Después de las PASO, la UCR-RC se mete de lleno en su interna

Por Gabriel Marclé

Antes de desarrollar esta publicación, Alfil apela a una fe de erratas respecto a los resultados de las PASO en Río Cuarto que fueron publicadas en la nota publicada el lunes. Corrigiendo lo publicado sobre los resultados en Río Cuarto, Juan Schiaretti (Hacemos por Nuestro País) terminó tercero (y no segundo) entre los precandidatos más votados y quedó a doce puntos de Javier Milei, siendo superando también por Juntos por el Cambio. Este resultado da el pie para un análisis que va más allá de la preocupante performance del peronismo oficialista que quedó tercera en la capital alterna. Es que el segundo lugar de Juntos por el Cambio y la victoria de Patricia Bullrich en esa interna dejaron varios puntos de análisis sobre una alarma que sonó hacia dentro del radicalismo riocuartense, que en un mes irá a una interna municipal. 

Algo que podría haber significado una celebración total por haberle sacado el segundo puesto al gobernador provincial en la ciudad, tuvo sus matices a partir de la división entre los que militaron a Horacio Rodríguez Larreta y los que lo hicieron por Patricia Bullrich. Aunque el foco estaba en lo nacional, las PASO tuvieron su buena tajada de repercusiones en el plano local que en poco tiempo tendrá al radicalismo votando en una interna de alto voltaje.

Inmediatamente después que se conocieron los resultados de las PASO del domingo, la UCR-RC entró en modo campaña local. Los sectores que apoyaron a uno y a otro precandidato presidencial se enfrentarán el 17 de septiembre para elegir el candidato a la intendencia que le competirá el poder a Juan Manuel Llamosas y sucesor en 2024. Por esa razón, podría decirse que el domingo estaban los que festejaban y los que se lamentaban. Como bien describió Alfil ayer, en el bunker local de Patricia Bullrich se percibía un clima diferente al de la Casa Radical, donde se congregaban quienes militaron a Horacio Rodríguez Larreta. 

Podría decirse que la interna tuvo su primera partida preparatoria. Mientras Gabriel Abrile permaneció abstemio en esta elección, los otros dos precandidatos se la jugaron uno por bando. Por un lado, Gonzalo Luján intentó fortalecerse de cara a la contienda del 17S. El contendiente de la lista de Red Federal no salió a mostrarse como uno de los ganadores de las PASO, pero hacia dentro de sus equipos se lanzaban mensajes respecto a la competencia con Evolución Radical, frente que Lleva a Gonzalo Parodi de candidato y que militó a la lista contraria.

Desde ese lugar, el de los radicales “evolucionistas”, sus dirigentes venían de un 29 de junio en el que hicieron a Luis Juez el candidato a gobernador con más votos en la ciudad, intentando transpolar el resultado hacia lo que podría ocurrir en 2024 durante un eventual enfrentamiento contra el peronismo. Sin embargo, todo lo que vino después no sirvió para seguir alimentando esa búsqueda. Juez no pudo ser gobernador y después vino la derrota de Rodrigo de Loredo en capital, un golpe simbólico para sus representantes en la capital alterna. Ayer siguió dándose la tendencia de las provinciales volvió a caerse a pedazos: perdió el invicto con Larreta, que cosechó apenas el 8% de los votos (un 1% menos que Sergio Massa). Como si fuera poco, Martín Lousteau (líder de Evolución en el país) se quedó sin nafta en las PASO de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 

Los resultados antes mencionados no tendrían una relación directa con lo que pueda ocurrir durante las elecciones internas del radicalismo riocuartense. No todo es tan lineal como algunos intentan hacerlo ver, antes los de Evolución tras las provinciales y ahora algunos de la Red Federal con la ventaja de Bullrich. Sin embargo, lo anímico siempre es un factor a tener en cuenta para predecir hacia donde se moverán las fichas en el corto plazo. 

En ese sentido, los de Parodi podrían empezar a dar señales de un juego más fuerte contra sus rivales, los que pusieron en duda el poder de movilización de los muchachos de “La 30 de octubre” -ahora Evolución. Por otro lado, también empezarán a tomar en cuenta el mensaje de las urnas, la desaprobación de las tradiciones políticas y las metodologías que fueron dejadas al borde de la prehistoria. “Algo hay que cambiar”, se escuchaba con el tímido comentario de un dirigente de este espacio que ayer tuvo una jornada de mucho lamento y reflexión interna, de los que no acostumbraban a ver desde hace tiempo. Desde el lujanismo parecen mucho más tranquilos, confiados en lo que podrían ofrecer en la interna, aunque sin caer en la trampa de los escenarios transpolados. Eso sí, dejando atrás lo que fue un lunes reflexivo, todos los candidatos -incluso Abrile- empezarán a mostrarse jugando de lleno en lo local.