Cultura Por: J.C. Maraddón25 de julio de 2025

La creatividad versus los balances

Como era de esperar, “El Jockey” arrasó con el palmarés de los Premios Sur de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina, cuya entrega se desarrolló el miércoles por la noche en el Teatro del Libertador de la ciudad de Córdoba, en lo que fue la primera vez que la ceremonia sale de Buenos Aires.

J.C. Maraddón

Las siete estatuillas que se acreditó la película “El Jockey” de Luis Ortega en marzo, en ocasión de la entrega de los premios Cóndor de Plata que otorga la Asociación de Cronistas Cinematográficos, convertían al filme de Luis Ortega en uno de los más destacados de 2024. Si a esto le agregamos que además, aunque no quedó en la lista para competir en Hollywood, el largometraje fue preseleccionado para representar a nuestro país en los Oscars, podemos inferir que esa extraña historia de un jinete en apuros llegó muy lejos en la consideración de la crítica, más allá de lo que haya sido su rendimiento en boleterías.

Ya hemos subrayado en estas páginas la hazaña que representa haber apostado a una manera poco convencional de empleo del lenguaje de la cinematografía, en una época en que todo se está reduciendo a la frialdad de los números y a las ecuaciones que unen variables como los costos y los beneficios. Porque si es por medir únicamente la asistencia de público a las funciones, muchos de los clásicos del cine universal jamás debieron haber sido filmados, ya que o bien reportaron pérdidas enormes, o apenas reclutaron un puñado de espectadores, antes de transformarse en títulos antológicos citados en las enciclopedias.

Sabido es que realizar una película resulta la mayoría de las veces un emprendimiento muy costoso, que para concretarse necesita de un nutrido equipo de técnicos, de creativos, de actores y de operarios, y que para poder financiarse acepta cobrar la forma típica de un proceso industrial, sometido al riguroso circuito de producción, distribución y consumo. Sin embargo, a la par de ese carácter de mercancía, un filme puede ser también, si así lo pretenden sus responsables, una obra de arte, que exige ser valorada como tal y no sólo según los parámetros de la economía de mercado.

Los paradigmas más reivindicados en la actualidad, privilegian la eficiencia y claman por que “cierren los números”, de acuerdo a criterios que tal vez sean válidos para ciertas áreas productivas, pero que no necesariamente tienen idéntica aplicación en las industrias culturales. Tampoco es que se sostenga como imperativo malgastar el dinero en proyectos descabellados que respondan a caprichos de realizadores que se autoperciben genios. Lo que se requiere es que las decisiones sean tomadas por quienes conocen a fondo el quehacer cinematográfico y no por expertos en inversiones financieras que entienden mucho de acciones y nada de fotogramas.

Como era de esperar, “El Jockey” también arrasó con el palmarés de los Premios Sur de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina, cuya entrega se desarrolló el miércoles por la noche en el Teatro del Libertador de la ciudad de Córdoba, en la primera oportunidad en que la ceremonia sale de Buenos Aires hacia el interior del país. Un total de 11 galardones se adjudicó esa cinta, en una velada de gala que fue televisada por TNT y HBO Max para toda Latinoamérica y que contó con la presencia de grandes figuras del espectáculo, junto a autoridades provinciales y municipales.

Al agradecer la distinción como mejor director, si bien Luis Ortega señaló que no era su intención entrar en polémicas vinculadas a la situación política, no se privó de comentar con ironía que el presidente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, Carlos Pirovano, es un economista. Triste destino le espera a la cultura de un país donde los balances rigen la creatividad de los artistas. De seguir ese tipo de dogmas, “El Jockey” nunca se hubiese estrenado y su presupuesto se hubiera derivado hacia el negocio de las criptomonedas, que prefiere la oscuridad antes que las luces de los spots.

Te puede interesar

No se consigue así nomás

A regañadientes, los detractores del cuarteto han debido aceptar el actual estatus del género, pero no se privan de hacer escuchar sus quejas cuando se les presenta la oportunidad, como ha ocurrido en estos días con su declaración como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por parte de la UNESCO.

Tan populares como indefendibles

Para traducir aquellos personajes a los tiempos que corren, mucho deberán trabajar los responsables de llevar a una producción audiovisual de ficción las aventuras de Alberto Olmedo y Jorge Porcel, un proyecto que trascendió en redes sociales y del que todavía no se sabe si será una película o una serie.

Intimidades de una diva nacional

Más allá del material de archivo que rescata sus proezas infantiles en el inicio del camino hacia la consagración, lo que vemos en el documental “LALI: La que le gana al tiempo”, estrenado la semana pasada por Netflix, es la evolución del “Disciplina Tour”, desde las dos funciones en el Luna Park hasta llenar el estadio de Vélez.

Llaryora y Passerini celebran: el Cuarteto declarado Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO

El Gobernador e Intendente manifestaron en sus redes alegría ante la distinción de la organización internacional. Se trata de un reconocimiento institucional que subraya su relevancia cultural y fue anunciado y celebrado por autoridades provinciales.

Hacia dónde sopla el viento

La información que trascendió el viernes sobre la compra de la actual Warner Bros. Discovery por parte de Netflix, no deja de ser una consecuencia natural de esa evolución que pone a las viejas estructuras societarias del siglo veinte en manos de aquellos que supieron leer con mayor eficiencia las señales del futuro.

Llamadas tribales a vivir el viernes

Es uno de esos viernes de fin de año, donde las carteleras se superponen, el movimiento se duplica, la oferta se diversifica. Hay en la ciudad una vida artística y cultural contagiosa que expresa y convoca a las tribus.