Provincial Por: Redacción Alfil 31 de octubre de 2023

La articulación LLA-PRO, lastrada por la anarquía libertaria

El PRO está listo para activar sus estructuras y ponerlas al servicio de Javier Milei, pero la articulación entre sus referentes y los del “león” se ve obstruida por el desorden que impera en la regional cordobesa de LLA. Heridas que no cierran, centralización en Buenos Aires y poco tiempo en el reloj.

Los libertarios cordobeses tienen sensaciones encontradas. Por un lado, entienden que la peor semana ya pasó. Que de aquí en más vienen las buenas noticias, que ya empezaron con el alineamiento (parcial) del PRO, tanto a nivel nacional como a nivel local, y ahora también con el apoyo del Frente Cívico. En lo sucesivo, el respaldo de Macri y el trabajo coordinado con la estructura del partido amarillo debería, entienden, potenciar seriamente las chances de Milei.

Sin embargo hay obstáculos para que esa sinergia se torne plenamente operativa, y tienen que ver con el desorden que hay en las filas de LLA. Si bien ya ha habido reuniones entre dirigentes del PRO y LLA, el partido que Macri alineó detrás de Milei no puede coordinar un operativo de fiscalización conjunto si ni siquiera sabe cuál de los referentes cordobeses del economista estará facultado para conceder los poderes a los fiscales.

En LLA todavía queda mucho por ordenar. El martes de la semana pasada Milei mantuvo una reunión con sus senadores y diputados electos, con el objetivo de contenerlos y cortar en seco cualquier sangría que pudiera iniciarse a partir de la decisión de sus flamantes diputados entrerrianos de hacer rancho aparte.

La expectativa de muchos era que en esa reunión hablara también de cicatrizar las heridas internas, que en Córdoba fueron particularmente profundas por la sucesión de elecciones municipales y la provincial. En ese camino, el juego de algunos referentes, como el de Verónica Sikora (Primero La Libertad) y Agustín Spaccesi (Partido Libertario), fue tachado de “inorgánico” por el resto de los dirigentes locales de LLA.

Tras la apertura del espacio, que pasando por Bullrich y el PRO llegó hasta la izquierda (a la que Milei invitó a sumarse al Ministerio de Capital Humano), todos imaginaban que las diferencias internas quedarían olvidadas. Sin embargo la Mesa Nacional no dio instrucciones expresas en ese sentido, y las tensiones locales subsisten.

Los dirigentes del PRO están al tanto, y esperan que los referentes nacionales de LLA bajen una línea clara para ordenar la regional cordobesa. Hasta que eso suceda, entienden, todo lo conversado será “de cortesía”, pero no se podrá avanzar en la construcción de un mecanismo de fiscalización conjunto.

Con el objetivo de acomodar los tantos, dirigentes de LLA ya han partido hacia Buenos Aires para traer instrucciones concretas, y mañana habría una reunión, vía zoom, para avanzar en el reparto de roles y la nivelación de diferencias internas. Para conocer los detalles, habrá que esperar.

Hay, adicionalmente, otra dificultad para armar en la geografía cordobesa (y del resto de las provincias). La Mesa Nacional de LLA no quiere delegar en los referentes locales el diálogo con los intendentes, y pretende que esas tratativas sigan centralizadas en los armadores nacionales. Hoy, el que asoma con mayor fuerza es Guillermo Francos, de quien el propio Milei adelantó será su ministro del Interior de alcanzar el poder el 19 de noviembre.

Otra duda que surge es si Francos seguirá ejerciendo el “monopolio” del armado libertario en lo sucesivo, o si la irrupción del PRO en la botonera de LLA terminará derivando en una redistribución de los roles, no ya en un futuro e hipotético gobierno, sino en la propia campaña.

Resueltas las tensiones internas de LLA, ese será el próximo problema. Los referentes que desde un principio vienen trabajando por dar volumen al proyecto político de Milei temen verse desplazados por la profesionalizada estructura del PRO. Y de la forma en que ambos espacios consigan articular durante la campaña dependerá, en gran medida, si tras el 10 de diciembre tienen algo por disputarse.