Provincial Por: Gabriel Silva24 de diciembre de 2024

El heredero, la lancha y el transatlántico frente al largo camino a Belén

Llaryora, Juez y De Loredo cierran un año tan disímil como complejo para los tres. La relación con Milei, la omnipresencia de Macri y Schiaretti y el 2025 como un desafío para el tridente.

Por Gabriel Silva

A los radicales cordobeses les gusta y mucho decir que el armado del senador Luis Juez es fácil de conducir porque se parece a una lancha: puede girar sobre sus ejes con una nítida capacidad de maniobra y autonomía. De ahí, la manera menos compleja de reconfigurar la hoja de ruta hacia adelante, con el control de daños casi asegurado.

En uno de los despachos del Panal a esa metáfora la escucharon hace poco y les cayó bien. Aún más cuando se enteraron de que la analogía se completa con el radicalismo autopercibiéndose un transatlántico al que le cuesta mucho girar y calibrar los nudos de la velocidad ante cada frente.

El año para el gobernador Martín Llaryora, el jefe del bloque UCR en Diputados, Rodrigo de Loredo; y el propio Juez, no terminó. Sin embargo, las primeras hojas del anuario ya están listas y aunque cueste cerrar el 2024 por la siempre oportuna agenda legislativa provincial con la histórica sesión entre Navidad y Año Nuevo, en los distintos búnkeres hacen balances.

La relación del tridente con el presidente Javier Milei tuvo condimentos varios, posturas zigzagueantes, cambio de roles, peleas por la foto para el Instagram y el temor por saber que el libertario, además de tener facilidad para convertirlos en carne de redes sociales a los tres, también los encierra en sus códigos. Con el recurso permanente de la lógica binaria que para combatir al kirchnerismo era más fácil, pero que, con el León en Balcarce 50, para los cordobeses resulta más complejo.

Liberación llaryorista

No hace falta un análisis sesudo para mensurar que la relación entre el gobernador Llaryora y el socio fundador del cordobesismo, su antecesor Juan Schiaretti no fue óptima este año. Las diferencias sobre cómo enfrentarse al Gobierno nacional en la primera parte de un 2024 con un Llaryora que muchos calificaron de ansioso, la famosa y tensa charla con poquísimos testigos entre los dos en los 30 años del atentado de la Amia, y los más recientes capítulos acerca de dónde debería ser candidato Schiaretti agitaron la convivencia.

Más aún si se contempla el diciembre de agenda judicial en modo activado que apuró el heredero del cordobesismo y fue motivo de varias conversaciones entre las espadas del arco oficialista en la Unicameral. Uno reconoció que las últimas jugadas no cayeron bien en el TSJ; y otros admiten, muy por lo bajo, que la reacción del presidente del máximo tribunal, Luis Ángulo, se explica desde la relación del hombre con Schiaretti.

Las tensiones dentro de la Justicia, en la relación de esos poderosos despachos con el ministerio público fiscal y el pliego de Jéssica Valentini al TSJ que se votará el próximo viernes son, entre otros, costos que la emancipación llaryorista decide pagar previo al 2025.

En la gestión, en tanto, la territorialidad, el vínculo con los intendentes que se quedaron sin otro paraguas que el de la Provincia en un año con números amargos para las arcas de los municipios y una administración llaryorista que pudo surfear la ola libertaria con ruido de motosierra entra en la columna del saldo positivo.

Donde también se incluye el anclaje con otros sectores huérfanos en tiempos de Milei como los sindicatos y las organizaciones sociales. Ahí también, aunque más invisible y sin tantas fotos, hay mano llaryorista con red de contención.

No se puede dejar fuera del combo el armado electoral para el 2025. Los que siguen números y están muy cerca, tanto del gobernador como de la oposición, sostienen que hay un voto duro que tiene el peronismo de Córdoba y que será ratificado el año próximo. Conscientes, además, del escenario plenamente favorable al esquema libertario, la alquimia del llaryorismo pasa por utilizar el año que viene como un tamiz del 2027. Así para la gestión como para las candidaturas.

