Cultura Por: J.C. Maraddón11 de agosto de 2025

El tango después del tango

La muerte de Osvaldo Piro, ocurrida el jueves pasado a los 88 años, ha despertado el lamento unánime de quienes lo valoraron como artista y como persona, a lo largo de una trayectoria musical que incluye su paso como director de la Orquesta Provincial de Música Ciudadana de Córdoba.

J.C. Maraddón

Al doblar la curva de la mitad del siglo pasado, algunos géneros musicales que se habían hecho populares en las décadas anteriores tuvieron que experimentar con otros sonidos, en sintonía con los cambios sociales que se daban en los países centrales en la posguerra. El mundo evolucionaba hacia esa modernidad que era propuesta como una meta positiva, en especial en Occidente, donde el confort y la plenitud pasaron a transformarse en objetivos que podían estar al alcance de los ciudadanos dispuestos a conseguirlos. La economía de mercado se reclamaba como la llave para cumplir esos sueños de tantas familias.
Hacia los años cincuenta, el jazz comenzó a manifestar los primeros síntomas de una dispersión estilística, no por casualidad en simultáneo con la aparición del rocanrol, sobre el que aparentaba ejercer una paternidad no deseada. Con una mayoría de jóvenes volcada a festejar el arribo de esa música novedosa, los jazzeros cedieron ese lugar en el campo de batalla del consumo masivo y se refugiaron en el amplio aunque menos expuesto espacio de la indagación de otros rumbos artísticos, que no se atuvieran a los mandatos de la tradición sino que bucearan en fuentes de inspiración a las que nunca antes se había apelado.
Durante el mismo periodo, también el tango atravesó una metamorfosis similar, tal vez menos abrupta porque el rock tardó un poco más en prender como moda en estas latitudes. Solo así se entiende un fenómeno como el de Julio Sosa, que en esos años en que la pasión tanguera comenzaba a decaer, vivió su etapa más gloriosa, hasta que su temprana muerte en 1964 interrumpió el vuelo que había tomado con su carrera solista. Con un perfil de guapo que le valió el apodo de “El varón del tango”, parecía a contramano de lo que en esa época enfervorizaba al segmento juvenil.
No cabe duda de que fue Aníbal Troilo el que funcionó como eslabón entre la edad dorada del dos por cuatro y sus ulteriores derivaciones, ya que por su orquesta pasaron algunos de los artistas que se atreverían a embarcarse en la aventura de la innovación. Que Astor Piazzolla haya integrado esa formación entre 1939 y 1944, habla a las claras de que allí se respiraban aires de mayor libertad creativa y que en ese magma se iba a producir el alumbramiento de una tendencia que le posibilitaría a la raigambre tanguera mimetizarse con lo que estaba por venir.
Fue el propio Troilo quien ofició de padrino musical de Osvaldo Piro, cuando después de pasar por varias de las orquestas vigentes a principios del sesenta, el joven bandoneonista decidió armar su propio conjunto y debutar en la industria discográfica. Como instrumentista, compositor y director, Piro asumió desde entonces la tarea de adecuar ese legado arrabalero a unos tiempos en que las naifas y los compadritos se habían extinguido, mientras los suburbios porteños se poblaban de inmigrantes del interior venidos a trabajar a la gran ciudad. Esos paisajes renovados por el progreso requerían de otros registros melódicos que acompasaran su andar.
La muerte de Osvaldo Piro, ocurrida el jueves pasado a los 88 años, ha despertado el lamento unánime de quienes lo valoraron como artista y como persona, a lo largo de una trayectoria musical que incluye su paso como director de la Orquesta Provincial de Música Ciudadana de Córdoba. Con su partida, empieza a despedirse esa generación que se animó a imaginar un tango después del tango, en el que las raíces no representaran una atadura, sino que sirvieran para no perder de vista los orígenes, al momento de zarpar en busca de sones desconocidos que fueron saludados con honores cuando se los dio a luz.

Te puede interesar

Llaryora y Passerini celebran: el Cuarteto declarado Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO

El Gobernador e Intendente manifestaron en sus redes alegría ante la distinción de la organización internacional. Se trata de un reconocimiento institucional que subraya su relevancia cultural y fue anunciado y celebrado por autoridades provinciales.

Hacia dónde sopla el viento

La información que trascendió el viernes sobre la compra de la actual Warner Bros. Discovery por parte de Netflix, no deja de ser una consecuencia natural de esa evolución que pone a las viejas estructuras societarias del siglo veinte en manos de aquellos que supieron leer con mayor eficiencia las señales del futuro.

Llamadas tribales a vivir el viernes

Es uno de esos viernes de fin de año, donde las carteleras se superponen, el movimiento se duplica, la oferta se diversifica. Hay en la ciudad una vida artística y cultural contagiosa que expresa y convoca a las tribus.

Un himno gay en el Mundial de Fútbol

Tal vez la lectura literal de lo que la canción “Y.M.C.A.” dice, incitando a la juventud a unirse para hacer realidad sus sueños, haya sido lo que motivó al presidente Donald Trump a utilizarla en sus mítines políticos. Y quizás esa misma sea la razón para que Village People la interprete hoy en la ceremonia del sorteo de la Copa 2026.

El homenaje a un distinto

A propósito de los 25 años del estreno de “Nueve reinas” y como un tributo al malogrado director Fabián Bielinsky, la plataforma HBO Max ofrece en su grilla el documental “Nueve auras”, donde entre otras cosas se registra la reunión de Ricardo Darín, Gastón Pauls y Leticia Bredice, protagonistas de aquella recordada película.

Tanto nuestro depositado en las artes

Siempre Córdoba es altavoz de artistas, de patrimonios, de apuestas a los sentidos y a los sentimientos, al pensamiento y a la crítica. Bienvenidos al jueves.