El Panal calibra una oferta capaz de alterar el tablero de la UEPC

Por Felipe Osman

Después de postergar dos veces la presentación de una nueva oferta a los docentes, y tras múltiples encuentros con los delegados paritarios de la Junta Ejecutiva Central de UEPC, la Provincia finalmente presentará hoy la propuesta que el gremio esperaba recibir el miércoles de la semana pasada.

Así las cosas, no habrá tiempo para que el sindicato consulte a sus bases y dé una respuesta antes de que termine julio, con lo cual, cualquier modificación alcista de la paritaria impactará, si no en una planilla complementaria a mediados de agosto, recién con los sueldos a percibir en septiembre.

En cualquier caso, no se trata de más que un detalle dentro del complejo escenario que configura, para el Centro Cívico, y para la conducción provincial de la UEPC, la paritaria docente, que ha pasado de ser una gestión casi ordinaria para la Provincia, a convertirse en un quebradero de cabezas para la Secretaría General de la Gobernación.

Durante los últimos años, entre los docentes germinó un activismo que ha trastocado la ‘pax romana’ que las cúpulas gremiales administraban, allanando el camino del Gobierno Provincial a la hora de cerrar “La” paritaria. Porque, debe decirse, la paritaria docente es la paritaria de los estatales. De cada 10 agentes activos del Estado Provincial, 6 (o más) son docentes. Y los restantes, fracturados en una decena de sindicatos, suelen atar su suerte a la que surja de la paritaria docente. Con lo cual, la gran variable a acomodar para el Centro Cívico no es la paritaria de UPS, el SEP, o Luz y Fuerza. Es la de UEPC.

En ese camino, el Centro Cívico debe velar por dos objetivos: uno es cerrar el conflicto con los educadores. Pero otro, no menor, es sostener un equilibrio. Es conseguir que la interna de la UEPC no termine volando por los aires, dejando expuesta a la conducción provincial del gremio, que ha sido durante décadas un factor estabilidad para el Gobierno Provincial.

Extraoficialmente, la cúpula de la UEPC ha dejado trascender que la oferta que hoy recibirán los docentes presenta cambios “significativos” respecto de la anterior. Aunque no se conoce aún ningún detalle. Y la complejidad de los recibos de sueldo de los docentes es capaz de convertir lo accesorio en esencial. Con lo cual hay, de momento, pocas certezas.

Sin embargo, tampoco se adivina un escenario que ponga a resguardo a la conducción provincial del gremio.

Por caso, si la oferta que hoy dará a conocer la Provincia guardara exiguos cambios con la que semanas atrás rechazó la Asamblea Provincial de la UEPC, aun así sería probable que el gremio terminara aceptándola, por efecto del desgaste. El Centro Cívico, conciliación obligatoria mediante, ha dejado correr el reloj, y el paso del tiempo, sumado a una inflación que -sin ser la de otros tiempos- sigue pensando en la ecuación, probablemente hagan méritos suficientes para que los docentes terminen aceptando la propuesta para alcanzar, si no la deseada, al menos alguna recomposición. 

Pero esto difícilmente los conforme. La frustración quedará. UEPC tiene que elegir delegados escolares en los próximos meses. Y hay evidencia empírica respecto de cómo funciona la frustración en tiempos electorales.

Por otro lado, si la propuesta del Panal realmente guarda diferencias significativas con las anteriormente rechazadas, será difícil para la conducción provincial del gremio explicar por qué coincidió con el Centro Cívico al atribuir el rechazo a las anteriores propuestas a la “politización” de la paritaria. 

Ni hablar de cosechar algún rédito electoral. Llegado el caso, los docentes habrán conseguido una propuesta superadora no en razón de sus conductores, sino a pesar de haberse alineado estos con las objeciones del Centro Cívico al activismo de la oposición.

De allí la preocupación que despierta la paritaria docente en el Gobierno Provincial. Ya no se trata sólo de saldar un conflicto paritario en el cual la oposición a la conducción provincial de UEPC ha tomado la iniciativa, consiguiendo, además, el apoyo de distintos espacios políticos, como la UCR y el Frente Cívico. Se trata también de que la solución no genere las condiciones necesarias para que el activismo gremial de la UEPC se convierta en la “nueva normalidad” con la que la Provincia deba lidiar en lo sucesivo.