Nacional Por: Gabriela Origlia16 de septiembre de 2024

Javier Milei: “Venimos a ponerle un cepo al Estado”

En su discurso de presentación del proyecto de presupuesto 2025 el Presidente ratificó que vetará “todo proyecto que atente contra el equilibrio fiscal”. Apuntó sin nombrarla a Cristina Kirchner al insistir en que la inflación es “siempre” un fenómeno monetario. No hubo detalles de partidas.

Por Gabriela Origlia

El presidente Javier Milei está decidido, a nueve meses de su asunción, de querer mantener su imagen de político disruptivo más allá de que, cuando los problemas lo acucian se mete en el barro del pragmatismo. Con ese objetivo presentó anoche el proyecto de presupuesto 2025, ocupando el lugar que históricamente tuvieron los ministros de economía. El suyo, Luis Caputo, siguió su exposición a unos metros. La presentación tuvo todas las aristas de un acto político libertario en la escenografía del Congreso y en el prime time televisivo. "Vamos a pensar primero cuánto hay que ahorrar, para luego gastar", fue el eje de su mensaje.

Reiteró que el superávit fiscal no se negocia y aseguró que hay dólares suficientes para pagar los compromisos que tiene la Argentina. Un claro mensaje a los agentes económicos que avalan el programa pero que tienen algunas dudas. Por eso ratificó que el año próximo el déficit cero será total. Adelantó: “Vetaremos todos los proyectos que atenten contra el equilibrio fiscal. Hacemos esto porque no vamos a ser cómplices de estafar al pueblo argentino para adoptar una medida populista. Solo discutiremos el aumento de un gasto cuando venga con una explicación de qué partida reducir para cubrirlo”.

 “Venimos a ponerle un cepo al Estado”, graficó Milei en el arranque, refiriéndose al “blindaje fiscal” que derivará en un superávit fiscal que -según sus proyecciones- redundará en una baja del riesgo país, un aumento del empleo, y una reducción de la pobreza y la indigencia. “Hoy empezamos a escribir la nueva historia argentina", dijo para subrayar que el proyecto que presentó es “diametralmente distinto al que nos tienen acostumbrados”.

Como es habitual -y después de advertir que se siente “orgulloso” de ser economista, el “primer economista Presidente de la Argentina”- repasó y criticó diferentes conductas instrumentadas por la Argentina a lo largo de la historia, como default, hiperinflación, cepos, altos impuestos y caída del PBI. En ese marco, ratificó, como “nota a pie”, que la “inflación es siempre un fenómeno monetario, le guste a quien le guste”, en clara referencia aunque sin nombrarla a la expresidenta Cristina Kirchner, quien siempre pone en duda ese concepto.

A lo largo de su discurso, Milei no dio precisiones respecto de los números del presupuesto 2025 que para ser aprobado requerirá del apoyo de sectores de la oposición, porque el oficialismo no tiene votos propios suficientes. Los detalles de las partidas están en la documentación anexa que ingresó al Congreso.

En dos oportunidades a lo largo de su presentación, defendió que su administración tiene “gestión”; la segunda vez lo hizo cuando volvió a decir que su Gobierno ajustó US$90.000 millones de dólares, “el ajuste más grande de la historia”. En ese tramo puntualizó lo que implica “gestionar”, entre cuyos puntos mencionó por ejemplo el despido de “ñoquis”, el saneamiento del balance del Banco Central, el “desactivar la bomba de deuda”, la baja de homicidios en Rosario, control de piquetes, “recuperar la confianza” del sector privado. “Gestionar no es administrar el Estado, es achicar el Estado”, recalcó.

El Presidente, como era esperable, apuntó a los legisladores nacionales. Los acusó de ser los responsables de “todas las medidas populistas que han arruinado este país”. “Saben que si se les termina el déficit, a muchos se les termina el negocio”, sostuvo. En otro segmento, antes de explicar la metodología del nuevo proyecto, indicó “los invito a despejar la X conmigo para entender de qué se trata. Ustedes pueden abstenerse porque suman con dificultad” y señaló con la cabeza a la bancada opositora.

“Nos debemos un debate honesto sobre de qué se tiene que ocupar o no el Estado -dijo-. El Estado no tiene que ser una niñear que se encarga de todo. Cuando un Estado se arroga tareas que no le competen, termina por incumplir la responsabilidad de que le corresponden”. En esa línea advirtió que deberá ser el mercado o los Estados subnacionales (las provincias) las que resuelvan los problemas que no tengan que ver con asegurar la “estabilidad macroeconómica” o la política exterior.

Milei señaló: “La única forma de multiplica la cantidad de empresas es sacándoles la mano del bolsillo y liberándolos del infierno de regulaciones, permisos y costos altísimos que tiene la actividad privada en este país. Para llegar a ese punto nos hemos propuesto el plan de reformas estructurales más ambicioso de la historia”.

A los mandatarios provinciales les pidió que se sumen al ajuste que él realiza; reclamó un recorte de alrededor de $60.000 millones para bajar el gasto público consolidado al 25 puntos del PBI. Milei sostuvo que ya la Nación hizo su parte, y apuntó que los argentinos “no tolerarán” que si la Nación baja impuestos, los gobernadores o intendentes los suban.

Los números oficiales del primer trimestre transparentan que lo hicieron: las 16 provincias que presentaron ejecución presupuestaria tienen superávit; la baja promedio del gasto fue de 28,1%. Eso mientras que los recursos totales enviados por la Nación cayeron $5,2 billones entre enero y julio respecto al mismo período del 2023.

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