UNC: continúan las tomas y el Consejo Superior repudió a los diputados que respaldaron el veto

Por Francisco López Giorcelli 

El accionar del Gobierno nacional en torno al conflicto universitario no para de coleccionar fracasos, como dijo el diputado nacional Miguel Ángel Pichetto, parece que “Milei consolidó una alianza de minoría (con el PRO) y bloqueó el Congreso” lo que evita la construcción de consensos que representen a mayorías en torno a los conflictos que el propio libertario no para de crear. 

Sobre el sistema de universidades públicas el presidente Javier Milei no tuvo la mejor idea de seguir mintiendo y subiendo la vara del conflicto al momento de decir con total liviandad que “la verdad incómoda en la Argentina es que la universidad pública nacional no le sirve a nadie más que a los hijos de los ricos y de la clase alta y media alta, en un país donde la gran mayoría de los niños son pobres".

Lo curioso fue que lo dijo en el marco del cambio de nombre del centro cultural “CCK” por “Palacio Libertad Domingo Sarmiento”, usando el nombre de Sarmiento quien, entre otras políticas públicas, impulsó la escuela pública financiada estatalmente con el objetivo de universalizar la educación en la población de una naciente Argentina. Claramente el cambio de nombre del centro cultural es por la “batalla cultural” que llevan adelante.

Ante semejante atropello presidencial sobre la universidad fueron los estudiantes que en una coordinación que hace mucho no se veía decidieron tomar cartas en el asunto y asumir un rol central en el conflicto. Entre tomas, acampes y clases públicas se organizaron para visibilizar el conflicto al mismo tiempo que brindan su apoyo a docentes y no docentes en su reclamo salarial. 

Milei, por su parte, se encuentra ante un nuevo actor político en el conflicto, la figura del estudiante es el más activo políticamente, son estudiantes que trabajan, que mantienen sus sueños a base de mucho esfuerzo, generalmente de clase media, media baja y con una gran capacidad de organización y movilización, un actor que es distinto al gremialista o a las organizaciones sociales, ya que es un actor que sabe lo que puede perder por lo que va por más en defensa de lo que corresponde. 

Es decir, el Presidente está ante una encrucijada la cual lo llevó a decir en una entrevista en las últimas horas que la universidad pública y gratuita “no está peligro”. Esto último no hará ni un poco de eco en los pasillos universitarios, saben que son declaraciones para la tribuna y para que el tema de las auditorías queden de lado ya que la responsabilidad de las mismas es del propio gobierno nacional y es el propio ejecutivo quien no formaliza los auditores para que hagan su trabajo.

De hecho desde el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) se cansaron de desmentir esta afirmación: remarcan que las universidades son auditadas de manera interna y externa por la Auditoría General de la Nación (AGN), y luego se suben los resultados a las páginas web de cada institución.

Desmantelada la mentira de las auditorías no le quedó otra al libertario que avanzar con el discurso simbólico en torno a “quién le sirve la universidad”. Bueno los datos que aporta el propio Gobierno son contundentes, en promedio, el 47,8 por ciento de los inscriptos en 2022 (último dato disponible) era primera generación de universitarios en sus familias. Y ese porcentaje sube a 62,3 por ciento si sólo se cuenta a quienes respondieron sobre la instrucción de sus padres.

Es decir, se asiste a un hecho importante, el choque en vivo y directo de un discurso ficticio contra la única verdad, la realidad. Por lo que los estudiantes hicieron propias las herramientas democráticas de decisión y organizaron asambleas en todas las universidades del país.

Sin muchas vueltas, las tomas en las facultades se fueron sucediendo una tras otras, incluso facultades que históricamente no se han tomado como Derecho en la UNC decidieron la toma en apoyo a los docentes y no docentes universitarios, pero también para pedir el financiamiento del sistema educativo superior. 

Hasta el momento en la UNC son por lo menos cinco las unidades académicas en las que las asambleas tomaron el establecimiento. La Facultad de Psicología UNC está tomada por 48 hs, Facultad de Filosofía y Humanidades UNC: tomada por 48 hs, Facultad de Artes UNC: tomada por tiempo indeterminado, Facultad de Cs. Químicas UNC: en estado de vigilia, Facultad de Cs. de la Comunicación UNC: tomada por 48 hs y la Facultad de Arquitectura y Diseño UNC: tomada por 48 hs.

Las tomas coinciden con las medidas de fuerza anunciadas por ADIUC (docentes) y la gremial San Martín (no docentes) quienes decidieron adherir a las medidas impulsadas por el Frente Sindical que “ha resuelto la profundización del plan de lucha con un horizonte de disputa con el Gobierno nacional que nos ha privado de la herramienta de la ley de financiamiento universitario y de una paritaria que reconozca la especificidad de trabajadoras universitarios y ofrezca una solución a la grave situación salarial” resalta el comunicado.

Persona “no grata”

En tanto, en el marco del conflicto por el presupuesto universitario, La Fuerza Estudiantil espacio que representa al llaryorismo en la UNC ha presentado al HCS de la Universidad un pedido para que se declare persona “No Grata” y se rechace el accionar de los diputados cordobeses que avalaron el veto presidencial.

La agrupación está representada por Agustín Canto de la Facultad de Odontología, Luciana Casafuz y Ornella Romero de la Facultad de Comunicación, Martina Galimberti de la Facultad de Ciencias Sociales y Sofia Squire de la Facultad de Filosofía y Humanidades.

En sintonía con la postura que viene teniendo el gobierno de la provincia que acompaña el reclamo universitario, los referentes del espacio estudiantil “La Fuerza” llevaron el posicionamiento al órgano legislativo de mayor representación en la UNC.