Por Yanina Soria

El gobernador chubutense, Ignacio Torres, agitó el tablero político nacional, cuando, el lunes pasado, avisó que junto a otros mandatarios avanza en la redacción de un “Pacto Federal” propio, que será previo al del 25 de Mayo que prepara con bombos y platillos el presidente Javier Milei. Para sorpresa de muchos, el dirigente del PRO adelantó que habrá una presentación formal para toda la Argentina de esos puntos que serán consensuados entre las provincias pero que girarán sobre dos grandes ejes: educación pública y federalismo fiscal. 

Incluso, el chubutense dijo haber hablado ya con quien preside la Región Centro que es Maximiliano Pullaro de Santa Fe, y del Norte Grande, Gerardo Zamora de Santiago del Estero, para “terminar de redactar nuestros propios 10 puntos, elevarlos al Gobierno Nacional y que sea consensuada una agenda que necesita la Argentina". 

La idea que promueve Torres, uno de los gobernadores que fue blanco de las descalificaciones en las que incurrió el presidente en momentos de máxima tensión con las provincias, tiene un trasfondo político. Cuando todavía no está confirmada la lista final de mandatarios que asistirán a Córdoba para ser parte del acuerdo nacional, y tampoco hay certezas sobre qué destino tendrá la Ley Bases, Torres orquesta una contra movida que busca, de algún modo, condicionar a la Nación. 

El éxito de su convocatoria podría aguarle un poco la fiesta que, a todas pompas, organiza el gobierno libertario. 

Por eso, atendiendo a la motivación política que subyace a esa especie de “pacto blue”, el cordobés Martín Llaryora, por ahora, calibra. Consultadas altas fuentes del Panal, aseguraron que todavía no recibió ninguna convocatoria formal de sus pares por lo que, el tema, no aparece en la agenda del mandatario provincial. 

Sin embargo, el buen momento político que transita con el presidente Milei y su rol de anfitrión en el Pacto de Mayo, hacen suponer que Llaryora, hasta el 25, no accionará en ningún sentido que lo ponga en la vereda del frente al gobierno libertario. El cordobés ya probó las amargas mieles de enfrentarse a quien todavía goza de altísimos niveles de apoyo en la provincia. 

Y si bien marca sutiles diferencias desde la gestión, en el Congreso el cordobesismo acompañó la media sanción de la ley ómnibus (excepto Natalia de la Sota) y todo indica que también lo hará a través de Alejandra Vigo en el Senado. Bajo el paraguas de la gobernabilidad, el peronismo provincial acompañará legislativamente a la Libertad Avanza. 

Ahora bien, si el “Pacto Federal” efectivamente camina como dijo Torres, el jefe político del PJ Córdoba quedará en un lugar, por lo menos, incómodo. Cualquiera sea su decisión, suscribir o no esos diez puntos que planean presentarle al Ejecutivo nacional, Llaryora deberá dar explicaciones. A sus pares, si no lo hace; o a la Nación, si efectivamente estampa su firma en ese acuerdo previo al 25 de Mayo.