Río Cuarto Por: Gabriel Marclé 11 de abril de 2024

Llaryora llegó al Imperio en plena campaña: sutil apoyo a De Rivas

El gobernador lanzó la Guardia Local de Prevención y adelantó más acciones en materia seguridad, en consonancia con la campaña por la intendencia. Llaryora le guiña a De Rivas, pero llama a lograr la unidad peronista. Se prevén visitas más frecuentes del mandatario cordobés, quien comenzará a jugar fuerte desde mayo.

Guillermo De Rivas y Martín Llaryora

Por Gabriel Marclé

El gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, visitó ayer la ciudad de Río Cuarto tras varios meses de espera. El momento elegido para el arribo fue bastante particular, justo cuando el peronismo riocuartense se encuentra resolviendo tensiones que llevan a que dos integrantes del partido estén en plena competencia por la intendencia de la ciudad. Pese a esta tensión, la presencia del mandatario provincial pudo haber aclarado el panorama respecto al apoyo del Panal a uno de los dos nombres en carrera. Se trata de Guillermo De Rivas, el “sucesor natural” de Juan Manuel Llamosas, quien fue protagonista de la agenda provincial en el Imperio. A puro gesto y sin definiciones públicas, Llaryora expresó un sutil apoyo. Eso sí, con mucho cuidado: no quiere quedar en medio de la pelea con Adriana Nazario, decidida a ser candidata.

El gobernador llegó pasado el mediodía para encabezar un acto en el Polideportivo Municipal nº2, donde se presentó de la Guardia Local de Prevención, materialización del nuevo paradigma de seguridad inaugurado por la actual gestión provincial. De no ser por los recaudos que tomó Llaryora -escatimando en un apoyo explícito a De Rivas-, la presentación tuvo todos los signos de un acto de campaña propio del camino hacia las urnas del 23 de junio.

Para empezar, el candidato oficialista riocuartense se sentó junto al mandatario provincial y hasta tuvo la oportunidad de ser orador durante el acto. Al tomar la palabra, Llaryora mencionó a De Rivas junto a Llamosas, felicitándolos por “la valentía” demostrada al “enfrentarse a la inseguridad”, tema central de la campaña llamosista. El elegido por De Rivas fue actor destacado de la agenda provincial, quedó siempre enfocado por los reflectores y no se despegó del lado del gobernador en ningún momento. Elementos que sumaron a la imagen del candidato que ya copa las calles con carteles que llevan nada más y nada menos que el sello de Hacemos Unidos.

Los gestos fueron sugerentes, aunque no contundentes. Llaryora apeló al manual para evitar conflictos. Cuando fue consultado directamente por su eventual apoyo a De Rivas, el gobernador se despegó: “Falta mucho tiempo y, como ex intendente del interior del interior, nunca me gustó que vengan de afuera a decirme a qué candidato votar. El candidato tiene que surgir de la propia ciudadanía y, en este caso, de la propia coalición. Me parece una falta de respeto entrometerme”. Dijo, manteniendo la postura que ya había exhibido durante enero, cuando se dio su última visita. 

En modo líder político y sin hacer mención directa a la divergencia expresada por Adriana Nazario, el gobernador expresó lo que Alfil ya adelantaba días atrás: el escenario ideal no es con dos candidatos peronistas. “Yo espero que se pueda llegar a un acuerdo entre las diferentes vertientes de nuestra alianza y también con otros espacios políticos”, lanzó el gobernador, exhibiendo cierta esperanza respecto a la unidad PJ. Mensaje que puede entenderse como un “punto medio” entre posturas enfrentadas, aunque los halagos lo acercan más al oficialismo: “Creo que ha sido muy bueno el trabajo en conjunto entre el Gobierno provincial y el Gobierno municipal”, dijo. Entre líneas, el llamosismo leyó esto como lo más cercano a un apoyo definitivo.

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El mayor punto de conexión entre la gestión provincial y la campaña del oficialismo local estuvo en el tópico “seguridad”. Desde el lanzamiento de la Guardia Local de Prevención y la entrega de móviles, Llaryora dejó en claro que su presencia en la ciudad tendrá mucho que ver con las acciones en la lucha contra la delincuencia y el narcotráfico. De hecho, el gobernador prometió una vez más la llegada de una sede local de la Fuerza Policial Antinarcotráfico. Lo hará en los próximos meses, posiblemente antes de las elecciones y como la frutilla del postre en la campaña oficialista. También llegarán cámaras para llegar a las 400 en toda la ciudad.

También hubo un gesto contundente a uno de los actores centrales de la vida institucional, cumpliendo con una promesa que había asumido como candidato a gobernador. Se trata del aporte de 75 millones a Bomberos Voluntarios para la construcción del cuartel en Banda Norte, una medida que recompone la relación de Provincia con la institución.

En su despedida del Imperio, el gobernador adelantó que tiene planificado venir más seguido. De hecho, la semana que viene llegaría nuevamente para inaugurar el Parque Sur. No quedan dudas de que la capital alterna será uno de los destinos más frecuentados en los próximos 70 días de campaña. Tal vez con un apoyo que se volverá más explícito con los días, Llaryora entrará a jugar fuerte desde mayo, cuando se hayan cerrado las alianzas.