Cultura Por: Redacción Alfil10 de mayo de 2024

Un regalo de cumpleaños

El ex guitarrista de Pink Floyd, David Gilmour, ha publicado un single como adelanto de su quinto disco en solitario, “Luck And Strange”, que aparecerá el próximo 6 de septiembre y en el que lo acompañan sesionistas de renombre, como el bajista Guy Pratt y el baterista Steve Gadd.

J.C. Maraddón

En 1994, nueve años después de que Roger Waters abandonara la formación de Pink Floyd e intentara sin éxito que su partida marcara el final del grupo, la banda británica ingresaba a estudios para grabar “The Division Bell”. Siete años antes, con el guitarrista David Gilmour y el baterista Nick Mason como sobrevivientes del plantel original, Pink Floyd había lanzado el álbum “A Momentary Lapse of Reason”, el primero sin Waters, donde el también miembro fundador Rick Wright se había hecho cargo de los teclados, pero sin que su nombre figurase en los créditos porque había cuestiones legales pendientes que se lo impedían.

Solucionado ese veto, Wright volvió a acoplarse al trabajo de sus viejos compañeros y lo hizo con un entusiasmo tal que se convirtió en el principal ladero de Gilmour en las composiciones. Para las letras de “The Division Bell” hizo su aparición Polly Samson, la esposa del guitarrista, quien aportó sus líricas en siete de los once temas que componen el disco. En aquel 1994 se escribieron críticas impiadosas para este lanzamiento de Pink Floyd, además de escucharse la opinión de Roger Waters, quien lo calificó de “basura”. Sin embargo, eso no impidió que esta obra discográfica trepara al número uno de los charts en Estados Unidos e Inglaterra.

La aparición de “The Division Bell” fue el disparador de una gira en la que, por supuesto, también se interpretaban temas de las etapas anteriores de la banda. Esto generó grandes expectativas entre los fans, que fantaseaban con una prolongación ad infinitum de la carrera de una agrupación fundamental en la historia del rock. Pero a partir de octubre de 1994, Pink Floyd iba a bajarse de los escenarios en un intervalo que se extendería por más de una década, hasta el famoso concierto de Live 8, en el que Roger Waters iba a reintegrarse por única y última vez.

En 2014, seis años después de la muerte de Rick Wright, David Gilmour decidió rendirle homenaje publicando las canciones que veinte años antes habían sido descartadas de la lista final de “The Division Bell”. Estos 18 tracks, en su mayoría instrumentales, aparecieron compilados bajo el título de “The Endless River”, en lo que marcó el definitivo adiós de Pink Floyd, más allá de la edición de las recopilaciones de rigor y del single “ Hey, Hey, Rise Up!” conocido en 2022 dentro de una campaña de apoyo a Ucrania.

Como parte del trayecto solista que los ex Pink Floyd han ido desarrollando, el siempre activo David Gilmour ha anunciado que antes de fin de año saldrá a la venta su quinto disco en solitario, “Luck And Strange”, en el que lo acompañan sesionistas de renombre, como el bajista Guy Pratt y el baterista Steve Gadd. Podría decirse que se trata de un emprendimiento casi familiar, porque además de las letras de Polly Samson, hay una canción escrita por Charlie Gilmour, hijo de David, y otra en la que interviene su hija Romany, a cargo del arpa y la vocalización.

Han transcurrido 30 años desde “The Dvision Bell” y una década desde “The Endless River”, pero aún es factible encontrar en “The Piper’s Call”, el single adelanto de su próximo álbum subido a plataformas la semana pasada, muchos puntos de conexión con aquel estilo que predominó en la etapa en que David Gilmour estuvo al frente de Pink Floyd. A los 78 años, difícilmente vaya a cambiar su dirección musical, como tampoco sus seguidores podrían llegar a entender ese viraje. Lo que tampoco se altera, según parece, es su proverbial enfrentamiento con Roger Waters: “Luck And Strange” aparecerá el 6 de septiembre, el día del cumpleaños de su ex compañero.

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