Por Javier Boher
10.30: entro a la escuela en la que me toca votar. Mi mesa estaba vacía, pero en otras había cola. Una vez en el cuarto oscuro, solamente una fiscal partidaria. “¿De qué partido?”, pregunto. Buscó en una libreta y me respondió que de Provincias Unidas. “Me lo cambian todo el tiempo”, dijo. Podría haber dicho que era del peronismo o de Schiaretti, pero le salió eso otro.
12.00: empecé el fuego para comer asado, porque era parte del ritual familiar a partir del cual aprendí a amar la democracia, una en la que perdí muchas más elecciones de las que gané.
Me llegó un mensaje con la foto de Mirtha Legrand votando. Es clase 1927 y vivió todas las interrupciones democráticas desde la Ley Sáenz Peña. No tiene la obligación de ir a votar y le sobran motivos para estar desencantada o cansada por la deriva de nuestro país, pero fue a hacer docencia. No tuvo problemas para votar con la boleta única.
16.00: llegan los primeros boca de urna después de una sospechosa calma del peronismo. Hay mensajes pidiendo a funcionarios o empleados que salgan a llevar gente. Se empieza a percibir que una sospecha de la semana podría ser cierta: Juan Schiaretti estaría perdiendo con un desconocido Gonzalo Roca.
17.50: llego a la radio a comentar las elecciones en el corredor de Sierras Chicas. Pasadas las 18 el rumor era de que los resultados de aquellos boca de urna podían ser ciertos. De a poco empiezan a llegar actas reflejando algunos resultados de nuestra región y la diferencia es abrumadora. Sabemos que no suele ser un corredor fuerte para el peronismo o el kirchnerismo, pero la brecha era muy grande.
Una señal de esto puede ser lo que se vio en los cierres de la semana, donde oficialistas y opositores locales posaron respaldando la candidatura de Schiaretti. El caso extremo fue el de Salsipuedes, donde cuatro ex candidatos a intendente (dos kirchneristas, un vecinalista y un peronista) y un ex intendente (por el juecismo) posaron juntos para respaldar a Schiaretti. Para los que están del otro lado de la grieta la opción parecía ser lo que decían los cerebros libertarios que pensaron la campaña: no votar a los candidatos de Milei es votar al kirchnerismo. No solo que la grieta no murió, sino que también se tragó a la avenida del medio.
21.00: todavía no se actualizó la página y la cantidad de golpes pone a prueba la resistencia del F5, pero ya empiezan a hablar los armadores de los libertarios en la zona, que no son muchos pero están viviendo un momento que no imaginaban. Seguramente de a poco empezarán a sacar conclusiones desde cada espacio.
21.20: habla Guillermo Francos y se empiezan a publicar los datos.
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Algunos apuntes en medio de la vorágine del cierre:
Primero: los partidos le ganaron a los candidatos.
El único partido nacional es La Libertad Avanza, que con estos resultados estaría obteniendo 64 votos de 127. Con las bancas sumadas en 2023 conseguiría una bancada que evite que le levanten un veto o le hagan un juicio político.
Segundo: hubo una derrota estrepitosa de Provincias Unidas. Pese a los esfuerzos de los ex Juntos por el Cambio y peronistas con adjetivo se confirmó que no hay avenida del medio y que se los comió la grieta. Todos perdieron en sus provincias y hasta anoche solamente entraban cinco diputados, la misma cantidad que los libertarios estarían metiendo en la provincia de Córdoba.
Tercero: la derrota del kirchnerismo en provincia de Buenos Aires le allana el terreno al peronismo para juntarse y renovarse con una cara más racional y moderada que la del secretario general del Soviet de Buenos Aires, Axel Kicillof. Quizás la elección de septiembre funcionó como las PASO que decidieron suspender y eso motivó el voto estratégico de gente que estaba indecisa, que veía a candidatos repetir el slogan de ponerle un freno a Milei, mostrando que la intención del kirchnerismo es poner palos en la rueda del gobierno.
Cuarto: el radicalismo tuvo una pésima elección.
Solamente ganaron los distritos en los que se aliaron con LLA, salvo Valdés en Corrientes, que ganó por poco y en el reparto de bancas no tuvo diferencias con los libertarios y los kirchneristas. Repartieron tres bancas, pero podrían haberse llevado dos tercios. En Mendoza la alianza se llevó el 80% de las bancas; en Entre Ríos, el 60%.
Seguramente queda mucho para analizar. Los próximos días vendrá la calma y tendremos tiempo para pasar en limpio todas estas cosas.