Provincial Por: Alejandro Moreno15 de marzo de 2024

Congreso UCR ratificó que las internas serán el 8/9

También se prorrogaron los mandatos de las autoridades partidarias hasta el 30 de septiembre

Por Alejandro Moreno

El Congreso Provincial de la Unión Cívica Radical escribió anoche el último capítulo del primer tomo de la interna partidaria 2024, al postergar las elecciones que habían sido convocadas para el 5 de mayo hasta el 8 de septiembre.

Al mismo tiempo, en la asamblea realizada ayer por Zoom, los congresales de la UCR estiraron los mandatos de las actuales autoridades hasta el próximo 30 de septiembre, por lo que la presidencia de Marcos Carasso en el Comité Central, iniciada en abril del 2021 y por dos años, se habrá extendido finalmente por tres años y cinco meses.

El Congreso Provincial de la UCR, que es presidido por Facundo Cortés Olmedo, está conformado por más de un centenar de dirigentes de todos los departamentos, y de los sectores de la Juventud y de los Trabajadores. Es el máximo organismo partidario y, por eso, el encargado de las decisiones clave.

La postergación de las elecciones internas ya había sido impulsada por unanimidad por la Mesa Ejecutiva del Congreso (conformada por dirigentes de mayor relevancia dentro del partido), por lo que se daba por descontado que el resultado sería el que terminó por votarse anoche.

No es la primera vez que en la UCR se prorrogan los mandatos; es más, podría decirse que la excepción es que un plantel de autoridades cumpla estrictamente los dos años que establece la Carta Orgánica.

Esta vez hubo varios motivos para justificar la mudanza de las internas. Lo más notorio fue el pedido de la UCR de Río Cuarto, que expresó su sorpresa porque el Comité Central, al convocar a votar a los afiliados para el 5 de mayo, olvidó que esa fecha será contemporánea de la elección municipal en aquella ciudad. Los riocuartenses tienen muchas ilusiones puestas en su candidato, Gonzalo Parodi, y una batalla interna solo podría provocar heridos en un momento inoportuno.

A la UCR de Río Cuarto apoyaron el Ente de Intendentes, cuyo presidente es Ruben Dagum, y el bloque de legisladores provinciales que tiene por titular a Matías Gvozdenovich.

Los riocuartenses habían expresado que “para la elección municipal afectaría el proceso electoral local, toda vez que, nos expondría ante la sociedad en un momento de hastió social con la política, nos pondría en el riesgo de que las diferencias partidarias afectaran la necesaria unidad de pensamiento y acción en este proceso y obligaría a distraer esfuerzos y recursos que deben concentrarse en la elección de intendente. Además, y no menos importante, porque obviamente, en el mejor de los casos menguaría la participación de Rio Cuarto, afectando la oportunidad, legitimidad y representatividad del departamento, que ya ahora y después de la confección de la lista sábana a nivel provincial, muestra una ausencia ruidosa del departamento, constituyendo una falta de federalismo político”.

Los múltiples núcleos internos del radicalismo cordobés coincidieron en que es una desprolijidad, pero luego nadie quiso sacar los pies del plato, al costo de quedar como insensibles con la necesidad de los riocuartenses. Sí protestó Córdoba con Todos (el grupo cercano a la vicegobernadora Myrian Prunotto) porque consideró que Carasso y el resto del Comité debió ser reemplazado por una comisión de notables.

Pero Río Cuarto no fue el único motivo: la crisis económica que atraviesa el país producto de dos décadas de populismo tiene a toda la gente -incluido el padrón de afiliados a la UCR- ocupada en cuestiones que le resultan mucho más urgentes que la sucesión partidaria. Y también, debe admitirse, los propios dirigentes radicales se preguntaban cuánto dinero iban a tener que gastar en unas elecciones internas a las que llegarían porque no asomaba un acuerdo.

Hasta ahora se menciona como el principal favorito a suceder a Carasso al intendente de Río Tercero, Marcos Ferrer, un aliado de Rodrigo de Loredo. Surgió como una opción el riocuartense Juan Jure (que podría ser apoyado por los núcleos que se oponen a De Loredo), aunque cuando comenzó a hablarse de la prórroga el tema se desvaneció.

Para el Comité Capital, las versiones indican que Brenda Austin es la señalada por el deloredismo, mientras que el alfonsinista Dante Rossi habría manifestado querer jugar por esa silla.

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