Replanteos en Primero Río IV tras legislativas, ¿con juecismo empoderado?

Por Julieta Fernández

El bloque Primero Río Cuarto mostró apoyos divididos entre los candidatos a diputados nacionales. En el caso de la primera minoría, la concejala radical, Antonella Nalli, pidió el voto por Ramón Mestre y el juecista, Pablo Benítez, hizo lo propio por La Libertad Avanza. El jefe del bloque, Gabriel Abrile y la concejala Ana Vasquetto, han sido asociados al radicalismo “peluca” por ciertas expresiones en favor del actual gobierno (y en el caso de Abrile, por su presunta influencia en la designación de los últimos cargos directivos en el Pami local). Sin embargo, el médico no jugó abiertamente para ningún candidato.

Con el diario del lunes, hay al menos dos miradas que priman: en términos pragmáticos, Abrile fue quizás el único radical que “la vio” y que, si se la hubiera jugado por La Libertad Avanza, podría haber salido airoso (aunque le hubiese valido el repudio de sus correligionarios). Del otro lado de la mecha, consideraron que el edil podría haberse arriesgado de acompañar al partido violeta (y diferenciarse de Rodrigo de Loredo).

Esto no implica que los ánimos dentro del bloque estén caldeados. De hecho, según pudo saber Alfil, se advirtió más preocupación en el bloque oficialista tras el resultado del pasado domingo. Sin embargo, el resultado  favorable a LLA en la ciudad (con aproximadamente 12 puntos de ventaja sobre Provincias Unidas) podría empoderar al juecismo dentro de la bancada Primero Río Cuarto. La situación ya tiene un antecedente: en 2021, cuando Luis Juez ganó las elecciones legislativas, el edil Pablo Benítez (quien cursaba su primer período como concejal) pidió ponderar su lugar en el entonces bloque de Juntos por Río Cuarto y habría pedido la vicepresidencia de dicho bloque. Por supuesto, no se hizo lugar al pedido pero aquel planteo resonó en los pasillos del Concejo Deliberante. 

Por ahora, nada indica que el concejal juecista vuelva a proponer lo mismo. Incluso sería difícil imaginar un consenso en el bloque (que ya no tiene siete sino cuatro bancas) en favor del edil del Frente Cívico. Esto no quita que, como ya se ha advertido en otras oportunidades, sigan existiendo cuestionamientos al liderazgo de Abrile que, en algunos casos, muestra un perfil más bajo y conciliador que el concejal aliado a La Libertad Avanza. 

Más allá de si ocurre algo concreto o no dentro del bloque, el resultado electoral obliga a dar debates que seguramente devengan en la reconfiguración del espacio que hoy sería la principal oposición al gobierno municipal. La performance de la UCR, que apenas rozó el 3% en la ciudad, seguramente también habilite a otros espacios a replantear el lugar central del partido centenario en una alianza de cara al 2028. Y para eso, falta una eternidad (y el escenario nacional puede ser totalmente distinto al actual). 

Aún antes de la campaña electoral, la primera minoría ya había dado señales de disidencia en las que sus ediles votaron en forma dispar (por ejemplo, Nalli fue la única de dicha bancada que acompañó el proyecto en repudio a la “criptoestafa” de $LIBRA). Y aunque esto no impide el normal funcionamiento del bloque (que incluso también se ve en la bancada nazarista, con ediles más o menos cercanos al PJ provincial), no deja de ser un indicio de las discusiones que se vienen para el futuro de la alianza radical-juecista.