El respaldo en las sombras

J.C. Maraddón

Hace un año, en mayo de 2023, los sindicatos de guionistas de la Costa Este y de la Costa Oeste de los Estados Unidos resolvieron iniciar una huelga, luego de no haber llegado a un acuerdo por sus reclamos con la Alianza de Productores de Cine y Televisión, en representación de los más grandes estudios de Hollywood. Los gremios denunciaban que las empresas promovían contratos por fuera de las normas vigentes y precarizaban a los libretistas, además de negarse a firmar un compromiso para desestimar el uso de la inteligencia artificial en la elaboración de los guiones para películas, series, podcasts y otros productos.

Después de una primera batalla sindical en 1988 y de la que se había desarrollado entre 2007 y 2008, esta medida de fuerza que se extendió a lo largo de casi cinco meses representó uno de los frenos que mayores estragos causó en la factoría hollywoodense, junto con el parate que impuso la pandemia en 2020. Esta vez no se trató tan solo de una reducción del trabajo por parte de los escritores, sino que además la protesta incluyó la realización de piquetes para visibilizar la situación de ese engranaje tan importante para la producción audiovisual, más allá de que su labor permanezca en las sombras.

A finales del mes de septiembre del año pasado, se arribó a un acuerdo con este sector de la industria, pero  la huelga de los actores, que se habían sumado a la suspensión de tareas a partir de sus propias reivindicaciones, continuó hasta noviembre. Los empresarios acusaron pérdidas millonarias y hubo proyectos que se retrasaron o se pospusieron, dentro de un sector que debe proveer de productos a una demanda que se ha visto multiplicada por las plataformas de streaming, a las que también se necesita aportar contenidos de modo permanente.

Se hayan alcanzado o no los objetivos que se planteaban al iniciar esta abrupta interrupción del aporte de un factor clave para la fábrica de sueños, tal vez lo más evidente ha sido la toma de conciencia por parte del público de la función primordial que cumplen los autores en la confección de esas piezas que se disfrutan en la comodidad de una sala de cine o en el hogar. Acostumbrados como estamos a deslumbrarnos con las estrellas que asumen los protagónicos o, a lo sumo, con los directores más famosos, omitimos detenernos en los nombres del resto del equipo.

El estreno de la tercera temporada de la serie “Hacks”, en este contexto, cobra una energía renovada, si bien desde el inicio de la tira, allá por 2021, la acción tuvo como especial condimento el vínculo entre una veterana actriz de comedia, Deborah Vance, y su joven guionista, Ava Daniels. La química especial que han desarrollado las intérpretes principales, Jean Smart y Hannah Einbinder, se conjuga con diálogos y gags desopilantes para conformar una realización que no conduce a la carcajada, porque más bien se propone mantener al espectador entretenido y con una sonrisa a flor de labios.

En los nuevos episodios, que la plataforma Max estrena de a dos por semana hasta completar un total de ocho, es preciso advertir el énfasis que se pone en destacar la dedicación, el esfuerzo y la vocación de Ava por esa profesión que compensa con algunos halagos el constante sacrificio que le exige. Y se deja allí en claro cuánto depende la figura que sale a escena, de que alguien con enorme talento le escriba lo que va a hacer y decir, para lucirse y recibir el aplauso que muy pocas veces se hace extensivo a quien brindó semejante respaldo.