Un clásico: diciembre de cambios en el neocordobesismo

Por Gabriel Silva

Los últimos días del gobernador Martín Llaryora lo tuvieron repasando en largas reuniones con sus ministros, y de manera individual, el Presupuesto que se presentará este viernes en la Unicameral. Eso en lo económico; en lo político, el dueño del principal despacho del Panal ensaya el ingreso a una nueva fase en el vínculo con el Gobierno nacional con dos reclamos en los que está convencido que encontrará respaldo local: lo adeudado por los fondos de la Caja de Jubilaciones y los recursos atrasados por obra pública.

Sin embargo, no son pocos en la dirigencia que miran la lapicera del mandatario provincial en torno a algunas modificaciones que se podrían dar en el último mes del año, como ya ocurrió en otras oportunidades.  Tanto en diciembre del 2020, y mucho más un año más tarde, en 2021 tras las Legislativas, Llaryora hizo modificaciones cuando fue intendente. Por lo que algunos sostienen que en diciembre le gusta oxigenar la gestión; mientras que otros que están muy cerca del gobernador reconocen que eso podría ser una señal negativa y vaticinan movimientos recién para después de las elecciones, en diciembre 2025.

De todas maneras, hay conversaciones como para llevar adelante las modificaciones precisas que demuestren que la gestión estuvo encaminada y las suficientes para cumplir con la oxigenación. Más aún cuando hay un diálogo para una reestructuración que también se aguarda en la Ciudad.

“En la capital, en lo que sí pensamos para el año que viene es en una fuerte presencia de la Provincia con obras como se hizo siempre y mostrar una gestión coordinada con Daniel (Passerini)”, reconoció ayer a Alfil una fuente importante de la Provincia que desactiva la posibilidad de grandes cambios.

De todas maneras, funcionarios de ambas administraciones reconocen movimientos en las placas tectónicas de sendas gestiones. Con motivos varios que radican desde los roces que se producen en la Ciudad por los funcionarios heredados, las diferencias que existen entre ambas administraciones por la cantidad de cargos -motivo de conversaciones entre dirigentes de mucho peso-, hasta el rol de las agencias en la Provincia, la silla de Martín Gill en el ministerio de Cooperativas y los posicionamientos frente al Gobierno nacional.

Aunque de todos, la situación del villamariense hoy sí es lo que talla como el principal argumento para alguna modificación en el gabinete provincial. “Ahí las alternativas son dos: sostener la cartera con alguien con un fuerte peso político o que sea absorbida por otro ministerio. No hay muchas variantes”, reconoció un funcionario del entorno del gobernador a este diario.

El futuro de las agencias y el de los pesos pesados

Desde hace algunas semanas se habla del devenir de las agencias y sobrevuela la preocupación en varios despachos. Ayer, dos integrantes de estas dependencias reconocieron la quietud en estos ámbitos y uno fue más allá: “son un brochette de cargos”. Siempre en la lupa de la oposición, el rol de estas volverá a la discusión y es posible que se busque desactivar un argumento a mano en un 2025 de elecciones.

Cierto es que no todas están sujetas a un mismo destino. Algunas podrían continuar y los motivos son bien disímiles. Con respecto a la Agencia Córdoba Deportes, en El Panal algunos sostienen la figura de Agustín Calleri a partir del acuerdo político con los riocuartenses, otros creen que Gabriel Raies, el expiloto de rally, es una opción en la cabeza de Llaryora y también están los que vuelven a poner una ficha en Héctor ‘Pichi’ Campana, respaldado por el schiarettismo y sobre todo por el entorno de Passerini.

Con Turismo, el acuerdo -y el combo- incluye no sólo al titular Darío Capitani. El hombre de Villa María tiene injerencia sobre la legisladora Karina Bruno, clave en un año de tensiones en la Unicameral, conduce además una porción de la oposición a Eduardo Accastello y es parte de las buenas relaciones entre Llaryora y Gustavo Santos.

En tanto, ya en la estructura de los ministerios surgieron varias versiones. Una de ellas es la posibilidad del actual ministro de Gobierno, Manuel Calvo, como una especie de ministro coordinador con un perfil mucho más político que en el que en su momento ejerció Silvina Rivero. La figura que no convence en el despacho más importante del Panal es el de jefe de gabinete. “El rol va a ser coordinación, la figura o la denominación ‘jefe de gabinete’ a Martín no le gusta”, reconoció a Alfil una fuente de la Provincia.

Hipótesis que choca con la de otro funcionario de peso: “Martín basa su gestión en tres o cuatro nombres muy importantes del gabinete como ‘el Manu’ o ‘el Guille’ (Acosta). Pero Manuel coordina en los hechos, no creo que exista la necesidad de oficializar eso con cargo. ¿Por qué lo haría?”.

Por otra parte, dos fuentes admitieron a este diario que hubo roces de otros ministros para con Acosta, aunque un funcionario de diálogo permanente con el gobernador reconoció: “es normal, no es un rol fácil el del ‘Guille’. Pero el que le tira a él es porque no se anima a decírselo a Martín”.

Las fricciones apuntaron al entorno del ministro de Industria, Pedro Dellarossa. Los cruces fueron varios, desde la discusión por el Rigi a la versión de una candidatura a diputado del hombre de Marcos Juárez en busca del ‘voto campo’. “Es una maniobra porque quiere poner a alguien de él en este ministerio”, devolvieron y dicen saber por dónde viene.

El impacto en la Ciudad

Donde también hay expectativas de cambios es, una vez más, en el Municipio. En las últimas horas, una persona de diálogo directo con el intendente Passerini reconoció que se piensa en una reestructuración de la pata verde de la gestión: secretaría de Ambiente, Ente BioCórdoba y el Coys. De lo que se vuelve a hablar es de la salida del titular de la cartera, Jorge Folloni; como así también la del secretario de Salud, Ariel Aleksandroff y el de Cultura, Mariano Almada.

“Hay funcionarios comprometidos, otros que se deben comprometer y los que directamente no tienen compromiso”, dijo otra fuente del Municipio como para dividir la actividad de la gestión.

En Ambiente se reflotó el nombre de Constanza Mías, actualmente en Cormecor, y en Salud, una posibilidad es el actual subsecretario, Gustavo Peralta. Todo en borradores.

La semana pasada surgió el rumor de una salida del secretario de Participación Ciudadana, Juan Domingo Viola. Chance desactivada por completo por distintas fuentes, algunos admiten incluso que hubo gestos de respaldo de Passerini rodeando a Viola y otros, cercanos al intendente, reconocen que a veces no caen bien los dardos a la gestión nacional de Javier Milei. Es más, por la última crítica en ‘X’ hubo un par de llamados a los despachos del Palacio 6 de Julio de dirigentes con mucho peso.

El tablero se mueve en un diciembre en el que, además, vaticinan también un mes caliente con varias discusiones en la Unicameral. Otra marca registrada del cordobesismo.