Cultura Por: Víctor Ramés04 de noviembre de 2024

Caras y caretas cordobesas

Una secuencia de tres notas publicadas por Caras y Caretas entre 1900 y 1903 sigue el proceso de creación de una estatua en homenaje al fundador de la Universidad de Córdoba, Fray Fernando de Trejo y Sanabria.

Por Víctor Ramés
cordobers@gmail.com

La estatua de Fray Fernando, 1900-1903 (Primera parte)

Se puede seguir la repercusión nacional, en el semanario porteño Caras y Caretas, de la prehistoria a la inauguración, la creación de la estatua dedicada al segundo Obispo de Córdoba del Tucumán, Fray Fernando de Trejo y Sanabria, en el patio de la Universidad Nacional de Córdoba. 

Fernando (o Hernando) fue un religioso franciscano nacido en tierras hoy pertenecientes al Brasil, unos veinte años antes de la fundación de Córdoba. Se ordenó sacerdote en 1576, y fue nombrado e investido obispo para suceder a Francisco de Victoria, en 1594, cuando Córdoba había cumplido veinte años de fundada. Trejo y Sanabria llevó a cabo una tajante hazaña cultural en 1613, cuando dio inicio a las clases de Filosofía y Teología en el Colegio Máximo de Córdoba. Recién en 1622 llegarían noticias de la reciente Cédula Real por la que el rey Felipe IV autorizaba a esa institución a otorgar grados académicos. Fray Fernando había muerto en 1614, dejando una estela de obras determinantes en Santiago del Estero y en Córdoba. Le tocó al Provincial de la Compañía de Jesús, Pedro de Oñate, declarar inaugurada la Universidad de Córdoba. 

La figura de Trejo y Sanabria, su memoria siempre actualizada en Córdoba, fue determinante y calificó de inicio como héroe rector del panteón cultural cordobés. La historia de que aquí se habla es una versión más terrena y una forma aproximativa trasladada al bronce por parte de un escultor veneciano radicado en la Argentina, cuando terminaba el siglo XIX. Unos doscientos noventa años después de aquel acto fundacional, se disponía la creación de la estatua de Fray Fernando de Trejo y Sanabria, en un decreto firmado por el rector de la Universidad Nacional de Córdoba, José A. Ortiz y Herrera.

Sigue aquí la primera estación en Caras y Caretas, la de la prehistoria de la estatua, en un regocijado panegírico con el que informaba esta iniciativa cordobesa el semanario. Salió publicado el 16 de junio de 1900. Va la transcripción  

“AL FUNDADOR DE LA UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA
No se han apagado aun las voces que aclamaron el nombre de Sarmiento, y ya nos llega de la docta Córdoba el eco de una iniciativa plausible, como lo es la erección de un monumento a monseñor Trejo y Sanabria, fundador y primer rector de la famosa universidad de la ciudad mediterránea. Esta casa de educación fue desde sus precarios principios hasta la fecha, la más completa de la República, habiendo sido respetada en su funcionamiento, aun en las épocas más aciagas de nuestra historia. Monseñor Trejo y Sanabria era uno de los prelados más inteligentes de la época colonial y su paso por la ciudad de Córdoba quedó marcado con numerosas obras beneficiosas e importantes. En aquel tiempo en que bravos sacerdotes entraban al desierto a predicar el Evangelio a los indios en su propio idioma, una pléyade de otros, no menos animosos, luchaban en las ciudades por elevar el nivel moral de los habitantes; si los primeros arrostraban peligros sin cuento, los segundos soportaban sinsabores y desazones capaces de descorazonar a cualquiera que no tuviese su piadosa tenacidad. El nombre de Monseñor Trejo y Sanabria es famoso en los anales de Córdoba, y un importante grupo de habitantes de esa provincia ha resuelto elevar un monumento a su memoria, costeado por el esfuerzo común del pueblo. Al efecto, la comisión directiva ha robustecido su acción nombrando comisiones recolectoras de fondos en todas las capitales de provincia y se ha dirigido a los poderes públicos solicitando su cooperación y ayuda. Los iniciadores del movimiento abrigan grandes esperanzas de éxito y creen que dentro de poco tiempo la República contará con un nuevo monumento elevado a la memoria de un varón preclaro, obrero de su progreso y de su cultura.”

