefe de la Departamental que fue amenazado y se comprometieron a reforzar la zona con más recursos humanos y estructurales.

“No vamos a permitir que nadie venga ni a San Francisco, ni a ningún otro pueblo de Córdoba, a alterar la paz social”, entizó Quinteros en el mediodía del miércoles frente a la sede policial tras firmar la asunción de Rubén Caporalli como jefe de la Departamental San Justo, en reemplazo de Pedro Maldonado.

El titular de la cartera de Seguridad remarcó frente a los policías amenazados que los van acompañar: “Mi obligación es mirarlos a los ojos y decirles que no los vamos a dejar solos. Le pido que estén cerca de la gente”, dijo al anunciar la llegada de 80 efectivos más y móviles policiales.

El contexto es complejo, debido a que las “narcoamenazas” se dieron mientras el país pone en foco en Rosario por la avanzada narco con el cártel “Los Monos”. Y al mismo tiempo resonaron las declaraciones del gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, de apoyar esa lucha y trabajar para evitar la ramificación de esta organización en el este cordobés.

Casualidad o no. Las amenazas se dieron en San Francisco, la ciudad bastión del propio gobernador. Lo que se preguntan los investigadores es si esto fue adrede o estamos en presencia de unas meras llamadas anónimas de mal gusto. Así y todo, se esperan novedades por parte de la investigación a cargo de la Justicia Federal de San Francisco por un presunto acto de terrorismo. Por el momento no habrían podido identificar la procedencia de los llamados más allá de los rumores y versiones encontradas.

Así y todo, San Francisco históricamente atravesó una particular situación con el flagelo del narcotráfico por estar lindante a las localidades santafecinas como Frontera y Josefina, que siempre se vieron rezagadas y con poca asistencia provincial y nacional.

Al respecto del cambio de mando policial, Héctor Gutiérrez, jefe de la Policía de Córdoba, resaltó que “la situación ameritaba un cambio de estructura”, mientras que Quinteros manifestó que son cambios “estratégicos”. Sin embargo, no dieron demasiados argumentos de cuál sería la estrategia y motivo de cambiar a un jefe departamental que asumió hace solo 50 días.

“Esta situación se supera con mucho trabajo, lealtad y compromiso. Necesitamos poner accionar para general tranquilidad pública”, indicó Quinteros.

Al mismo tiempo remarcó que sumarán recursos humanos a las distintas áreas tras la solicitud de más presencia de las fuerzas federales en la zona para evitar el paso delictivo desde Santa Fe a Córdoba.

La oposición pide una “muralla tecnológica”

El reclamo de mayor intervención en Camino Interprovincial es una discusión y deuda de larga data. Tal es así que diez años atrás hasta un ex intendente de Frontera (Juan Carlos Pastore) intentó construir un cordón de más de 30cm limitar el cruce de un lugar a otro, pero rápidamente fue desestimado y derrumbado. En el medio el ex juez federal de San Francisco, Mario Garzón, aseguró que estamos en presencia de una zona liberada para el narcotráfico, por lo que pedía la llegada de Gendarmería y Policía Federal. La realidad es que esas fuerzas arribaron a la ciudad de forma permanente pero poca intervención se dio al respecto.

Mientras, en los últimos días, las distintas fuerzas de seguridad se vieron desplegadas en Camino Interprovincial, tras la orden de la Fiscalía General de Córdoba con el fin de llevar tranquilidad a la sociedad tras las amenazas a la sede policial del lunes pasado.

En este marco, el que viene planteando hace meses un proyecto particular, es el concejal de Juntos por el Cambio, Luciano Stoppani, quien pretende el desarrollo de una “muralla tecnológica”.

“La muralla tecnológica, no de concreto. Es con cámaras para intervenir en la triple frontera entre San Francisco, Josefina y Frontera”, aclara Stoppani para evitar que los operadores lo traten de comparar otra vez con el ex presidente norteamericano Donald Trump.

Y marca que el objetivo no es separar a los habitantes de éstas localidades santafesinas: “Su finalidad es para darnos seguridad a todos, que sirva para proteger a todas las familias de éste conglomerado, que son considerados por nosotros como de una misma ciudad o un barrio más, todos somos víctimas del flagelo de la droga – narco tráfico y hechos delictivos que se generan en éste sector”, dice.

Con este mismo sentido, acompaña el proyecto el concejal radical Marco Puricelli, quien también descarta la posibilidad de un muro que divida, sino un sistema de inteligencia que resuelva el grave problema de ambas jurisdicciones.

Stoppani destaca que la iluminación se mejoró con luces led (falta extenderla hasta Av. Los Constituyentes e ingreso a circunvalación), la seguridad vial se intervino con la colocación de reductores de velocidad y falta cumplimentar la propuesta que consiste en sectorizar con “canteros” a lo largo del Camino Interprovincial; entradas vigiladas con cámaras y con fuerzas de seguridad, según se requiera para controlar la gente que circula de una provincia a la otra.

Además, insiste en crear un puesto permanente de Gendarmería Nacional en Av. Rosario de Santa Fe y Camino Interprovincial. Y las cámaras de todo el sector deben ser controladas por la Central de Monitoreo existente y sumar lectores de patentes para detectar vehículos con pedido de secuestro.