Y frente al rumor de la instalación de un candidato para la Ciudad con el primer casillero de las Legislativas, en el viguismo empujan otro nombre: Héctor ‘Pichi’ Campana. La alternativa de una porción del espacio de la senadora que trata de condicionar ese lugar de la boleta frente a otros nombres que tienen como principal opción en El Panal.

Entonces, sin dudas, el tironeo por la lapicera será de lo más interesante que tenga el primer semestre del año próximo en el oficialismo provincial.

Los papeles del divorcio

La relación entre Juez y De Loredo es la de una pareja que llegó a su fin; o en la que, ambos se acusan de infidelidad, pero se quedan ‘por los chicos’. Y donde ese tercer papel bien lo pueden hacer la tropa que ambos tienen en la Unicameral y el Concejo Deliberante.

Desde esos espacios, ambas fuerzas tallan y se potencian en sociedad. Por separado el poder de fuego disminuye de manera notable y la ambición de sendos dirigentes por pelear de manera prematura por el premio mayor del 2027 los llevó a condicionar el vínculo mucho antes de tiempo.

Y no sólo eso. Los codazos de ambos por tratar de entrar en la consideración o bloquear un acuerdo del otro con el triángulo de hierro que componen Milei, Karina y Santiago Caputo los expuso a la guerra fría. En la noche del domingo, Juez anticipó en LN+ que jugará para el esquema libertario “sin pedir nada a cambio” y redobló la apuesta después de su abrazo con Milei el viernes en la Bolsa de Comercio frente a la ausencia de De Loredo.

El radical, por su parte, espera la orden del Calabrés y que sea la omnipresencia del expresidente Mauricio Macri la que adoctrine a su otrora socio que ya ensaya el cambio de pechera. Por la tangente, el que entra y acumula poder es el imprevisible Gabriel Bornoroni, solo condicionado por el calendario con mandato vigente y al aguardo de que el escenario no deje acomodado a ninguno de los otros dos opositores a Llaryora rumbo al 2027.

Así, el verano que se avecina será sin la turbulencia del anterior, pero con una ingeniería que ensaya un nuevo paradigma del poder en Córdoba, como parte también de una Era que implica la quinta a fondo como única velocidad. Con todo lo peligroso que esto implica. 

Te puede interesar

HUpC afina plan territorial con más cordobesismo en el interior

El gobernador Martín Llaryora visitó más de 180 localidades este año. El plan de expansión del Partido Cordobés con más intendentes no PJ.

Scarlatto al Ersep, suma Consalvi y el gobierno hace juego en Tercero Arriba

El hombre de Hernando pasó de vocal a presidente del ente de control de los servicios públicos. Es un dirigente cercano al secretario general de la Gobernación. Apuesta para la intendencia y para el departamento que Llaryora quiere recuperar en 2027.

LLA cierra en Córdoba un ’24 de balance positivo, mientras anhela el ‘25

Los libertarios completan un primer año de gobierno con un plan de estabilización exitoso, pero también con crecimiento en el plano político, con partido propio, posicionamiento en la escena nacional, un incipiente desarrollo territorial en capital e interior, y precandidatos puros lanzados hacia el 25.

De Loredo espera que no haya sorpresas por el pliego Valentini mañana

El jefe del bloque radical en Diputados aguarda que se sostenga el rechazo que impartió hace un par de semanas en la reunión con los legisladores provinciales. Qué miran con preocupación aquellos que están cerca del parlamentario nacional.

Córdoba quinta en el ranking nacional de cantidad de empresas

En el país la densidad empresarial es baja; con 551.000 firmas activas, hay 12,1 por cada 1.000 habitantes mientras que el promedio en la Unión Europa es 72,3; en México 40,4 y en Brasil, 23.

Gestión, cautela con Milei y una encuesta que se festeja en el saludo de Llaryora

El gobernador ponderó su primer año de gobierno y se atrevió a un sutil “que el 2025 sea mejor” en su mensaje navideño a los cordobeses. Un dato nacional que estimula al sanfrancisqueño. Bonus track: Natalia de la Sota también tiene encuesta para mostrar.