Incursión patagónica de Llaryora: Vaca Muerta y contacto con gobernadores

Por Bettina Marengo

Martín Llaryora busca hacer pie en Vaca Muerta con la participación hoy en Neuquén en la ronda de negocios petroleros Argentina-Texas Summit Energy, una previa de la Expo Oil&Gas, la megacumbre de los hidrocarburos que arranca mañana en la ciudad patagónica y que concita la atención mundial del sector. 

RIGI cordobés en mano -ayer se publicó la ley en el Boletín Oficial de la Provincia- el gobernador va a acompañar a una veintena de empresarios del Cluster del petróleo y el gas, integrado por proveedores de maquinaria y de logística a la industria extractivista. Según afirmaron en el Panal, la invitación al evento provino de la Cámara Argentino Texana durante la reciente gira estadounidense del sanfrancisqueño y empresarios, convocados por la AmCham. La actividad sureña es hoy. Al día siguiente está prevista la visita a Córdoba del gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, que se quedará hasta el jueves en el marco de la campaña para la presidencia del PJ Nacional que le disputa a Cristina Kirchner. Hay expectativa por una posible reunión institucional, pero ni el Panal ni el entorno del riojano confirmaron nada.

Varios gobernadores participarán del Energy Summit 2024. Además del anfitrión, Rolando Figueroa, estarán el rionegrino Alberto Weretilnek y el chubutense Ignacio Torres. Los tres serán oradores en la mesa principal. Con el neuquino y el chubutense, el cordobesismo acordó armar en el Senado el bloque dialoguista Provincias Unidas, donde está la cordobesa Alejandra Vigo, que busca ser árbitro cercano al gobierno nacional entre La Libertad Avanza y el PRO más mileista y la oposición dura de Unión por la Patria.

En forma virtual, hablará el embajador de Estados Unidos en la Argentina, Marc Stanley. El jefe del Panal no está en el programa como expositor, pero desde el entorno del gobernador aseguran que también hablará en el evento, que empieza a las 14 horas y no está abierto al público.

Estaba anotado el ahora echado secretario de Energía de Nación, Eduardo Rodríguez Chirillo, pero pasaron cosas. En su lugar fue designada la macrista María del Carmen Tettamanti, en lo que parece ser una nueva etapa del presidente Javier Milei con Mauricio Macri. 

Los medios nacionales informaron ayer que la vicepresidenta Victoria Villarruel viajaría también a la capital neuquina para adentrarse en la agenda de Vaca Muerta, en ejercicio de un rol ejecutivo que la muestra con agenda propia. 

Al cierre de esta nota el gobierno cordobés no había confirmado reuniones a solas con sus pares del sur. Habrá mucho encuentro formal e informal, deslizaron desde el hotel Hilton Garden Inn, donde se hace el encuentro. 

Son días de gobernadores. Anoche Milei cenó con los mandatarios de Salta, Gustavo Sáenz; de Catamarca, Raúl Jalil; de Tucumán, Osvaldo Jaldo y de Misiones, Hugo Passalacqua, a quienes invitó para agradecerles el acompañamiento al veto a la ley de financiamiento educativo y para buscar alianzas contra el proyecto que modifica los DNU presidenciales.

Para Llaryora, la incursión patagónica es otro movimiento en línea federal destinado a extenderse políticamente y superar lo que muchos consideran la etapa autonómica del exgobernador Juan Schiaretti, que se mantuvo puertas adentro de Córdoba hasta la candidatura presidencial del año pasado. El actual mandatario busca ser referencia desde el centro del país frente a la nueva generación de gobernadores no K que hoy son nodos de poder y que, según algunas encuestas, tienen (algunos) incluso mejor imagen que el jefe de la Casa Rosada.

En esa línea, viene de lograr el acuerdo de la Región Litoral para la incorporación de Córdoba a ese esquema vía Región Centro, en un intento de tener injerencia en lo vinculado a la Hidrovía Paraná-Paraguay. Unos meses antes se involucró hacia el oeste con la Mesa del Cobre que integran San Juan, Salta y Catamarca. Lo explícito siempre es lo mismo: facilitarles negocios a empresarios cordobeses para promover inversiones y creación de fuentes de trabajo. “Para los que dicen que el Estado no puede generar condiciones de desarrollo”, se ufanan desde el entorno de Llaryora.