Cultura Por: J.C. Maraddón27 de febrero de 2025

Asuntos en común

Es factible hallar coincidencias entre el film mexicano “Roma”, de Alfonso Cuarón, que en 2019 estuvo nominado a diez premios Oscar, y “Aún estoy aquí”, del brasileño Walter Salles, que el domingo volverá a inscribir una producción latinoamericana entre las aspirantes al cetro de Mejor Película.

J.C. Maraddón

En 2019, una película latinoamericana no sólo competía en la ceremonia de los Oscar en la categoría de los filmes internacionales, sino que además lo hacía como Mejor Película, rubro en el que finalmente se impuso el largometraje “Green Book”, dirigido por Peter Farrelly. Sin embargo, aquella producción mexicana titulada “Roma” terminó esa vez llevándose tres estatuillas, entre las que se destaca la de mejor director para Alfonso Cuarón, sobre un total de diez nominaciones que había recibido por parte de la Academia, donde la cinta desató un debate a partir de que solo se la vio en unos pocos cines antes de que fuera estrenada por Netflix.

Recogió mucho revuelo en aquel entonces la postulación de Yalitza Aparicio como Mejor Actriz, por la composición magistral que realiza del personaje de Cleo, la empleada doméstica de una familia de clase media alta del barrio Colonia Roma, en la ciudad de México, que se transforma en protagonista de este monumental filme de 135 minutos de duración, rodado en 65 milímetros. Lo más llamativo del caso es que Aparicio no tenía ninguna formación actoral al momento del casting, que se realizó en la región de Oaxaca porque se buscaba una mujer joven  con rasgos indígenas.

La historia de Cleo excede el marco del hogar de ese matrimonio que atraviesa una crisis terminal, para expandirse hacia un cuadro de época: el México de comienzos de la década del setenta, que bajo la autoridad del presidente Luis Echeverría, se veía envuelto en una ola de protestas estudiantiles y movilizaciones de izquierda tal como sucedía en otros lugares del mundo. Y Echeverría, que había llegado al poder como candidato del hegemónico PRI, utilizó una metodología represiva que lo llevó varias décadas después a ser imputado por genocidio y sometido a prisión preventiva domiciliaria, hecho inédito parta un exmandatario en ese país.

A tres años de la matanza de Tlatelolco, en la que Luis Echeverría tuvo responsabilidad como Secretario de Gobernación, durante su presidencia se produjo El Halconazo, una masacre perpetrada por grupos paramilitares que invocaban la protección del estado. Son estos terribles acontecimientos los que se introducen de lleno en la narración que lleva adelante Alfonso Cuarón en “Roma”, ya que una de las escenas fundamentales de la película transcurre en el marco de esos trágicos sucesos ocurridos el 10 de junio de 1971, que dejaron un saldo de más de 200 muertos, en su mayoría jóvenes estudiantes.

Es factible hallar coincidencias entre ese premiado título de Cuarón y “Aún estoy aquí”, del brasileño Walter Salles, que el domingo volverá a inscribir a nuestro continente entre las aspirantes al cetro de Mejor Película. Porque, casualmente, esa obra también nos introduce en la vida de un matrimonio acomodado junto a sus hijos, durante el mismo periodo histórico que “Roma”. Y porque quien protagoniza el relato, Fernanda Torres, figura entre las nominadas a Mejor Actriz en la ceremonia que se llevará a cabo en el Dolby Theatre de Los Angeles, donde la realización de Salles se postula para llevarse tres estatuillas.

Pero quizás el paralelo más notorio con aquella cinta que tanto revuelo causó seis años atrás, es que “Aún estoy aquí” denuncia las atrocidades cometidas por el régimen de Emílio Garrastazu Médici, uno de los más sanguinarios dictadores impuestos tras el golpe de estado de 1964. Salles se ampara en la biografía del exdiputado Rubens Paiva, secuestrado y desaparecido en enero de 1971, para contarnos la epopeya de la esposa del dirigente, Eunice, quien no se detuvo jamás en la búsqueda de esclarecer qué había pasado con su marido. Además de conmover, la película suma a la tarea de observar desde una perspectiva común la triste reseña de lo que pasó en esos años al sur de los Estados Unidos.

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