Por Gabriel Silva

La confirmación del tradicional encuentro del radicalismo para el 10 y 11 de mayo próximo en Villa Giardino sacó a la UCR cordobesa del letargo en el que había entrado tras la postergación de la interna para el segundo semestre del año y permitió que la vida partidaria recuperara efervescencia. Porque, con la confirmación de la doble jornada en Punilla, empezaron a agitarse las convocatorias en Zoom o asados circunstanciales para definir los ejes del debate en la cumbre que revitaliza el otoño radical y que, en esta edición 2024, básicamente se para en dos grandes ejes: provincializar o nacionalizar el encuentro.

No sólo desde el punto de vista de los huéspedes nacionales que se den cita en el valle serrano, sino también por las temáticas y quiénes pueden ser los destinatarios de los dardos en plena verborragia radical. Puntualmente, el sector que representan el jefe del bloque en Diputados, Rodrigo de Loredo, junto al intendente de Río Tercero, Marcos Ferrer, insisten en todas las charlas en apuntar los cañones al Panal y preservarse en las municiones a la Nación.

Algo que no comparten el sector del exintendente Ramón Mestre, la porción que lidera el exdiputado nacional, Mario Negri, y otras facciones del radicalismo que ya lo expresaron en distintas conversaciones.

Una de las primeras, y previa a la confirmación del encuentro de mayo, fue la reunión virtual que lideró De Loredo hace algunos lunes atrás y que contó Alfil. El otro, más cercano en el tiempo, un asado que lo tuvo al -¿ex negrista?- Julio Ochoa como anfitrión de un asado y donde también se debatió el rol que debe tener la UCR cordobesa en este escenario.

En ambos, en el primero el propio De Loredo y en el segundo con el riotercerense Ferrer, esa porción de la UCR propuso alambrar el radicalismo cordobés y circunscribirlo a la realidad cordobesa. Con munición gruesa que se espera tenga como destinatario el gobernador Martín Llaryora y el resto del PJ.  

Para el jueves, en tanto, se aguarda un Zoom de Mestre en el cual se insistirá con recalibrar la mira y apuntar tanto al Panal como a la gestión de Milei. “¿Quiénes son estos tipos para marcar qué criticar y qué no? Le queremos cuestionar la gestión a Llaryora, pero también lo queremos hacer con Milei. Resulta que en Cambiemos vimos cómo el PRO nos robó consignas, protagonismo y relato; ¿y ahora vamos a hacer lo mismo con Milei?”, lanzó un radical en contra del eje De Loredo-Ferrer.

Los anticuerpos que empieza a generar el deloredismo para evitar cualquier tipo de crítica libertaria previo al debate de la Ley Bases confronta con los intereses de esos sectores de la UCR que pretenden poner al Gobierno nacional también en la mira. Además, por la necesidad de reperfilar el futuro inmediato de los cordobeses de Evolución que pretenden: en septiembre controlar el partido y allanar el terreno para la candidatura 2025 de De Loredo.

Esto último, algo que también pretende Mestre y varios actores en la UCR cordobesa lo admiten.

No obstante, cerca del diputado nacional insisten con cerrar la discusión a las cuestiones domésticas. “Debemos hablar del radicalismo de Córdoba si hacemos el encuentro. Entrar en el escenario nacional es un error porque hay miradas distintas y es una discusión prematura. Algunos tienen un tema sobre qué tipo de relación tener con Milei y el Presidente no analiza la opción de ser socio de la UCR. Es más una mirada de ellos y es darse manija con algo totalmente abstracto”, dijo anoche a este diario un radical con peso que pretende provincializar el encuentro.

Del Zoom al asado (sin escalas)

De Loredo punteó en un primer encuentro virtual cuáles deberían ser los ejes del debate en Giardino, pero también intentó evitar la realización de la cumbre en ese Zoom de noche de lunes hace algunas semanas. Fundamentalmente, porque pretende obturar un arribo del senador Martín Lousteau a Córdoba en su rol de presidente de la UCR Nacional y con quien el jefe de bloque en la Cámara baja no atraviesa un buen momento.

Menos, el presidente Milei.

Ahora, con la cumbre confirmada hay insistencia de algunos sectores que, amparados en cuestiones protocolares como la invitación formal al presidente de la UCR, buscan generar una foto incómoda para De Loredo. Situación que no inquieta al entorno del jefe del bloque en la Cámara baja: “él y Lousteau son dos tipos inteligentes”, dicen y recuerdan que algunos en Giardino pidieron en el 2023 un respaldo provincial a Juez cuando De Loredo todavía no se había bajado.

En el encuentro en casa de Ochoa, Ferrer pidió no involucrarse en lo nacional y algunos salieron a plantar la necesidad de las dos posturas para el partido. En esa misma reunión, que algunos creyeron estaba enfocada en la discusión por la Defensoría del Pueblo, hubo otras visiones.

“No se habló del tema de la Defensoría. Lo central fue Giardino y fue un encuentro para ‘achicar’ en varias discusiones”, dijo uno de los presentes. Se sabe, Ochoa es uno de los anotados que pretende aterrizar en las oficinas de calle Deán Funes después del segundo semestre, pero hay otros interesados; como también algunos hablan de otros plazos. “Quieren algunos del PRO, otros de Encuentro Vecinal, otros radicales. La lista es larga”, razonaron algunos en los últimos días a este diario.

Volviendo a la discusión por Giardino, junto al mestrismo, el negrismo, el sector que lidera Carlos Becerra y otros alfonsinistas apuntan a incluir el eje nacional; mientras el angelocismo definirá en los próximos días qué hacer. Como sea, la catarsis radical seguirá tomando forma hasta que el Comité Provincia que lidera Marcos Carasso defina el temario, se creen las comisiones y se conozcan los ejes de un acalorado debate en mayo.