El proyecto y la realización de la estatua a Fray Fernando fueron confiados al escultor Víctor de Pol, un probado artista de treinta y cinco años, con buenos antecedentes en la escultura ornamental y conmemorativa en la Argentina. Había sido contratado en 1887 para realizar proyectos escultóricos en la flamante ciudad de La Plata. Al finalizar esos trabajos, en 1890, regresó a Venecia, convencido de que la Argentina le ofrecía buenas posibilidades. Así que en 1895 volvió y se radicó en Buenos Aires, donde inició un ciclo de trabajos para el Museo de Ciencias Naturales de La Plata que dirigía el Perito Moreno. Trabajó durante varios años llevando a las tres dimensiones retratos de científicos y exploradores extranjeros que aportaron conocimientos al país. 

Recibido el encargo y llegado a un acuerdo para realizar una estatua de cuerpo completo del fundador de la Universidad de Córdoba, Víctor de Pol trabajó constantemente en el proyecto durante 1900 y a diciembre de ese año concretó una versión del mismo que presentó a la Universidad de Córdoba en tamaño reducido, para su aprobación. Sobre esto informaba Caras y Caretas el 26 de enero de 1901, damos los párrafos iniciales. 

“CÓRDOBA
El monumento al P. Trejo y Sanabria
La ciudad de Córdoba hará en el año próximo una manifestación cariñosa a la memoria del Padre Trejo y Sanabria, que en los comienzos del siglo XVII fundó su actual Universidad, la cual tan buenos e importantes servicios ha prestado a la civilización en esta parte de América y cuyo retrato publicamos en números anteriores juntamente con una noticia biográfica. Se proyecta la erección de un monumento en la plazoleta de la Universidad de aquella ciudad y se ha encargado de su ejecución al escultor Víctor De Pol, autor del monumento de monseñor Aneiros en esta ciudad y de Sarmiento en la plaza principal de San Juan. El ilustre sacerdote está de pie, teniendo en la mano el estatuto universitario. El pedestal, que es de cinco metros, tiene cuatro altos relieves en bronce, representando la verdad, la evangelización de los indígenas, la ciencia y la glorificación del esclarecido educador, con el escudo de la institución que fundó.”

Te puede interesar

El orgullo en una canción

Desde la misma ciudad de Miami donde en 1962 se consagró Miss Universo, llegó la semana pasada la noticia de que la modelo santafesina Norma Nolan había fallecido a los 87 años, luego de permanecer por más de medio siglo alejada de los flashes fotográficos y de mantener absoluta reserva sobre su vida privada.

Caras y caretas cordobesas

Dos momentos de escándalo, discusión e intervención dejaron manchas en la historia docente de la Escuela Normal de Córdoba, desde sus comienzos, y de 1904 a 1906.

Una mujer desposeída

Que el estallido de la burbuja inmobiliaria no restringiera sus consecuencias a determinadas minorías, parece haber conmovido a la factoría del cine estadounidense, que ahora estrenó en Netflix “La noche siempre llega”, donde una rubia y joven protagonista debe atravesar las mil y una desgracias para que no le quiten su casa.

Mirada atrás, las nuevas viejas artes

Ajeno ya a la velocidad, lo clásico sonríe en su podio y vuelve a fascinar aquella o esta otra antigua película, o a captar nuestros ojos pasadas revoluciones visuales que ya se ganaron su historia.

La despedida más ruidosa

Dave Mustaine, líder de la banda thrash Megadeth, ha anunciado que el grupo se prepara para decirle adiós a su público con la publicación de un nuevo disco y la realización de una gira mundial, después de haber logrado todo lo que se habían propuesto al iniciar su carrera más de 40 años atrás.

Caras y caretas cordobesas

La Escuela Normal de Maestras, histórico establecimiento de 1884, mirado por sus varias ventanas y en diferentes épocas revela momentos de gran alteración y otros de calma.