Provincial Por: Redacción Alfil 24 de abril de 2024

Los libertarios dan por ganada la batalla digital contra el 23A

Los operadores digitales de La Libertad Avanza admiten que la marcha fue multitudinaria, pero aseguran que lograron imponer su lectura en las redes sociales y destacan que las banderas políticas quitaron legitimidad a la protesta.

Como en cada batalla en la que el Gobierno Nacional se enfrenta a un sector de la sociedad que cuestiona sus medidas, los libertarios activaron un plan de “control de daños” en las redes sociales, que no es más ni menos que ofrecer respaldo a la posición libertaria desde las redes sociales, donde más cómodos se sienten librando la “batalla cultural”.

En ese tren, siguieron desde cerca, monitor mediante, la multitudinaria marcha que ayer aunó a la comunidad educativa, el gremialismo, los movimientos sociales y a una porción fragmentaria del arco político cordobés. 

Tras ese minuto a minuto, la conclusión que ofrecen es que, en la batalla digital, prevaleció la postura libertaria.

No niegan que la marcha fue, ciertamente, multitudinaria, y que alcanzó a convocar al pleno de la comunidad educativa. Pero sí entienden que la presencia de banderas políticas en la movilización, ya sea de sindicatos, agrupaciones universitarias o movimientos sociales, terminó jugando en contra a los manifestantes, y colaborando a la estrategia libertaria -burda, pero efectiva- de equiparar cualquier planteo a un pataleo de la casta o, de ser posible, del kirchnerismo.

Fundan su lectura no solo en la tracción que habrían tenido sus tuiteros en las diferentes redes sociales, sino también en un relevamiento de los comentarios que los usuarios volcaron en los artículos de los principales medios que cubrieron la movilización.

Además, celebraron el episodio que atravesó Rodrigo de Loredo en la movilización, donde un grupo de manifestantes rechazaron la presencia del presidente del bloque Radical en Diputados por su posicionamiento en la Cámara Baja y su confesa intención de aprobar la Ley Bases y dar vía libre al DNU 70 del Gobierno.

Aunque parezca extraño, los libertarios no pierden ocasión de fustigar al radical, aun cuando su juego en Diputados les resulta funcional.