El interior y los gabinetes

El peso de Buenos Aires en la historia institucional argentina pone en duda si existe realmente un país federal

Nacional 17 de enero de 2024 Javier Boher Javier Boher
2024-01-16-boher

Por Javier Boher
[email protected]


A fines de diciembre, mientras todavía estábamos todos sumergidos en las polémicas por el DNU y la ley ómnibus, el ex Jefe de Gabinete de Cristina Kirchner, Juan Manuel Abal Medina, compartió un nuevo trabajo sobre el origen geográfico de los distintos ministros que han ocupado diversas carteras a lo largo de nuestra historia. La idea era ver qué tan federales habían sido a lo largo de la historia. Como bien podíamos esperarlo, el interior siempre tuvo las de perder.
Abal Medina es -además de un militante del peronismo- un politólogo reconocido en el mundo. Sus trabajos son de consulta permanente y sus publicaciones tienen un alcance que excede los salones universitarios. Tal vez sea por su prosapia justicialista, pero también por la calidad de las explicaciones. Como gusta decir a muchos en estos tiempos de cancelación, hay que saber separar a la obra del artista (porque el militante suele anular al académico, ya que en la función pública fue quien diseñó las PASO tras la derrota electoral de 2009).
Pese a ello, el trabajo en cuestión es muy interesante. "Revisando los gabinetes de ministros argentinos. ¿Igualdad o desigualdad en la representación por provincia?" es un buen punto de partida para pensar las razones por las cuales los diversos proyectos políticos han fracasado en generar condiciones de desarrollo en todas las latitudes del país. El trabajo cubre desde 1862 (primer gobierno de la Argentina unificada, el de Bartolomé Mitre) hasta 2019 (excluyendo la reciente experiencia de Alberto Fernández, que tuvo mayoría de ministros de Buenos Aires).
Se podría dividir los distintos periodos de la historia argentina como para facilitar las interpretaciones, o al menos como para tratar de encontrar las causas de las decisiones en la conformación de los gabinetes. Mi periodización sería: primero, desde Mitre hasta el golpe del '30; segundo, desde allí hasta el fin de la última dictadura; tercero, desde la vuelta de la democracia.
Durante el primer periodo la representación política no estaba igualmente extendida a todos los habitantes del territorio, incluso tras la Ley Sáenz Peña. Pese a ello, las alianzas territoriales eran fundamentales, ya que la naturaleza que por entonces tenía el Senado (que se requería acuerdo de las legislaturas provinciales para ser elegido senador) hacía que las provincias tuviesen otro peso político. Durante ese primer periodo hubo 16 presidencias, entre mandatos completos y parciales. Ocho de ellas tuvieron mayoría de miembros de Buenos Aires (capital y provincia), aunque solo tres de manera desproporcionada. Tres tuvieron la misma cantidad del interior y de Buenos Aires, mientras que las cinco restantes tuvieron predominio del interior (con Roca y Juárez Celman dándole bastante menos representación a Buenos Aires).
En el segundo periodo, que incluye a los distintos gobiernos de facto, la cosa se empieza a dar vuelta. Hay 23 presidencias, con dos empates y dos favorables al interior. Levingston y el tercer Perón equilibran; Illia y Cámpora dan más peso al interior. Los 19 restantes se inclinan por gente de Buenos Aires, donde la desproporción entre ambos orígenes se empieza a marcar.
El tercer periodo, el de la vuelta de la democracia, marca que solamente un presidente tuvo mayoría de ministros del interior: Carlos Saúl Menem gobernó sus dos periodos apoyado en las provincias. En el otro extremo está el kirchnerismo, con el primer mandato de Cristina Kirchner exhibiendo el peor registro de un gobierno democrático y sólo comparable a los gabinetes de Galtieri y Lonardi: de 25 ministros, solamente tres fueron del interior. Toda una idea de país.
Si se cruzan los datos del origen geográfico con las carteras ocupadas, muchas cosas tienen sentido. Relaciones Exteriores y Trabajo son las dos carteras en las que tres de cada cuatro ministros han sido de Buenos Aires. Economía, Infraestructura, Justicia y Jefatura de Gabinete, 2 de cada 3. Salud, Defensa y Agro, 3 de cada 5. El interior solo tiene mayoría en dos áreas, Interior y Educación, donde 3 de cada 5 salieron de fuera de Buenos Aires.
El federalismo se ha ido vaciando progresivamente de contenido, quedando los gobernadores reducidos a administradores electos, sin peso real en las decisiones nacionales. De este modo, cada vez hay más distancia entre lo que se discute en la capital y lo que pueden hacer o decir las provincias. El peso demográfico de Buenos Aires en su conjunto es del 45% del total de los habitantes del país, por lo que eso tampoco justifica que a lo largo de la historia solamente uno de cada tres ministros haya sido del interior.
De cara a 2027, las primeras encuestas marcan que los gobernadores con mejor imagen a nivel nacional son los tres de la Región Centro: Pullaro, Llaryora y Frigerio, en ese orden. Quizás haya allí alguna oportunidad para el interior, especialmente para el corazón productivo del país, que debe entender que si sigue esperando a que Buenos Aires le haga un lugar en la mesa de discusión la cosa va a seguir como siempre, con todos mirando desde afuera.

Lo más visto
ilustra pailizzi carpintero medina y natali comisiones

El Concejo puso primera: habemus comisiones y primeros chispazos

Gabriel Marclé
Río Cuarto 26 de julio de 2024

Aunque fue el segundo encuentro ordinario del periodo, la de ayer se sintió como la primera con la aprobación de las comisiones y la designación de cargos pendientes. La primera minoría (Primero Río Cuarto) ya tiene prosecretario y propuso representante en el EMOS.

Suscríbete al newsletter para recibir periódicamente las novedades en tu email