Nacional Por: Javier Boher20 de septiembre de 2024

Nueva entrega del novelón

Las filtraciones de audios y fotos con las que tratan de atacarse Alberto Fernández y Fabiola Yáñez nos corren de lo importante

Por Javier Boher 

rjboher@gmail.com

El conflicto entre el ex presidente Alberto Fernández y su ex pareja, Fabiola Yáñez, sigue arrojándonos muestras de todo lo malo que vivimos durante el mandato del primero. Si el hombre estaba en un mal lugar dentro de la consideración popular, cada nueva revelación lo deja peor.

Casualmente, hablando sobre este tema, un grupo de alumnos insistió con la cosa fácil de hablar de Fernández como un impresentable, un tipo mediocre viviendo la presidencia como un viaje de egresados. No es que a eso le falte verdad, pero lejos estaba (en mayo de 2019) de ser un estadista. Ya tenía su recorrido, que incluía apretar periodistas, pelearse en espacios públicos e insultar en redes sociales. 

Por eso el problema está en otro lado y cada vez que se los digo, mis alumnos no pueden hacer otra cosa que bajar la cabeza y sentirse afectados por mi análisis: Alberto será un impresentable, pero fue elegido por el pueblo argentino, que se lo bancó como pudo mientras algunos lo celebraban como si fuese un Churchill o un De Gaulle. Lo que Fernández tiene de impresentable los argentinos lo tenemos de p… ánfilos.

Las nuevas revelaciones (que cierto diario digital va largando en un goteo permanente para evitar que muera la historia) muestran a una pareja totalmente rota, donde todo era una farsa para los que querían comprar la historia rosa propia de Caras. Él, un violento y golpeador. Ella, presentada como una alcohólica. Los dos tratan de desprestigiar al otro, siendo lo del ex presidente injustificable en cualquier plano.

Nunca hay que olvidarse de los que pretenden correr a los votantes con la supuesta normalidad de tal o cual político en un país en el que la inmensa mayoría de la gente está rota, viviendo situaciones de abandono o violencia. O quizás el concepto de normalidad es el mismo de la sociología: lo normal es aquello que ocurre con más frecuencia. ¿En cuántas casas habrá hombres impotentes, incapaces de pelearse con quienes les hacen la vida imposible, agarrándoselas con las parejas que nada tienen que ver?¿En cuántas casas habrá mujeres entregadas a algún vicio como mecanismo de evasión, para olvidarse de la pesada realidad cotidiana en la que están metidas? Los más normales del mundo.

Todo el manejo del tema pasa por alto una convivencia rota desde el primer día en la que ambos vivieron como reyes a costa de nuestra plata. Golpes, insultos, maltrato, alcoholismo, todo se mantuvo durante los cuatro años en los que Fernández trataba de dar clases de moral y Yáñez viajaba por todo el país posibilitando cosas. Sostuvieron una fantasía en la que los más perjudicados (más allá del mal momento personal de la ex primera dama) fueron los millones de argentinos a merced de una gestión tan paupérrima. 

Hoy, con Fernández caído en desgracia, todo se muestra como una puesta en escena muy berreta para golpear al que ya no tiene poder. Mientras tanto, la responsable de que un ser indigno para el cargo lo haya ocupado durante cuatro largos años sigue organizando actos y mandando cartas para explicarle al actual presidente cómo se deben hacer las cosas. Después de cada nueva entrega del novelón de la siesta hay alguien que se sigue lavando las manos.