Nacional Por: Gabriela Origlia 29 de enero de 2024

Milei versus gobernadores: cada uno intenta preservar lo suyo

El retiro del paquete fiscal de la ley ómnibus implica para las provincias perder la coparticipación del blanqueo. Sin la restitución de ganancias, la coparticipación sigue cayendo

Por Gabriela Origlia

El presidente Javier Milei decidió tensar aún más el vínculo con los gobernadores en un enfrentamiento por el capítulo económico de la ley ómnibus que terminó retirándose. Si bien el anuncio del ministro de Economía, Luis Caputo, fue un reconocimiento de que no podían sacar el proyecto, también planteó que el déficit cero se conseguirá.

Ya el recorte en las transferencias discrecionales es fuerte: en los primeros 22 días de este mes Nación giró a las provincias $60 millones contra $37.000 millones en igual período del 2023. 

Ya Caputo había dejado en claro de que achicará las partidas a las provincias en todo lo que está por fuera de la coparticipación.  El paquete fiscal incluye, dijo, el blanqueo, la moratoria, el adelanto de bienes personales, la ley de ganancias y las retenciones, el cambio de la fórmula jubilatoria. 

De esta manera, los jubilados seguirían cobrando como hasta ahora con un fuerte impacto de licuación y los gobernadores quedarán como "responsables" de que sea así; la coparticipación no mejorará si ganancias sigue como hasta ahora (es un impuesto coparticipable) y además no recibirán fondos por el blanqueo.

De las transferencias automáticas, el año pasado Buenos Aires recibió 22,5% de los envíos y, en el otro extremo, Tierra del Fuego un 1,2%. Si se analiza en términos per cápita, CABA, Buenos Aires y Mendoza son las que reciben menor monto, mientras que las más beneficiadas son Tierra del Fuego, Catamarca, Formosa, La Rioja y La Pampa, según un trabajo de los economistas Marcelo Capello y Nicolás Cámpoli del Ieral de la Fundación Mediterránea.

Si bien es teóricamente lógico que provincias menos densamente pobladas (tienen deseconomías de escala) y/o más rezagadas económicamente (más necesidades sociales y para acortar distancia de desarrollo con las jurisdicciones más avanzadas) reciban mayores transferencias fiscales, los economistas subrayan que desde la evidencia empírica de la Argentina no se puede explicar razonablemente por qué algunas jurisdicciones ricas reciben altas transferencias por habitante (algunas patagónicas), o por qué existe trato tan disímil entre jurisdicciones similares (Catamarca o La Rioja mucho más altas que Salta, Formosa mucho más altas que Corrientes o Misiones, Tierra del Fuego y Santa Cruz mucho más altas que Chubut, Santa Fe mayor que Mendoza, etc).

En cambio, las transferencias discrecionales enviadas por Nación, tanto a provincias como municipios, pueden ser corrientes o de capital. Buenos Aires es la provincia con mayor participación en las transferencias corrientes, con un 49,5% del total recibido por gobiernos provinciales, y un 65% de las que fueron a los municipios. En ambos casos muy por arriba de su participación en la población total (38%).

En el caso de las transferencias de capital a provincias, se destaca la participación de La Rioja (16%), mientras que la más favorecida en las transferencias de capital a municipios, nuevamente es Buenos Aires (63%).

Al analizarse el total de transferencias enviadas a provincias (automáticas y discrecionales),  Buenos Aires recibe cerca del 25% del total, una de las participaciones más altas desde que rige la actual Ley de Coparticipación 1989). No obstante, si se mide per cápita, se trata de la segunda provincia con menos recursos recibidos. Por habitante, los mayores envíos totales son para Tierra del Fuego, Catamarca, La Rioja y Formosa, y los menores para CABA, BA, Mendoza y Córdoba.