Una balada con mucho flow
En los últimos días, el tema “Killing Me Softly With His Song” ha vuelto a rotar en la difusión radiofónica, por un motivo que llenó de tristeza al mundo de la música: a los 88 años, Roberta Flack falleció en Nueva York el lunes pasado, dejando como legado una discografía tan vasta como cautivante.
J.C. Maraddón
Apenas 21 años tenía la cantante afroamericana Lauryn Hill cuando en 1996 The Fugees, el trío que ella integraba, sacó su segundo disco, “The Score”, y deslumbró tanto a la crítica como al público, que consagró a ese álbum como uno de los grandes lanzamientos de la temporada. Desde comienzos de los años noventa, se vivía una especie de renacer de la música soul, a la que se le adosaban elementos del rap y la electrónica. The Fugees se especializó en mixturar aquel viejo estilo con el hip hop, y obtuvo resultados superlativos que estaban destinados a un éxito casi inmediato.
El single extraído de esa obra que sonó por todos lados con vehemencia, “Killing Me Softly With His Song”, era un cover de una balada de comienzos de la década del setenta, compuesta por Charles Fox y Norman Gimbel y grabada por primera vez en 1972 en la voz de la cantautora Lori Lieberman. Aunque Fox y Gimbel nunca lo reconocieron del todo, la letra se habría inspirado en un poema de Lieberman, pero esa participación no consta en los créditos y por lo tanto ella no recibió ni un centavo por las numerosas versiones que se hicieron posteriormente del tema, incluyendo la de The Fugees.
En 1973, había sido Roberta Flack la que había grabado esa pieza, luego de escucharla en un disco de Lori Lieberman y darse cuenta de que había allí algo trascendente. Flack provenía en un principio de la escena jazzera y había grabado dos discos no muy apreciados, hasta que en 1970 su interpretación de “The First Time Ever I Saw Your Face” en la banda de sonido del filme “Play Misty for Me”, de Clint Eastwood, la proyectó al Olimpo de la fama y sirvió como despegue de una carrera en el más alto nivel.
Cuando se propuso abordar “Killing Me Softly With His Song”, ella practicó modificaciones en los arreglos y, después de tres meses de un intenso trabajo en estudios, publicó un single que iba a cosechar tres premios Grammy, como Grabación del Año, Canción del Año y Mejor Performance Vocal Femenina. El tema ya se había despojado del ropaje folk que vestía en su forma original y había cobrado un carácter más soul, gracias a la intervención de Roberta Flack, cuyo nombre quedaría eternamente asociado a esa pieza. Esa versión fue la que The Fugees tomó en cuenta para llevar adelante su alabada recreación.
Con los aderezos que maquillaban ese clásico y lo actualizaban según los parámetros sonoros de finales de siglo, aquel hit volvió a la palestra y situó al trío en el podio de los elegidos, por más que semejante suceso concluyó con la separación del grupo muy poco tiempo después. Antes de ese final abrupto, durante la ceremonia de entrega de los MTV Video Music Awards 1996, The Fugees subió a interpretar la canción con una invitada extraordinaria: la mismísima Roberta Flack, quien acompañó en escena a Lauryn Hill, Wyclef Jean y Pras, como dándoles la bendición por su rescate.
En los últimos días, “Killing Me Softly With His Song” ha vuelto a rotar en la difusión radiofónica por un motivo que llenó de tristeza al mundo de la música: a los 88 años, Roberta Flack falleció en Nueva York el lunes pasado, dejando como legado una discografía tan vasta como cautivante. Pero para las nuevas generaciones, a la par de su entonación privilegiada, es la voz de Lauryn Hill la que también obra como referencia para una composición que atraviesa más de medio siglo sin perder su lozanía, como una balada romántica capaz de amoldarse a los distintos géneros de moda.
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